Este fin de semana el gobierno llevará a cabo una consulta ciudadana en Puebla, Tlaxcala y Morelos sobre la puesta en operación de la termoeléctrica en Huexca, construida en 2017 por Abengoa, en medio de un ambiente polarizado.
Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo).- Un grupo de investigadores expuso los impactos ambientales y sociales del Proyecto Integral Morelos (PIM), compuesto por un acueducto, un gasoducto y la termoeléctrica, que ha causado resistencia de campesinos desde 2012.
Aunque en 2014 el ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió cancelar la termoeléctrica, este fin de semana el gobierno llevará a cabo una consulta ciudadana en Puebla, Tlaxcala y Morelos sobre la puesta en operación de la termoeléctrica en Huexca, construida en 2017 por Abengoa, en medio de un ambiente polarizado.
Ayer, Samir Flores, opositor al proyecto de Amilcingo, Morelos, fue asesinado.
El 10 de febrero López Obrador estuvo en un mitin en Morelos hablando sobre el proyecto, por lo que “abonó a la polarización” ya existente en la comunidad en torno a la obra, aseguró Lilián González, especialista en megaproyectos extractivistas de la Universidad Autónoma de Morelos (UAEM).
“Su intervención fue infortunada”, consideró en conferencia de prensa en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Adrián González, del colectivo de Huexca Sembrando Grietas, dijo que esta consulta solo es para “justificar la intervención del megaproyecto que desde un inicio se tiene evidencia que no es viable” y que “está disfrazada de un ejercicio democrático”.
Aurelio Fernández, economista y especialista en desastres regionales de la Benemérita de Puebla, consideró que “esta consulta es una vacilada, una payasada, la peor que ha hecho Andrés Manuel”.
“Ya sabemos qué va a salir. Tiene que haber una consulta bien hecha, consensuada con las comunidades. Esta no. Esta es una patraña”, aseguró.
Lilián González, especialista en megaproyectos extractivistas de la Universidad Autónoma de Morelos, explicó que este Proyecto Integral Morelos forma parte del plan nacional de infraestructura.
Se conforma de 12 kilómetros de acueducto que va de Huexca al municipio de Ayala en Morelos que toma el agua del río Cuautla, del que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) planea tomar el recurso hídrico para la termoeléctrica.
También tiene un gasoducto de 160 kilómetros que pasa por Morelos, Puebla y Tlaxcala. Aurelio Fernández, de la BUAP, mostró que la CFE hizo un trazo que pasa por partes del volcán Popocatépetl de “peligro moderado”, por lo que se interpusieron ocho denuncias para su suspensión en Puebla y prosperó una.
Lilian González de la UAEM destacó que todo el proyecto “es impositivo” con violencia a falta de una consulta libre, previa e informada a las comunidades agrícolas que se oponen al despojo del agua empleada para producción de alimentos y daño de suelos.
En el acueducto, mostró con fotos, hay campamentos de los habitantes para evitar la salida del agua y la instalación de la termoeléctrica ha generado una división comunitaria y entre familias.
Antonio Sarmiento, especialista en calentamiento global de la UNAM, agregó que a 150 metros de la planta termoeléctrica hay un jardín de niños y una secundaria, por lo que debido a la contaminación de aire y sonora causó vómito y dolor de cabeza de los estudiantes.
“Todas las termoeléctricas contaminan (…) no porque el metano contamina menos que el carbón, deja de contaminar”, aseveró en contraste por lo dicho por el gobierno.
Agregó que el país ya no necesita más zonas industriales además de las existentes en Nuevo León y Coahuila, y menos en una zona agrícola que requiere agua para cultivar.
ENERGÍA SOLAR, LA ALTERNATIVA
Rocío Santos Magdaleno, del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, cuestionó la necesidad de una termoeléctrica en esa zona, ya que produciría el doble de lo que necesita Morelos.
Además, expuso, generará más dependencia al gas natural a pesar de que México tiene potencial para generar energía solar cuyos costos van a la baja y es menos contaminante.
Ya hay nueve empresas ensambladoras de paneles, resaltó.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador justifica que esta termoeléctrica es parte de la estrategia para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad y dejar de comprar energía a empresas extranjeras.
Santos Magdaleno aseguró que la energía solar garantiza independencia eléctrica y disminuye importaciones, además de no causar daños en la calidad del aire y recursos hídricos.
Antonio Sarmiento, investigador en cambio climático de la UNAM, ejemplificó que en Alemania y Estados Unidos hay un modelo para combinar los paneles solares y campos de cultivos.
“Caben perfectamente las maquinarias y no dañan los suelos”, aseguró Sarmiento.