Su mapa de feminicidios ha sido reconocido por ONU Mujeres, el Senado de la República y el Women Economic Forum. Es una de las 100 mujeres más poderosas de México, según la revista Forbes, que este 2020 la incluyó por segundo año consecutivo en su lista. Ella es María Salguero, la ingeniera geofísica quien desde el año 2016 documenta y le pone nombre a las víctimas de este delito.
Ciudad de México, 21 de junio (SinEmbargo).– Era el año 2016 y ella pensaba estudiar una Maestría en Sismología y Terremotos, pero su activismo la llevó por otro camino. Años atrás había acompañado a las familias de desaparecidos y se dio cuenta de una constante: la mayoría eran niñas y mujeres, quienes luego aparecían muertas sin que la autoridad estableciera las causas del crimen. Esto llevó a María Salguero Bañuelos a crear el “Mapa de los Feminicidios en México”, en el que por primera vez se les pone nombre a las víctimas “para recordar que no son solo cifras”.
Su mapa de feminicidios ha sido reconocido por ONU Mujeres, el Senado de la República y Women Economic Forum. Además, este 2020 la revista Forbes volvió a incluir a María entre las “100 mujeres más poderosas de México”.
“Es un logro muy grande porque yo nunca me imaginé llegar a una revista así”, dijo Salguero en entrevista telefónica. “Yo pensaba estudiar una Maestría en Sismología y Terremotos, pero al ver a las señoras llorando por sus hijas desaparecidas y que el problema de feminicidios iba creciendo a nivel nacional yo dije: ‘tengo que hacer algo'”.
Ese “algo” que hizo María en 2016 le dio la vuelta al mundo. Sin proponérselo creó una herramienta que es usada por periodistas, organizaciones y hasta por gobiernos, los cuales la han contactado para cursos de capacitación en temas de género y en una ocasión le ofrecieron un trabajo, pero “sin paga”.
La especialista en feminicidio y delincuencia organizada de 41 años narró a SinEmbargo su experiencia con el Gobierno federal, que la “contrató” para colaborar en la Comisión Nacional de Búsqueda en la Secretaría de Gobernación (Segob) y que en siete meses laboró sin recibir un salario, incluso ella misma pagaba sus datos de Internet para realizar sus actividades.
“Yo estuve en la Dirección General de Estrategias en Derechos Humanos de la Segob. Ahí sufrí violencia institucional”, señaló. “Yo me integré en abril de 2019 y transcurrieron siete meses y la convocatoria para la plaza nunca salió, se quedó congelada, sin embargo, me exigieron que cumpliera un horario, que pagara mis datos de Internet”.
Salguero trabajaba en la oficina de Félix Santana, titular de la Dirección General de Estrategias para la Atención de Derechos Humanos.
Al ser incluida por segundo año en la lista de las 100 mujeres más poderosas de México, María escribió en sus redes sociales: “Soy Poderosa pero desempleada”.
“Ahorita tengo proyectos en pausa debido a la COVID-19 y porque estoy cuidando a mi mamá”, contó María, quien aún no recibe paga alguna por sus siete meses de trabajo en Segob.
El próximo 2 de julio se cumplen dos años de que Andrés Manuel López Obrador ganó la elección presidencial en México, y aunque en campaña abanderó la lucha de los desaparecidos, migrantes y derechos humanos, en el poder “hubo un retroceso” en estos temas, aseguró la activista.
“Creo que tenemos un retroceso porque se quisieron quitar los refugios, las estancias infantiles y el apoyo para mujeres”, destacó Salguero. “Por ejemplo, a Profeco le quitaron recursos y aunque al parecer no tiene nada que ver con la mujer, ellos manejan tecnologías domésticas las cuales son usadas para capacitar a las mujeres”.
¿CÓMO FUNCIONA EL MAPA?
Utilizando un registro de cartografía, María Salguero, ingeniera geofísica por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), decidió poner su profesión al servicio de las víctimas. Pero, ¿cómo funciona el “Mapa de los Feminicidios en México” que documenta este delito desde el año 2016?
