El Síndrome de abstinencia o ¿por qué es tan difícil dejar una adicción?

21/05/2017 - 12:01 am

Un investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente estudia los cambios físicos y psicológicos que las personas experimentan en su intento por dejar de consumir drogas y alcohol, un síndrome que se manifiesta con ansiedad, temblores y frecuencia cardiaca alta.

Por Amapola Nava

Ciudad de México, 21 de mayo (SinEmbargo/AgenciaConacyt).– Ansiedad, irritabilidad, temblores, pesadillas, frecuencia cardiaca alta y pupilas agrandadas son algunos de los síntomas que puede presentar una persona que abandona abruptamente el consumo de alguna sustancia a la cual es adicta. En su conjunto, estas alteraciones físicas y psicológicas ocasionan el denominado síndrome de abstinencia.

Este síndrome complica enormemente a las personas el proceso de dejar de consumir drogas, y a consideración del investigador Eduardo Calixto González, jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, hoy tenemos un problema de adicciones en el país que debe reconocerse como problema de salud pública,

“La principal causa de muerte en nuestros jóvenes son las lesiones o traumatismos craneoencefálicos, y muchos de ellos se explican por conductas causadas por una adicción al alcohol o a otras drogas”, dijo a la Agencia Informativa Conacyt.

Eduardo Calixto estudia los cambios conductuales y de la actividad cerebral que se dan durante la abstinencia del consumo de drogas. Además, busca bases electrofisiológicas que permitan el bloqueo o la disminución del síndrome de abstinencia.

En entrevista, el especialista explicó cómo las neuronas tienen receptores para detectar distintas moléculas, llamadas neurotransmisores, que naturalmente ayudan a las células nerviosas a comunicarse, pero que en los procesos biológicos de la adicción y el síndrome de abstinencia estos receptores se ven sobrecargados y se alteran, perturbando el funcionamiento del cerebro.

El Síndrome de abstinencia se puede manifestar con ansiedad, pesadillas y presión arterial alta. Foto: EFE/Jeffrey Arguedas

– ¿Qué le hacen las drogas al cerebro?
– Los sistemas de neurotransmisores en el cerebro funcionan de cierta manera en el día a día, entonces cuando llega una droga lo primero que hacen las neuronas para protegerse de este bombardeo de sustancias que alterarían su funcionamiento es esconder a sus receptores. Este es un mecanismo que tienen las neuronas para pedir que se elimine más rápido el neurotransmisor o la droga que la altera, de manera que se genere cada vez una menor respuesta.

Pero cuando se esconden los receptores para proteger a la neurona, el cerebro pregunta: ¿qué pasó con eso que me ponía contento y feliz?, ¿qué pasó con aquello que me relajaba? Entonces el organismo busca volver a la sensación de relajamiento o de placer, pero ya no encuentra la concentración indicada para hacerlo, pues los receptores siguen escondidos y, por eso, paradójicamente, pide más droga.

Esto ocasiona que una persona necesite de más concentración o de dosis repetidas de la droga para llegar al mismo efecto que tuvo en un principio, cuando comenzó a consumirla. En consecuencia, los pocos receptores que quedan expuestos se ven sometidos a una mayor cantidad de la sustancia y permanecen mucho tiempo ocupados. Esto genera los dos principios básicos que son la tolerancia y la dependencia.

El individuo cada vez va perdiendo el efecto que le provocaba la droga: tolerancia. Al mismo tiempo, sin esa droga la neurona no funciona como funcionaba antes: dependencia. Juntos, tolerancia y dependencia, forman el síndrome de abstinencia que ocasiona que una persona adicta solo pueda funcionar cuando se le da otra vez la droga.

El problema es que se va generado una modificación neuroquímica de los receptores y, en consecuencia, va cambiando, poco a poco, la actividad de la neurona hasta que esta se pierde o hasta que se mal adapta el sistema. Esos son los principios farmacológicos de casi todas las adicciones.

– ¿Todas las drogas generan el mismo tipo de adicción?

– No, hay diversos tipos de droga y no todas actúan sobre el mismo sistema de neurotransmisión. Por ejemplo, las drogas como la cocaína actúan sobre el sistema de la dopamina, por eso les decimos drogas dopaminérgicas; estas drogas son increíblemente adictivas y desde la primera exposición pueden generar tolerancia y resistencia. Tenemos también drogas como los derivados de la heroína que van sobre el sistema de los opiáceos, que igual son muy adictivas y que generan mucho placer.

