Las acusaciones en contra de Javier Duarte de Ochoa por primera vez salieron a la luz, y detalle, en Guatemala. Sin embargo, es desde allá que Duarte podría rechazar los cargos por los cuales México pedirá su extradición. Pese a estar capturado, su margen de maniobra es amplio. Su regreso podría ser de alrededor de un año. Y esta oportunidad fue otorgada por las autoridades mexicanas debido a “errores” en la estrategia de la Procuraduría General de la República (PGR). Sin la solicitud de aprehensión con fines de extradición de la PGR, Duarte hubiera sido deportado, han confirmado autoridades guatemaltecas a SinEmbargo.
La familia del ex Gobernador hasta ahora ha quedado exenta de cargos. En especial, Karime Macías, su esposa, quien ha tenido la libertad para viajar a Bogotá y ahora se haya en Londres. ¿Por qué no fue detenida en Guatemala? Las respuestas parecieran ser circulares: “La PGR no lo solicitó”, han confirmado altas autoridades guatemaltecas. ¿Ahora, a qué le apuesta Duarte?
Este día. el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala informó al Gobierno de México que tiene 60 días para solicitar la extradición del ex mandatario de Veracruz.
Ciudad de México, 21 de abril (SinEmbargo).- Javier Duarte de Ochoa tiene la posibilidad de rechazar los cargos que presentará la Procuraduría General de la República (PGR). Un recorrido que no hubiera iniciado si la propia PGR se hubiera abstenido de solicitar una aprehensión con fines de extradición, y Duarte sido deportado.
Duarte enfrenta cargos por delincuencia organizada y manejo de recursos de procedencia ilícita, por parte de la PGR, y hoy un Juzgado en Veracruz giró una orden de aprehensión por el desvío de 2 mil 300 millones de pesos en el rubro del Seguro Popular. Este último cargo no se encuentra en la solicitud de aprehensión enviada a Guatemala el sábado.
El hecho de que Duarte se rehusara a allanarse a la extradición en Guatemala implicó que no regresará a México hasta conocer todos los cargos por los que se le persigue en México. De los cargos contra Duarte, sólo el delito de delincuencia organizada se considera grave, de acuerdo con el Nuevo Sistema de Justicia Penal.
El ex Gobernador se estaría cuidando de que más delitos graves, por los que deba guardar una mayor cantidad de años en prisión, sean añadidos. Y la PGR tiene responsabilidad.
En vez de dejar que las autoridades guatemaltecas deportaran a Duarte, el Gobierno federal mexicano envío una solicitud de aprehensión con fines de extradición, una petición que dio paso a que Javier Duarte se quedara en Guatemala y cuente con una serie de recursos legales del sistema de justicia guatemalteco.
Duarte puede saber de que se le acusa. E, incluso, rechazar cargos.
“Él tiene la posibilidad dentro de la legitima defensa, de aceptar, o rechazar los cargos. Si quiere retrasar ese proceso puede empezar a rechazar cargos”, explica David Martínez-Amador, investigador mexicano afiliado a la Red de Investigadores Insumisos Latinoamericanos, quien se ha dedicado a estudiar el crimen en la región.
El abogado Sandino Rivero explicó por su parte que, en caso de sentencia, los delitos graves tienen prioridad a la hora de pasar tiempo en prisión. “Delincuencia organizada tiene sentencias de entre cuatro y ocho años, dependiendo la gravedad”.
¿ERRORES O ESTRATEGIA?
El sábado por la noche cayó Duarte, 12 horas antes las autoridades mexicanas solicitaron mediante “un mensaje verbal”, una aprehensión con fines de extradición, confirmó la Fiscal General de Guatemala Thelma Aldana Hernández.
Por su parte, el Ministro de Gobernación de Guatemala Francisco Rivas Lara afirmó que de no existir una solicitud de aprehensión por parte de la PGR, Guatemala hubiera procedido a revisar la irregular situación migratoria de Duarte.
La deportación ha sido un recurso que ha utilizado este país para expulsar a alguien de manera rápida en casos de fugitivos capturados en casos recientes y en otros de antaño como el de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 1993.
En esa ocasión el Procurador Jorge Carpizo McGregor anunció que el Chapo había sido devuelto a México a manos de autoridades mexicanas el mismo día que oficializó la captura.
¿ENTRARÁ LA CICIG?
En una breve entrevista, el investigador Martínez-Amador detalla como el caso de Duarte de Ochoa podría ser investigado hasta por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig). Un ente, avalado por Naciones Unidas, para desmantelar la corrupción que coadyuvó a la caída del ex presidente de ese país, el General Otto Pérez Molina.
— ¿Cuál es el requisito para que el caso de Duarte entre dentro del mandato de la Cicig?
