Lilia Alejandra y Nadia Alejandra fueron asesinadas en febrero. La primera, en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el año 2001, y la segunda, en Cuautitlán Izcalli, Edomex, en 2004.
Además del mes en el que fueron privadas de la vida comparten otra tragedia: la impunidad. Por el feminicidio de Lilia aún no hay detenidos, pese a que se tiene el perfil genético de un hombre, quien estaría relacionado con el asesinato de otras cuatro mujeres. Mientras que en el caso de Nadia, uno de los supuestos asesinos está libre por fallas en la investigación.
Las familias de ambas mujeres buscarán justicia en el exterior ante la incapacidad de las autoridades mexicanas.
Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo) .- Las familias de Nadia Alejandra Muciño Márquez y Lilia Alejandra García Andrade anunciaron que continuarán e intensificarán su búsqueda de justicia ante instancias internacionales “porque en nuestro país son incapaces de proporcionarnos lo que por derecho nos corresponde: justicia y verdad”, sentenciaron.
Norma Andrade, madre de Lilia, Viviana Muciño y María Antonia Marquez Muciño, hermana y madre de Nadia, así como las abogadas Karla Michelle Salas y Carolina Hernández, representantes de las víctimas, dieron a conocer que realizarán diversas actividades en busca de que sus casos sean planteados en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con la esperanza de que los feminicidios no sigan impunes.
Sus casos son una muestra de lo que ocurre con las investigaciones y la impartición de justicia en México, con instancias que aún son omisas y negligentes, indicó Karla Michelle Salas.
“Nadia y Lilia no se conocieron pero su historias son muy similares: las privaron de la vida y lamentablemente, a pesar de la perseverancia de sus familias así como organizaciones, el Estado mexicano no les ha brindado un fallo justo”, agregó la defensora.
LILIA GARCÍA
Lilia Alejandra García Andrade desapareció el 14 de febrero de 2001 en Ciudad Juárez, Chihuahua. Siete días después, su cuerpo fue hallado sin vida y con huellas de violencia sexual.
A más de 17 años, Norma Andrade, la madre, sigue en búsqueda de justicia porque aún no hay ni una sola persona detenida pese a que ya se tiene el perfil genético de uno de sus asesinos, y se logró establecer que este hombre está relacionado con al menos otros cuatro feminicidios, en 1994, 1995, 1996 y otro más en 2005.
“Ya son 17 años exigiendo justicia”, expresó Norma Andrade, quien en su lucha ha sufrido dos atentados: el primero, cuando le asestaron cinco tiros hace seis años en Ciudad Juárez, y el segundo, fue herida con arma blanca en Ciudad de México. Las investigaciones de ambos ataques están archivadas, denunció.
El caso de Lilia fue admitido en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 2012, pero a cinco años todavía no han dado un pronunciamiento de fondo. Por lo que la familia y activistas optaron por realizar una petición en la plataforma de Change.org para que la instancia se pronuncie sobre el caso, explicó Salas.
“Se ha logrado establecer o acreditar que en Ciudad Juárez que hay un grupo o red de sujetos que secuestran, torturan y asesinan a mujeres, está relacionado con otras cuatro niñas asesinadas, entonces hay elementos que vinculan a los asesinatos, porque existen los perfiles genéticos, sin que hasta el momento tengamos a los responsables”, detalló la abogada.
Norma Andrade indicó que es necesario que la CIDH se pronuncie para llevar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en donde buscarían una sentencia que obliguen al Estado mexicano a actuar, y brindar justicia.
NADIA MUCIÑO
Un 12 de febrero de 2004, Nadia Alejandra Muciño fue asesinada frente a sus hijos por su pareja Bernardo López Gutiérrez y el hermano de él, Isidro López Gutiérrez cuando estaban dentro de su casa en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
Después del crimen, los hermanos trataron de simular que Nadia se había suicidado.
Hasta la fecha sólo Bernardo se encuentra en prisión debido a que Isidro fue liberado y la familia de Nadia teme que Bernardo también pueda quedar en libertad.
Después de años de luchar y un proceso penal, Bernardo e Isidro fueron sentenciados a 42 años de prisión. Las resoluciones fueron apeladas por los culpables y las víctimas.
Los deudos apelaron el fallo por el corto tiempo dictado como pena y los responsables por la declaratoria de culpabilidad.
En 2010, Isidro fue liberado porque la investigación de la policía ministerial incurrió en errores, omisiones. La Segunda sala del Tribunal Colegiado de Tlalnepantla lo absolvió: determinó que los niños que vieron el homicidio eran “fantasiosos e incapaces de distinguir la realidad o ficción”, denunció la familia.
“Mi país es incapaz de proporcionarnos lo que por derecho nos corresponde: justicia y verdad […]. Solo nos ha proporcionado justicia a medias porque Isidro está libre de todo cargo”, señaló María Antonia, madre de Nadia.
Aunado a ello, la mujer dijo que teme que Bernardo también pueda salir libre, puesto que la apelación a su sentencia sigue abierta.
La Comisión Mexicana de Defensa y Promocion de los Derechos Humanos, que acompaña el caso, emitió una serie de recomendaciones y observaciones a la investigación del caso de Nadia, las cuales tienen que ver con la nula diligencia que hubo al momento de la investigación, la pérdida de evidencia por parte de servidores de la Procuraduría de Justicia y la falta de atención a protocolos, indicó Carolina Hernández de dicho organismo de defensa.
A su vez, reiteró que solicitarán que el caso sea admitido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Maria Antonia, madre de Nadia, indicó que debido a que Isidro ya fue absuelto no puede ser detenido o juzgado nuevamente por este femincidio, a menos que una instancia internacional lo ordene, por eso es que piden la intervención de la CIDH.
Las familias y organizaciones lanzarán en breve las peticiones en la plataforma Change.org para insistir a que la CIDH tome una determinación de ambos casos.