Author image

Alejandro Páez Varela

21/05/2012 - 12:02 am

La #MarchaYoSoy132: Manipulación y amenaza

Hay horas y días de la semana en las que las alabanzas o defensas masivas a favor para Enrique Peña Nieto desaparecen de las redes sociales, principalmente de Twitter. Por lo regular, el candidato del PRI a la presidencia de la República es personaje importante (trending topic o tendencia) entre las 9 de la mañana […]

Hay horas y días de la semana en las que las alabanzas o defensas masivas a favor para Enrique Peña Nieto desaparecen de las redes sociales, principalmente de Twitter. Por lo regular, el candidato del PRI a la presidencia de la República es personaje importante (trending topic o tendencia) entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, de lunes a viernes, a menos de que haya eventos especiales: el debate, por ejemplo; o un mitin estratégico en una ciudad ídem; o cuando alguno de los contrincantes tiene un evento fuerte.

El resto del tiempo (es decir: de noche, en las madrugadas y los fines de semana) los comentarios masivos a favor de Peña Nieto desaparecen, y suben otras tendencias (o “TT”) en contra del priísta, o se colocan entre las principales las que hablan bien de Josefina Vázquez Mota y, de manera especial, las que apoyan a Andrés Manuel López Obrador.

Por los horarios, puedo suponer que los usuarios de Twitter que apoyan a Peña Nieto están en un horario específico: de 9 de la mañana a 9 de la noche, de lunes a viernes. Supongo que son individuos que están en una oficina. Supongo que terminando su trabajo, se van a casa y ya no vuelven a la red o vuelven con ganas de no saber más de “su candidato” hasta que no regresan a la oficina, o son convocados.

Activistas con horario de oficina. Ja. Pero así es.

En contraparte, una lección impresionante: #MarchaYoSoy132, la etiqueta que usaron los estudiantes para promover sus manifestaciones en contra de Peña Nieto y a favor de un trato equitativo de los medios (principalmente de la televisión), duró casi tres días no sólo como la tendencia más importante en México, sino en el mundo. Ayer domingo por la tarde, cuando terminaba de escribir este texto, la etiqueta seguía arriba. Arriba, arriba: no sólo “arriba”.

¿Qué nos dicen estos datos?

El fenómeno de Peña Nieto en redes sociales es muy fácil de razonar, y no se necesita un doctorado. Yo creo que se trata de miles y miles de “bots”, miles y miles de individuos pagados que trabajan en ciertos horarios para colocar al candidato del PRI en las redes sociales. (Por cierto, ¿de dónde viene ese dinero? ¿Ha considerado el IFE, acaso, investigarlo?). Independientemente de que se valga o no, de que esté regulado o no, de que sea legítimo según nuestras leyes o no, se trata de un engaño. Manipulación vil.

Y para quien quiera citarme enseguida que “Barack Obama tendió una red de apoyo fuerte en Internet para su elección”, bla, bla, le recuerdo esto: no existe evidencia de que, como sucede acá en México, Obama se posicionara por medio de cuentas falsas. Así de sencillo. Lo que hace la red de apoyo de Peña Nieto es generar una idea falsa de apoyo masivo. Y eso, aquí, en Estados Unidos e incluso en China, es manipulación.

Por el otro lado va la etiqueta #MarchaYoSoy132. Ayer, Trendsmap, que ubica de dónde sale la mayoría de los tuis que forman una tendencia, hablaba de un fenómeno nacional, y con mucho, internacional. Había apoyo en España y en Estados Unidos, en Argentina, Chile, Colombia. Masivo. Y en México, se apreciaba que la etiqueta se había fortalecido por miles de mensajes de apoyo emanados de ciudades tan distantes como Tapachula o Tijuana, Guadalajara o  Monterrey, Ciudad Juárez y Toluca. Y no se diga, del Distrito Federal.

Y si uno leía los tuis, y revisaba los perfiles, era posible encontrar gente de carne y hueso. No todos traían credencial de alguna universidad, pero era claro que se trataba de individuos de carne y hueso.

