Ciudad de México, 21 de junio (SinEmbargo).– El empresario Donald Trump anunció su aspiración por la candidatura presidencial de Estados Unidos para las elecciones del próximo año. Pero lo que hizo que todos voltearan a verlo no fue su sorpresivo destape, sino los comentarios y las duras críticas que lanzó hacia los inmigrantes mexicanos durante un evento proselitista.
Pero no es la primera vez que el multimillonario neoyorquino arremete contra las minorías en EU. El líder inmobiliario ha sido objeto de críticas por las declaraciones que ha hecho contra los latinos, asiáticos, árabes y afroamericanos. En febrero pasado, después de la entrega de los premios Oscar, también habló mal de México.
Con un discurso nacionalista, el republicano dijo que de ganar la Presidencia de Estados Unidos, una de las acciones durante su gestión sería levantar un gran muro en la frontera de EU y México, porque los mexicanos sólo llevan drogas a su país y son violadores. Pero además, agregó, dicha barrera la tendría que pagar el Gobierno mexicano.
“México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (…). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos”, aseguró.
Durante el evento que duró cerca de 45 minutos, el magnate, quien nació en una familia de clase baja en Nueva York, manifestó su rechazo para los mexicanos que emigran al vecino país del norte en busca de mejores oportunidades.
Trump agregó que “Estados Unidos se ha convertido en el basurero de los problemas de todos los demás”
Usuarios de las redes sociales rápidamente se lanzaron contra el empresario, quien supuestamente cuenta con una fortuna de casi 9 mil millones de dólares.
Pero no sólo llovieron cuestionamientos por parte de los hispanos, también la comunidad estadounidense se manifestó al respecto.
El comediante Rob Schneider, quien está casado con una mexicana y tiene una hija con ella, respondió en Twitter:
“Estimado Donald Trump, mi hija es mitad mexicana. Parece que su único ‘problema’ es que habla dos idiomas y todavía no tiene 3”.
Por su parte, el Gobierno mexicano señaló que eran declaraciones desafortunadas.
José Antonio Meade Kuribreña, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), dijo que las declaraciones del aspirante a la candidatura republicana a la Presidencia de EU “refleja prejuicios que no se validan con la realidad y que no le hace justicia al trabajo de los migrantes; además refleja, por otro lado, una profunda ignorancia de la realidad mexicana”.
“Se ve que busca más generar una nota que un proyecto, y que por supuesto no sabe y no conoce seguramente la aportación de todos los migrantes, de prácticamente todas las naciones del mundo, que han llegado a apoyar, a respaldar, el desarrollo de los Estados Unidos”, planteó por su parte Miguel Ángel Osorio Chong, quien encabeza la Secretaría de Gobernación (Segob).
La carrera de Donald Trump en la política no parece haber despegado como lo hubiera deseado el magnate. Analistas políticos coincidieron en que las posibilidades de que Trump gane los comicios son prácticamente nulas, pues es un personaje mediático pero no cuenta con la simpatía de los estadounidenses. Así lo informó una encuesta de Reuters/Ipsos que colocó al candidato en el penúltimo lugar de los 12 aspirantes republicanos.
TRUMP VS. MEXICANOS
El hombre que ocupa el lugar 139 de la lista de millonarios de Estados Unidos, según la revista Forbes, comentó también que México “se está burlando” y dijo que “nos están ganando económicamente”.
Esta no es la primera vez que Trump expresa su descontento por los mexicanos. En agosto del año pasado, el ahora precandidato republicano expresó incluso que los inmigrantes llevaban enfermedades mortales al país vecino, según publicó en su cuenta de Twitter @DonaldTrump
Durante su presentación de esta semana como aspirante a la Casa Blanca, presumió su gran fortuna y prometió trabajo a los estadounidenses: “Les digo, que seré el más grande generador de empleos que Dios haya creado. Traeré de vuelta nuestros trabajos de China, de México, de Japón, de tantos lugares”.
Dijo además que los estadounidenses no tienen empleo porque China es el gran acaparador y precisó que México es el que tiene dichos empleos: “Nuestro país tiene un serio problema, ya no tenemos victorias ¿Cuándo fue la última vez ganara China en un tratado comercial?”
Y agregó: “Nuestro país necesita un verdadero líder. Necesitamos a alguien que haga grande a este país de nuevo, y lo podemos hacer”.
Sin embargo, Donald Trump no siempre había sido despectivo con los mexicanos.
En 2007, el empresario inmobiliario y su familia se dedicaron a destacar las bondades de Playas de Tijuana, una zona residencial en Baja California, cercana a la frontera de Estados Unidos.
“Cuando visité el sitio, quedé estupefacta. Desde ese momento, supe que tenía que hacer algo ahí”, dijo Ivanka, la hija del magnate. Su familia buscaba desarrollar el Trump Ocean Resort Baja, un exclusivo complejo residencial con 526 apartamentos que costaban entre 300y 3 millones de dólares.
El proyecto se había lanzado en una elegante fiesta en diciembre de 2006 en San Diego, California, a 38 kilómetros de donde se levantarían dos inmensas torres de lujosos departamentos con vistas al océano Pacífico, de acuerdo con el diario El País.