El delito de feminicidio se incorporó al Código Penal Federal en 2012 con el artículo 325, el cual establece que lo comete quien priva de la vida a una mujer por razones de género y refiere siete circunstancias: Existencia de signos de violencia sexual, lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes; antecedentes de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar; que exista una relación sentimental, afectiva o de confianza entre la víctima y el victimario; que se tengan amenazas; acoso o lesiones relacionadas con el hecho delictuoso; que el cuerpo haya sido expuesto o exhibido en un lugar público, y que la víctima haya estado incomunicada.
En el año 2016, cuando María creó el mapa, México reportó un total de 2 mil 813 feminicidios, una cifra alta, pero dudosa para las organizaciones que documentaban esta violencia.
“Veíamos que las mujeres y niñas desaparecidas no eran buscadas a tiempo y no había cifras claras de feminicidios. Nadie tenía datos”, recordó María.”En el mapa fui nombrando a las víctimas para no olvidar que no son cifras y que tienen nombre”.
Por ello, el “Mapa de los Feminicidios en México” no solo utiliza la información oficial del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), también se basa en notas periodísticas, reportes diarios de las fiscalías estatales y de entrevistas con los familiares de las víctimas.
“Empecé a leer mucho la nota roja porque era la única fuente de datos que teníamos, y seguimos teniendo, para saber los reportes de asesinatos”, contó María.
En el mapa base la información se puede ver por categorías: edad de la víctima, relación con el feminicida, situación legal del feminicida, forma en que fueron asesinadas, el escenario del crimen y algunos datos como si fueron encontradas desnudas, embolsadas o encobijadas.
Estos últimos datos, destacó María, son para establecer una conexión entre los femincidios y el crimen organizado, pues las investigaciones que ha realizado arrojan que, al menos en los primeros meses de este año, en el 63 por ciento de los casos de mujeres asesinadas los agresores tenían relación con el narcotráfico.
“Hubo un aumento de violencia hacia la mujer en la pandemia, y en el 63 por ciento de mujeres asesinadas había características del crimen organizado en la agresión”, señaló. “Los cárteles usan los cuerpos de las mujeres para mandarles mensaje a los rivales”.
En el año 2018, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió a México tipificar el delito de feminicidios en todo el país, pero actualmente este delito está considerado en los Códigos Penales de 28 entidades federativas y en el régimen federal. Contempla sanciones de 40 a 60 años de prisión y de 500 a mil días multa.
En febrero pasado, una propuesta de la Fiscalía General de la República (FGR) causó controversia por querer eliminar el tipo penal de feminicidio y convertirlo en una agravante de homicidio.
Según la dependencia a cargo del Fiscal Alejandro Gertz Manero, para que el asesinato de una mujer sea considerado feminicidio se imponen condiciones “que complican inútilmente su judicialización”, por lo que si se tipifica y mantiene el delito de feminicidio como un homicidio en contra de una mujer, este debe tener el agravante y la penalidad más alta, de 40 a 70 años, pena superior a la que actualmente se aplica en cualquier delito de homicidio. La propuesta no prosperó y en su lugar se acordó analizar el tema entre organizaciones, legisladoras y personal de la Fiscalía.
De acuerdo con el último reporte del Secretariado, en el mes de mayo se registraron 69 feminicidios, 5.47 por ciento menos que en el mes de abril, cuando fueron 73.
Por entidad, el acumulado de enero a mayo de 2020 en cifras absolutas arroja que el Estado de México es la entidad con más fementidos (47), seguida de Veracruz (36), Nuevo León (30), Ciudad de México (30) y Puebla (28).
Por tasa por cada 100 mil habitantes, Colima (1.02) se coloca a la cabeza seguido de Morelos (0.78), Nuevo León (0.53), Puebla (0.42) y Veacruz (0.42).
Para María Salguero, esta leve disminución en las cifras de feminicidios no son optimistas, pues aún persiste la impunidad en los casos.
“En lugar de andar diciendo que han disminuido los feminicidios que (el Gobierno) se ponga a cerrar el índice de impunidad”, reclamó. “Ahorita pareciera que el discurso es que bajaron los feminicidios, pero los asesinatos de mujeres por causa de conflicto armado subió y también hay muchas razones de género que no son investigadas”.