El legislador por Sinaloa, Heriberto Manuel Galindo, planeó usar la Banca Privada d’Andorra para cobrar un total de 127 millones a Petróleos de Venezuela, pero la operación no prosperó luego de que la institución financiera detectara irregularidades en una intermediaria.
Ciudad de México, 21 de abril (SinEmbargo).– El hoy Senador priista Heriberto Manuel Galindo planeó cobrar 127 millones de euros a través de la Banca Privada d’Andorra (BPA), en 2011 por un fallido negocio con Petróleos de Venezuela (PDVSA), durante el Gobierno de Hugo Chávez Frías, revela este miércoles el diario español El País.
Heriberto Manuel Galindo llegó al Senado de la República como suplente de Mario Zamora Gastélum, quien el mes pasado solicitó licencia al cargo para competir por la Gubernatura de Sinaloa, arropado por la coalición Va por México, integrada por los partidos de Revolución Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
La nota firmada por el periodista Joaquín Gil detalla que el actual Senador por Sinaloa era socio de la empresa uruguaya Mindaris que daría a PDVSA una asesoría para una planta de generación eléctrica en el poblado venezolano de El Manglillo.
Pese a que en ese entonces, Heriberto Manuel Galindo no era un funcionario público, sí era considerada una ex Persona Políticamente Expuesta (PEP), por parte de la BPA debido a que en ese entonces era secretario adjunto a la presidencia del CEN del PRI, y se había desempeñado como Embajador en Cuba (2000-2001) y Cónsul general de México en Chicago (1998-2000), “entre otros puestos de una trayectoria dedicada a lo público que arranca en 1973”, destaca El País.
El texto detalla que el senador y su socio, un uruguayo de nombre Daniel Sánchez Scott, “anunciaron a la BPA su intención de depositar 25 millones de euros del primer anticipo del negocio en una cuenta en el principado europeo donde figuraría como titular una sociedad panameña”.
A través de Mindaris, el político y su socio suscribieron un acuerdo de “prestación de servicios” con la fundación venezolana Terra Nova para cobrar a la petrolera estatal venezolana, pero la BPA “se desmarcó de sus ‘clientes’ en junio de 2011 después de que la entidad no recibiera la documentación requerida sobre la misteriosa operación con PDVSA”.
“Los clientes no se han presentado y la operación no se acaba de concretar, por tanto la desestimamos”, decía el banco en un acta confidencial, citada por El País.
Consultado por medio, el político negó haber tenido una cuenta en la BPA y haber realizado gestiones con la petrolera venezolana, pero admitió que fue accionista en un porcentaje que “no recuerda” de Mindaris.
“Pese a la negativa del representante priista, las actas confidenciales del departamento de prevención de blanqueo de la BPA recogen tres menciones a Galindo y a su socio entre marzo y junio de 2011. El hoy Senador aparece como la segunda persona con más peso en el frustrado negocio millonario con la compañía pública”, expone el diario español que ha dado seguimiento a los priista que han abierto cuentas en la Banca Privada d’Andorra, que hasta hace unos años estaba blindada por el secreto bancario, por lo que era usada para esconder recursos.
El País narra que la BPA puso lupa sobre la fundación venezolana Terra Nova por inconsistencias en su documentación que la hacían sospechosa.
“En primera instancia, parecería un proyecto político, pero las fuentes de EU perciben que [la Fundación Terra Nova] puede ser la pantalla de fuente de corrupción”, alertaba el informe que solicitó ña BPA a la asociación académica privada International Center of Economic Penal Studies ante la negativa a la entrega de documentación solicitada, consultada por el rotativo.
“Las actas internas de la BPA recogen que el banco acumuló numerosos documentos sobre el origen de los fondos de Galindo y su socio, como los acuerdos entre PDVSA y Terra Nova o una ‘carta enviada a PDVSA del pago a Mindaris’, agrega el texto que señala que la institución también vinculaba a Galindo y su socio con una segunda sociedad uruguaya, Mifegold, dedicada a la construcción, al desarrollo turístico y a los concursos de obras.