La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) dio a conocer ayer que la cifra de homicidios dolosos en México decreció un 9.8 por ciento interanual en marzo, cuando se registraron dos mil 657 de estos crímenes frente a los dos mil 946 del mismo mes de 2021.
Por Martí Quintana
Ciudad de México, 21 abr (EFE).- Aunque el Gobierno mexicano presume de la caída de más del 12 por ciento interanual en el número de homicidios dolosos en el primer trimestre hasta los siete mil 354, las graves matanzas en estados como Michoacán o Zacatecas y el asesinato de ocho periodistas en lo que va de año empañan los resultados.
Si se comparan los homicidios del periodo enero-marzo de 2022 y de 2019, a comienzos del mandato de Andrés Manuel López Obrador, la caída es incluso superior, del 14 por ciento.
“En relación con el homicidio doloso, se mantiene la tendencia a la baja”, declaró el miércoles en rueda de prensa la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien también destacó que, en cuanto a delitos del fuero federal, ha habido una caída del 19.9 por ciento en lo que va del sexenio.
“Estamos en los niveles más bajos de los últimos siete años”, aseguró.
México registró 33 mil 316 homicidios en 2021 después de los dos años más violentos de su historia, bajo el mandato de López Obrador, con 34 mil 688 víctimas de asesinato en 2019 y 34 mil 554 en 2020.
“Si bien es cierto que los delitos disminuyen en número y porcentaje es sobre el momento donde había una cresta. Por decirlo así, se estabiliza a la alza”, dijo este jueves a EFE el profesor e investigador en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Javier Oliva.
Positivamente, Oliva destaca que sí se están atendiendo las “causas” que originan la violencia tal y como prometió el Presidente con el impulso de varios programas sociales, aunque el efecto es “más a largo plazo”.
MASACRES EN VARIOS ESTADOS
Tal y como reconoce el Gobierno, seis estados del país concentran el 50 por ciento de los asesinatos (tres mil 660): Guanajuato, Michoacán, Estado de México, Baja California y Jalisco.
El occidental Michoacán es quizás el ejemplo más funesto de la tragedia de las matanzas.
En febrero, en una disputa entre grupos del mismo Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se fusilaron a al menos once personas durante un entierro, cuyos cuerpos todavía se buscan.
Y a finales de marzo, otras 20 personas fueron asesinadas a balazos en un palenque de gallos, donde se realizan peleas clandestinas.
El norteño estado de Zacatecas es otro punto rojo luego de que abandonaran diez cuerpos dentro de una camioneta frente al Palacio de Gobierno. Era el Día de Reyes y los dejaron frente al monumental árbol de Navidad.
Y como una prueba de que esta tragedia no tiene vistas de acabar, en Tultepec, municipio del Estado de México vecino de la capital, a mediados de abril mataron a ocho personas dentro de una vivienda. Cuatro de ellas era menores de edad.
“Los datos nos muestran una caída de los delitos, pero las masacres nos hacen pensar que no hay una tendencia a la baja y empañan los resultados”, dijo a EFE Juan Carlos Montero, profesor del Tec de Monterrey en Transformación Pública y experto en seguridad.
VIOLENCIA CONTRA PRENSA Y ACTIVISTAS
Otra señal de alarma son los ocho periodistas asesinados en lo que va de año en México, más que en todo 2021.
“En tres años, la ONG Artículo 19 ha contabilizado mil 945 ataques a la prensa por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como al menos 30 asesinatos a periodistas y dos desapariciones”, destacó este martes la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en su informe preliminar sobre México.
Para Montero, hay una doble lectura: “Los criminales los están buscando silenciar. Son los criminales los que están censurando, pero también por la omisión del Gobierno, que no actúa”.
Además, organismos como la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) han condenado el asesinato de activistas como José Trinidad Baldenegro en marzo, atacado por hombres armados en el estado de Chihuahua.
Su padre y su hermano, también defensores de derechos humanos, fueron asesinados en 1986 y 2017.
“Esto implica una actividad impune de los criminales”, remarcó Oliva.
LOS FEMINICIDIOS, UNA TAREA PENDIENTE
Otro de los enormes asuntos pendientes de este Gobierno es la lucha contra la violencia hacia la mujer en un país donde asesinan a más de diez al día y que en 2021 sumó más de mil feminicidios, crímenes por razón de género.
Aunque según las cifras oficiales en marzo de 2022 hubo 73 feminicidios, una caída de 28.4 por ciento frente a los 102 de marzo de 2021, los datos son claramente mejorables.
En lo que va de año, el estado de Nuevo León ha registrado una ola de desapariciones con al menos una treintena de mujeres todavía sin localizar.
“Sin duda alguna la violencia machista es una de las expresiones más claras del subdesarrollo cultural del país y de la insensibilidad o indolencia de las autoridades judiciales”, concluyó Oliva.