Pero también tenemos otro tipo de drogas como pueden ser las benzodiacepinas, que son drogas que recetamos mucho los médicos para tratar de tranquilizar a una persona y utilizan el sistema de inhibición más importante que tiene nuestro cerebro que es el GABA, llamado así por las iniciales de ácido gamma amino butírico. El GABA es un neurotransmisor inhibidor que prácticamente es el responsable de que nos vayamos a dormir y es el responsable de que podamos poner atención en ciertos momentos.

El sistema GABA también se ve afectado por el alcohol. En un principio, el alcohol libera un poco de dopamina pero después la inhibe y por eso cuando una persona se intoxica con alcohol se la pasa dormida, se la pasa pidiendo perdón, llora y termina prácticamente dormida sin acordarse de lo que pasó un día antes.

El doctor Eduardo Calixto. Foto: Agencia Conacyt

– ¿Qué sucede cuando a una persona se le quita la droga?

– El primer paso es que se desregula la actividad del cerebro, hay un incremento en su actividad cotidiana. Por esto las personas no duermen, tienen una mayor probabilidad de aumentar su ingesta de comida, se dan atracones, están sumamente ansiosas y nerviosas, no pueden poner atención, les cuesta mucho trabajo focalizar un punto atentivo, rápidamente se van hacia otros sitios.

Esto porque desarrollan tolerancia a muchas cosas que antes les llamaban la atención, entonces podemos decirles: “Mira, aquí está este juguete, aquí está este regalo o esta situación que te gustaba”, pero la persona no le va a hacer ningún caso.

Y finalmente, desde el punto de vista conductual, son terriblemente nerviosos y terriblemente intolerantes a que se les tranquilice, les dices: “Cálmate”, y responden: “¡Pues estoy calmado!”. Les dices: “Es que yo te veo nervioso”, y responden: “¡Pues así soy!”.

Son conductas conducentes, principalmente, a obtener nuevamente la droga y ese es el punto, se la pasan buscando.
– ¿El síndrome de abstinencia puede ser incapacitante?

– Dependiendo de qué droga estemos hablando sí, puede ser. Por ejemplo, este síndrome es el motivo de que una persona busque dinero para comprar la droga, pero después ya no pide prestado, vende cosas o termina robando. Inicialmente el individuo se esconde para aplicarse la droga, pero eventualmente pierde este freno, ya lo pueden ver las personas y no le importa que haya testigos de lo que está haciendo. Van perdiendo los frenos.

Esto puede llevar a las personas a romper con las normas sociales y cometer actos delictivos. Este es uno de los primeros elementos para que una persona ya no vaya a la escuela o al trabajo, que se esconda para drogarse o que cometa actos delictivos y que finalmente termine por enfermar prácticamente todo su entorno social, se enferma no solamente él sino sus padres, sus hermanos, y todas las personas que están en su cotidianidad comienzan a alejarse y este proceso termina por aislar a una persona. Tanto en lo social y en lo familiar incide negativamente.

– ¿Qué estrategias existen para sobrellevar el síndrome de abstinencia?

– Se pueden tener estrategias psicológicas y biológicas. Por ejemplo, los grupos de alcohólicos anónimos son fundamentales, pues ayudan a convencer por un proceso psicológico que puede llevar a un control biológico. Pero también existen otras alternativas, como los medicamentos que pueden ayudar a una persona que está atrapada en las drogas a tolerar el proceso de abandono, a hacerlo menos fuerte y más manejable.
– ¿Cuál es la mejor manera de recuperarse del síndrome de abstinencia?

– Es una de las grandes preguntas que aún se tienen que responder de manera casuística, es decir, persona por persona. Por ejemplo, si alguien me dice: “Soy totalmente dependiente del alcohol, necesito de él para poder realizar mis actividades diarias”. Para poder manejar su proceso de la mejor manera, se debe tomar en cuenta su edad y sus factores psicológicos aprendidos. Tampoco es lo mismo que esté consumiendo una sola droga o dos o tres. No es lo mismo que esté solo en su casa o que esté continuamente estimulado por otras persona que incluso de su familia no son.

Ahora sabemos que un adicto a la cocaína se debe tratar de manera totalmente diferente y con medicamentos distintos respecto a un adicto a la mariguana, al alcohol o al tabaco, pues altera mecanismos neuronales totalmente distintos y deben utilizarse medicamentos y estrategias que actúen de una forma diferente.

– ¿Por qué son tan frecuentes las recaídas?

El problema es que los mecanismos neuronales de la adicción quedan en la memoria, este es un problema terrible. Cuando una persona ya está fuera de la adicción hay una probabilidad muy grande de que caiga nuevamente y sus recaídas son muy fuertes. Por eso cuando se considera que una persona ha sido curada, se debe cuidar que sea para toda la vida, que no vuelva a probar la droga.

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