Frente a estos datos, ante la contundencia del apoyo universitario a las causas de la libertad, toma gran relevancia un video dado a conocer en un programa de Denise Maerker en Televisa (“Un día en campaña”) en el que se observa que Peña Nieto va en un avión y luego se acerca a un colaborador que está sentado.

–A ver, David, pásamelo. ¿Qué dice? –pregunta Peña Nieto.

–El historial de esta muchacha. Es estudiante de allí, pero es pro AMLO. Y todo lo de dónde ha andado, a qué se dedica –responde el tal David, y le extiende algo como un expediente.

El programa de Denise Maerker tomó imágenes, se supone, de un día de trabajo de Peña y su equipo. Y sin comentarios, sin narrar, se transmitió ese video aterrador.

Es decir: no es un video tomado sin consentimiento de Peña Nieto. Es un video que salió con autorización, para una audiencia masiva. Y supongo, porque no soy idiota, que para mandar un mensaje.

¿Qué mensaje querían mandar el PRI? ¿Que Enrique Peña Nieto ficha a estudiantes que no piensan como Enrique Peña Nieto? ¿Que antes de llegar a Los Pinos ya están armando expedientes de todos lo que no son robots o que se atreven a disentir? ¿Cómo interpretar el video?

Para mí, la manipulación en las redes sociales no es tan diferente de lo que hacía el PRI en el pasado: arrastrar a campesinos y obreros hambrientos a mítines y marchas; arrastrarlos, por hambre, a votar por sus candidatos.

Pero ahora es peor: ahora ni siquiera sabemos quiénes son esos que arrastra el PRI hacia las redes sociales. Son “marchas” de acarreados que no tienen rostro. O gente sin alma ni nombre: robots pagados, o “bots” automatizados por un algoritmo.

Y para los que tienen rostro, y para los que se manifiestan con sus credenciales en la mano, hay una respuesta del PRI. Ni crean, dice –o manda decir en un video– que “su osadía” será ignorada. A ustedes que opinan, que protestan, que disienten y piensan, se les abre un expediente.

Ese es el mensaje que yo recojo.

Sólo quiero decir, para finalizar, que muchos mexicanos hemos trabajado por este país y sus libertades, por más rengas que sean. Que cada centímetro de esta democracia no se la han ganado los partidos (muchos menos el PRI) sino los ciudadanos: las amas de casa, los comerciantes, los activistas, los albañiles, los profesionistas, los periodistas, los maestros –de verdad–, los estudiantes, las mujeres y los hombres de buena voluntad: todos hemos luchado.

Y esos mismos ciudadanos (amas de casa, comerciantes, activistas, albañiles, profesionistas, periodistas, maestros de verdad y estudiantes, todos) sabremos dar un paso al frente ante cualquier intento de manotazo.

Porque eso dice la historia del mundo –no me invento nada, no es para asustar a alguien–: Que a todo dictador –o remedo de dictador– le llegará tarde o temprano su invierno. Y que a todo joven le corresponde una primavera.

Alejandro Páez Varela
Periodista, escritor. Es autor de las novelas Corazón de Kaláshnikov (Alfaguara 2014, Planeta 2008), Música para Perros (Alfaguara 2013), El Reino de las Moscas (Alfaguara 2012) y Oriundo Laredo (Alfaguara 2017). También de los libros de relatos No Incluye Baterías (Cal y Arena 2009) y Paracaídas que no abre (2007). Escribió Presidente en Espera (Planeta 2011) y es coautor de otros libros de periodismo como La Guerra por Juárez (Planeta, 2008), Los Suspirantes 2006 (Planeta 2005) Los Suspirantes 2012 (Planeta 2011), Los Amos de México (2007), Los Intocables (2008) y Los Suspirantes 2018 (Planeta 2017). Fue subdirector editorial de El Universal, subdirector de la revista Día Siete y editor en Reforma y El Economista. Actualmente es director general de SinEmbargo.mx

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas