En su intento por descalificar los resultados en seguridad en la Ciudad de México de la candidata presidencial puntera, Claudia Sheinbaum, la opositora Xóchitl Gálvez aceptó los consejos de sus asesores. Muchos homicidios, le dijeron, no están contabilizados, por lo tanto, puede descalificarse uno de los logros más importantes de la presente administración.

Les creyó. Ni preguntó si eso era diferente en otras entidades donde de manera desigual, pero constante, se pausa el conteo de suicidios o fallecimientos por accidente. Son muertes por razones distintas a la violencia intencional de otra persona.

La aspirante del PAN-PRI-PRD mostró una cartulina con el aumento de 22 por ciento en homicidios dolosos entre los primeros cinco años de su ahora aliado, Miguel Ángel Mancera, cuando fue Jefe de Gobierno y los de Sheinbaum. Acusó el supuesto ocultamiento en la categoría de Eventos de Intención no Determinada (EIND).

Muertes de origen impreciso que ella decidió encajonar como “homicidios dolosos”. Empleó los datos a modo de descalificar, ignorar, omitir, una tendencia positiva luego de que Sheinbaum recibió la CDMX con el pico más alto de homicidios dolosos.

Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del INEGI revelan la maniobra de quien permanece en el segundo sitio de las preferencias demoscópicas.

1) Omitió la tendencia a la baja en cinco años de administración —considerado el año de gobierno entre diciembre y noviembre— de Sheinbaum en CDMX, esto es, ignoró la baja de 46.5 por ciento en homicidios dolosos.

2) Ignoró que el gobierno de su aliado tuvo los peores resultados en seguridad. Mancera registró en cinco años un aumento de 36.8 por ciento.

3) Al comparar 2012, último año de gobierno de Marcelo Ebrard, se evidencia el deterioro en la seguridad registrado con Mancera. Ebrard cerró con 757 homicidios dolosos; en su primer año, Mancera tenía 770 y la tendencia al alza fue constante hasta 2018, cuando terminó con mil 312: 73 por ciento más.

4) Los EIND aludidos por Gálvez son muertes violentas relacionadas posiblemente con accidentes o suicidios. En esos casos faltan elementos suficientes para definir el motivo del deceso. Si bien en 2022 esos eventos representaron en CDMX el 37 por ciento respecto de los homicidios dolosos, en el último año de Mancera eran el 41 por ciento. En entidades con mayor número de asesinatos, como Estado de México y Guanajuato, significaron 15 y 3.9 por ciento respectivamente.

Si Gálvez aplicará la misma crítica a Mancera la situación para el ex gobernante de la CDMX sería muy inquietante y derrumbaría la falacia de una mala administración de Sheinbaum.

Vanessa Romero y Carlos A. Pérez Ricart ya han desmontado la presunción de esconder en los EIND homicidios dolosos. Aun cuando todos esos casos fueran catalogados como homicidios dolosos habría una disminución de alrededor de 33 por ciento en el delito en la capital nacional.

La marea rosa se alimenta de la omisión de méritos en los sistemas policiales y de procuración de justicia.

Salvador Guerrero Chiprés

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Salvador Guerrero Chiprés es coordinador general del C5, ex presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra; maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y licenciado en Derecho y en Comunicación por la UNAM. Fue asesor de la Secretaría de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal y de la Comisión Nacional de Seguridad, y Comisionado Ciudadano de Transparencia en el InfoDF.

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