Los investigadores del Brigham and Women’s Hospital, en Estados Unidos, trataron de comprender y comparar los mensajes de texto y los patrones de conducción de los padres millennials frente a los padres mayores.
MADRID, 21 de mayo (EUROPA PRESS).– Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras estadounidense, nueve personas mueren y más de mil resultan heridas cada día en incidentes que involucran a un conductor distraído. Enviar mensajes de texto mientras se conduce es una crisis de seguridad actual asociada con un mayor riesgo de choques automovilísticos y puede ser la base del reciente aumento de muertes de vehículos motorizados en Estados Unidos. Los choques automovilísticos son la principal causa de muerte en niños y adultos jóvenes.
Conocidos por su uso significativo de teléfonos celulares y tecnología, muchos millennials (nacidos en 1981-1996) ahora son padres jóvenes. Los investigadores del Brigham and Women’s Hospital, en Estados Unidos, trataron de comprender y comparar los mensajes de texto y los patrones de conducción de los padres millennials frente a los padres mayores. Descubrieron que enviar mensajes de texto mientras se conducía era común en ambos grupos y concluyeron que puede haber oportunidades para intervenir para evitar la conducción distraída, como se publica en JAMA Pediatrics.
“Mi esperanza es que podamos encontrar soluciones que prevengan las muertes y las lesiones causadas por accidentes automovilísticos; cuando los pacientes llegan a nuestros departamentos de urgencias y quirófanos, a menudo es demasiado tarde”, afirma el autor principal del estudio, Regan Bergmark, cirujano especialista en mama y endoscopia de cráneo en la facultad de investigación del Centro de Cirugía y Salud Pública.
COMPORTAMIENTO MÁS TEMERARIO
Los investigadores completaron una encuesta nacional transversal de 435 padres con un instrumento de encuesta validado, la Encuesta de Conducción Distraída (DDS, por sus siglas en inglés). La encuesta incluyó preguntas sobre la lectura y escritura de mensajes de texto; uso del correo electrónico, redes sociales y mapas mientras se conduce; y velocidad al realizar estas tareas.
Los millennials tuvieron puntuaciones DDS más altas que los padres mayores, lo que refleja un comportamiento más temerario. Los padres millennials tenían más probabilidades de leer los mensajes de texto que los padres mayores, pero no había diferencia a la hora de escribir textos o en cuanto tasas de choques entre los dos grupos.
“Encontramos que los padres de una edad millennials reportaron un comportamiento de conducción distraído más de riesgo que los padres mayores, aunque la distracción era prevalente en ambos grupos de edad –afirma Bergmark–. Encontramos que la mayoría de los padres, independientemente de su edad, informaron haber leído y escrito textos mientras conducían en el último mes”.
Menos de una cuarta parte de todos los padres entrevistados informaron que el pediatra de su hijo le preguntó acerca de los mensajes de texto y la conducción o que usó una aplicación o un programa para limitar los mensajes de texto y la conducción. Los autores concluyen que ambas son áreas de posible intervención.
“Creo que los padres probablemente conocen los riesgos de conducir distraído. Más de la mitad de los padres encuestados dijeron que creen que son conductores más seguros cuando sus hijos están en el coche, y dos tercios dijeron que usan menos su teléfono cuando tienen a sus hijos en el coche”, dice Bergmark.
“Creemos que hay una oportunidad para cambiar el comportamiento al involucrarnos con los padres más directamente a través del pediatra de sus hijos sobre la conducción distraída y tener aplicaciones o programas que las personas pueden comprometerse a usar”, concluye.