Para el Cemda, la nueva política en materia de generación de energía eléctrica, además de cerrar el paso a las energías renovables, acelera el cambio climático y va en contra de los compromisos nacionales e internacionales asumidos por México.
Greenpeace Peace México criticó que con la nueva política de electricidad, es imposible alcanzar las metas comprometidas en materia de energía.
Por Juan Manuel Ramírez G.
México, 21 de mayo (EFE).- Las altas emisiones de gases como dióxido de azufre (SO2)y la quema de combustóleo han elevado los niveles de contaminación de la zona metropolitana del Valle de México en una grave amenaza para la salud de 22 millones de habitantes.
La contaminación proviene de una termoeléctrica y una refinería situadas en la ciudad de Tula, en el central estado de Hidalgo, cuyos humos negros se posan en la capital del país, considerada unas de las ciudades mas contaminadas del mundo.
A las altas emisiones de dióxido de azufre (SO2) y la quema de combustóleo se suman las de óxidos de nitrógeno y otras partículas suspendidas del complejo industrial de Tula que ocupa el segundo lugar entre las 500 empresas mas contaminantes de México, Canadá y Estados Unidos, según denuncian organizaciones ecologistas.
“Todo el humo que se desprende de Tula afecta a un radio de 100 kilómetros aproximadamente”, explicó a Efe Stephan Brodziak, coordinador de campañas de calidad del aire de la organización El Poder del Consumidor.
La Ciudad de México y 59 municipios del Estado de México resultan los mas afectados y, en consecuencia, aumentan los riesgos para la salud por los altos índices contaminantes de la termoeléctrica” de Tula, situada a 95 kilómetros de la capital.
Ello explica que se mantengan durante las últimas semanas los altos niveles de contaminación en Ciudad de México a pesar de la notable reducción de vehículos por el estado de emergencia decretado para combatir la pandemia del coronavirus.
Según especialistas, el reciente acuerdo de la Secretaría de Energía que limita el uso de energías renovables provocará un mayor uso de combustóleo, producto un residual del petróleo más pesado y mucho más contaminado, y como resultado un aumento de los niveles contaminantes.
PROBLEMAS DE SALUD
Brodziak explicó que las partículas finas quedan suspendidas en el aire miden y son muchísimo más pequeñas” que el grosor de un cabello.
“Esto tiene implicaciones muy serias porque (las partículas) se van a los pulmones ya que no pueden ser filtradas por la nariz, llegan a los alvéolos y de ahí al torrente sanguíneo”, relató.
Con la política energética del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador Brodziak destacó que “se condena el futuro de México a seguir teniendo un medio ambiente sucio y una población extremadamente vulnerable a enfermedades respiratorias y a la muerte”.
Ante este escenario distintas organizaciones ambientalistas han solicitado al Gobierno mexicano que deje de quemar combustóleo y utilice gas para la generación eléctrica.
“El combustóleo produce cerca de 800 kilogramos de CO2 por megawatt/hora generado, mientras que el gas natural produce unos 350 kilos de CO2 por megawatt/hora”, explicó a Efe Daniel Chacón, integrante de la Plataforma México Clima y Energía (PMCE).
Según estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la contaminación de la termoeléctrica de Tula puede causar la muerte de alrededor 14 mil personas cada año en el Valle de México.
MÉXICO ACELERA CAMBIO CLIMÁTICO
Para el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), la nueva política en materia de generación de energía eléctrica, además de cerrar el paso a las energías renovables, acelera el cambio climático y va en contra de los compromisos nacionales e internacionales asumidos por México en la reducción de emisión de gases de efecto invernadero.
“Lo que México está haciendo es ir en contra de la agenda climática al incumplir la metas que se habían comprometido”, dijo a Efe Anaid Velasco, gerente de investigación del Cemda.
Recordó que el país asumió el compromiso internacional, que luego convirtió en ley, de generar un 35 por ciento de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2024.
Además, también incumple con la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e incumplirá el Acuerdo de París en materia de cambio climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En ese sentido, Greenpeace Peace México criticó que con la nueva política de electricidad, es imposible alcanzar las metas comprometidas en materia de energía “porque se privilegian energías fósiles para producir electricidad y se cierra el paso a las renovables”.
INCONGRUENCIAS DEL GOBIERNO
Para Velasco, México está a la vanguardia en cuanto a las metas y a todos los programas de cambio climático a nivel internacional, pero la nueva política de electricidad “hace evidente que hay una incongruencia entre lo que se dice afuera y lo que se hace realmente adentro”.
La especialista comentó que la generación de energía eléctrica a través del sistema de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), “que no es el más eficiente en términos de costo”, provocará un aumento en la tarifa eléctrica para los usuarios.
Agregó que las nuevas políticas transgreden derechos humanos, entre ellos los derechos al medio ambiente sano y a la salud, ya que se favorece e incentiva el uso de fuentes fósiles y se incrementa el deterioro ambiental lo cual pone en riesgo la vida de las personas.
Según datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático tan sólo en 2016 murieron en México de forma prematura unas 44 mil personas por exposición a la contaminación del aire.