[youtube kQPc166SbP8]En un video, publicó el medio español, Donal Trump afirmaba que el proyecto iba a “ser algo muy, muy especial”. “Estoy muy orgulloso del hecho de que cuando desarrollo, tengo inversionistas que me apoyan…Invierten en mí, invierten en lo que construyo, por esa razón me emociona el Trump Ocean Resort”.
Pero a finales de ese año, la crisis económica comenzó a hacer estragos en los mercados inmobiliarios de Estados Unidos y en la industria de la construcción y muchos constructores se quedaron sin recursos para concluir la obra, meses antes los Trump habían insistido en que el proyecto resistiría los embates de la crisis financiera. “Al mejor estilo Trump, el Trump Ocean Resort Baja será lo mejor de lo mejor, por lo que siempre habrá demanda”, decía un folleto entregado a clientes potenciales en octubre de ese año.
El País explica que cuando la crisis comenzó a apretar, compradores recibieron una carta diciendo que Donald Trump se desmarcaba del proyecto y que no había hecho ninguna inversión, solo había rentado su nombre para vender. “Sin embargo, la peor noticia es que no había dinero para devolver los 32 millones de dólares que aportaron los primeros compradores”, plantea el periódico en una nota publicada el viernes pasado.
Entonces, varios estadounidenses demandaron a Trump por el fiasco del Resort Baja. Un largo juicio reveló que no era la primera ocasión que Trump trataba de sacar ventaja de la reputación de su apellido.
“Punta Arrecifes Resort” fue otro proyecto que pretendió desarrollar en México, en Quinta Roo. Requería una inversión cercana a los 350 millones de dólares y tenía una capacidad de 3 mil habitaciones, aunque después se redujo a 600.
Habitantes de la zona realizaron manifestaciones en contra de la obra debido a las devastaciones ambientales que su construcción provocaría, y acusaron al Presidente Municipal Aurelio Joaquín González por haber delimitado el predio que se utilizaría para la construcción y por dar amplias facilidades para que se dieran las inversiones.
A principios de este año, los desdenes contra los mexicanos volvieron a prosperar cuando Trump mandó un amargo tuit tras la victoria del cineasta Alejandro González Iñárritu en los premios Oscar. “Tengo una demanda que gané en México y que no puedo cobrar por el corrupto sistema. No hagan negocios en México”, escribió.
El GRAN LÍDER INMOBILIARIO
Luego de que Trump anunciara su candidatura y declarara que cuenta con 8 mil 737 millones 540 mil dólares, la revista Forbes afirmó que empresario realmente tiene 4 mil 100 millones de dólares; es decir, menos de la mitad de lo que presumió aquel día.
De acuerdo con Forbes, las propiedades comerciales de Donald tienen un valor de 1.3 millones, mientras que las residenciales de 410 millones.
La revista de negocios estimó que entre propiedades, desarrollos, acuerdos de licencia de bienes raíces, la marca Trump, sus varios concursos de belleza y otros activos el polémico personaje vale poco más de 4 mil millones.
El millonario nació el 14 de junio de 1946 en la ciudad de Queens, Nueva York, en el seno de una familia de escasos recursos.
Es licenciado en Economía Financiera por la Universidad de Pensilvania. Comenzó su carrera dentro de la compañía inmobiliaria de su padre Fred Trump, finanzas que manejó a la edad de 28 años cuando le fuera heredado su patrimonio empresarial.
Uno de sus primeros logros fue la compra de un hotel junto a la Grand Central Station, lugar que se convirtió más tarde en uno de los mejores establecimientos. Posteriormente invirtió sus utilidades en varias propiedades y concretó el proyecto Hotel Gran Hyatt de Nueva York con lo que consolidó su renombre.
En las calles de Nueva York, el empresario construyó la Trump Tower, una edificación que actualmente es punto de referencia en la famosa Quinta Avenida de esa ciudad.
El millonario fue reconocido por la audiencia estadounidense luego de que fuera el presentador de The Apprentice (El aprendiz), un famoso programa de televisión.
En 1988 publicó el libro Trump o el Arte de Vender. Luego vino Así llegué a la cima (2005) y Queremos que seas rico (2009), entre otras de sus publicaciones.
También cuenta con una agencia de modelos, una cadena de restaurantes y maneja la pista de hielo de Central Park en Nueva York. Tiene además edificaciones residenciales como el Trump Park, Trump Palace, Trump Plaza, 610 Park Avenue, The World Tower Trump, este último admirado por ser el edificio más alto en el este de Manhattan .
El magnate llegó a poseer una casa valorada en siete millones de dólares en Palm Beach (Florida) llamada Mar a Lago, una mansión de 47 habitaciones en Connecticut, un Boeing 727 y seis helicópteros.
Donald Trump formó una familia con Ivana Marie Zelnícková y es padre es padre de tres hijos: Donald Jr., Ivanka y Eric. Sin embargo, se divorcio años después, separación que provocó un gran escándalo y el costó 25 millones de dólares.