— Si se demuestra que hubo apoyos institucionales para que Duarte pudiera entrar de manera irregular a Guatemala. Si los apoyos están vinculados con situaciones del Estado, aunque no fue fueran, directamente, funcionarios, pero personeros de instituciones que están rompiendo la ley, operando con estructuras paralelas. Encontrar los puntos ciegos para entrar de México a Guatemala no los encuentras en las páginas amarillas, alguien con ese conocimiento del terreno tuvo que haber llevado a Duarte a un punto ciego. No a cualquiera, porque hay unos utilizados para el tráfico de mercancías y demás, tenía que ser un punto ciego muy discreto, donde poder pasar sin ser visto para no llamar la atención. Alguien tiene que darte la información y luego recoger para llegar a los diferentes lugares.
— En caso de que llegue la solicitud formal de extradición y a Javier Duarte no le parezca el contenido de los cargos. ¿Es posible que los descarte?
— Él tiene la posibilidad dentro de la legitima defensa, de aceptar, o rechazar los cargos. Si quiere retrasar ese proceso puede empezar a rechazar cargos. Decir: ‘perdón, pero yo no los voy a aceptar’. Y es una maraña más de tecnicismos. Lo que hay que dejar aquí en claro es que si el acepta esos cargos con los ojos cerrados, y bajando la cabeza, de todas formas, el proceso en sí de la extradición no es expedito. Puede dilatarlo por cualquier tecnicismo ridículo. El sistema permite retardar esto hasta un año. Y me parece que es una opción que tanto el régimen, como él han considerado.
— Hoy salió en la revista Time que la Fiscal Aldana está entre las 100 personas más influyentes del mundo. ¿Hay voluntad y capacidad para rastrear a la red que ayudó a Duarte?
— Yo considero que esa es una de las prioridades fundamentales del sector de justicia que tiene que enfrentar en este momento por un detalle, que parece que se ha dejado del lado. Aplicando el piensa mal y acertarás es muy revelador que el empresario guatemalteco, que se menciona que le provee el apartamento en la zona turística de Panajachel a Duarte se presenta como un empresario ganadero. Cualquiera que ha estudiado el crimen organizado sabe bastante bien que que el sector ganadero en Guatemala está claramente ligado al narcotráfico. No todos pero, es un tipo de negocio que bordea esa frontera.
— ¿Cómo interpretar que Duarte decidió reservarse el derecho de allanarse a la extradición hasta conocer la solicitud formal de extradición. ¿A qué le apuesta Duarte?
— Lo que yo supongo es que Duarte está haciendo un cálculo racional, en términos de no poder solventar la tormenta que se le viene encima. Si tiene disponibilidad de recursos, que imagino que los debe de tener, y si tiene otro tipo de apoyo local, que, es claro que lo tiene, me parece que la posibilidad de tratar de incluir el sistema de justicia guatemalteco que es tan poroso, como el mexicano. Eso significa que puede estar alejado de su país de origen, comprando algún tipo de voluntades. Comprando algún tipo beneficios en el sistema carcelario en el que se encuentra, retrasando con tecnicismos el proceso hasta el momento que se tenga que regresar.
— ¿Le conviene a Duarte estar en Guatemala en esos términos?
— A mí me parece que es una opción racional tanto para él, a eso es a lo que apuesta, a dilatar su extradición lo más que pueda. Tiene los recursos. Al mismo tiempo no incómoda a sus pares de la clase política mexicana, que lo tienen lejos, pero no tan lejos. Si de verdad quisiera volver a México simplemente hubiera dicho yo entré como mojado, me pueden deportar, y se acabó la canción.
— ¿Si la PGR no hubiera hecho la solicitud formal de aprehensión con fines de extradición ya tendríamos a Duarte en México?
— En efecto y lo más importante con lo que estás diciendo es que el mismo día que tuvo Duarte la audiencia él se reserva el derecho de aceptar o no esa petición. Por lo menos, hasta el día de ayer, el Gobierno de México no ha enviado la solicitud formal de la extradición. El argumento de peso por el que no tenemos a Duarte en México es porque hay que procesarlo por gravísimos delitos, pero con su ingreso de manera ilegal a Guatemala, simplemente lo tomas, lo deportas y se acabó.
— ¿Levanta suspicacias sobre el papel de las autoridades mexicanas?
— Hay una contradicción de acciones en el Gobierno mexicano, lo que da la impresión de que es una entrega pactada porque una de dos, o la dependencia federal es muy estúpida para no saber cómo llevar a cabo este proceso increíblemente lento. O hay algo de fondo. No puede ser que la solicitud formal de cancillería a cancillería no haya llegado a Guatemala, siendo que se trata de uno de los Gobernadores más emblemáticos de la corrupción, vinculado con otras personas, más que todo del PRI. Lo único que entonces esto parece apuntar es que están dilatando lo más que puedan la estadía de Javier Duarte en Guatemala. De manera que entonces no esté ni tan lejos, ni tan cerca, lo suficiente como para que el régimen pueda explotar políticamente esa captura, así como imagino que van a hacer explotar la de Yarringon.Pero que no esté tan cerca como para obligar al sistema acusatorio penal mexicano a buscar la justicia.