Para la periodista y escritora canadiense, Naomi Klein, una de las razones por las cuales el mundo está en crisis es porque no hay partidos políticos alternos que hablen por los sectores más lastimados y que provean soluciones reales. En entrevista para Zona Franca, destaca que los políticos son ineficaces frente a Donald Trump, por ello, la sociedad civil en México y el mundo debe entrar en resistencia con una agenda articulada.
Por Kenia Velázquez Carranza
Ciudad de México/San Miguel de Allende, 21 de febrero (SinEmbargo/ZonaFranca).– Para Naomi Klein la única forma de enfrentar los tiempos oscuros y de crisis que vivimos, radica en que la sociedad civil organizada puede enfrentar al Estado de manera articulada, entendiendo que cada una de las agendas de los movimientos de resistencia tiene una misma raíz: la desigualdad económica.
En entrevista exclusiva para Zona Franca, la también activista explica que es fundamental entender cómo es que llegamos a este momento de la historia y como es que cada una de estas situaciones, que parecen ajenas y que mueven a distintos colectivos, tienen relación y origen en la desigualdad económica, desde la devastación ambiental, el racismo, la desigualdad de género hasta llegar a la violencia.
Para la escritora, al entender el proceso histórico, se pueden ofrecer soluciones y alternativas reales, que son en realidad soluciones integrales. Por ejemplo acciones que reduzcan las emisiones, que luchen por la desigualdad y aborden las profundas diferencias raciales.
Klein reflexiona que en plena era Trump “debemos entrar a la resistencia, decir no, pero aún cuando ganemos cada uno de los no, cada batalla en contra de Donald Trump, aún permaneceríamos en un lugar muy peligroso, respecto a la economía, la sociedad y la ecología”.
Una de las razones por las cuales el mundo está en crisis, “es que no tenemos partidos políticos alternos, que hablen por los sectores más lastimados y que provean soluciones reales, tiene que haber una alternativa progresista real”.
Klein, es optimista y cree que en el mejor de los casos, Donald Trump será “un catalizador, como una llamada a reaccionar y empezamos a ver eso, vemos a la gente moviéndose más allá de sus problemas particulares. En momentos como este, la gente se da cuenta de que si se queda en su pequeña caja nunca ganaremos contra la fuerza a la que nos enfrentamos”, por lo que opina que todas las causas deben ser comunes.
La periodista lamenta la poca presencia de una verdadera izquierda, “el espíritu internacional de la izquierda se ha perdido, en un enorme grado y necesitamos recuperarlo. Quizá con una cooperación más continental”.
GOLPE AL ESTADO EMPRESARIAL
Durante su conferencia impartida en el marco del Festival Internacional de Escritores y Literatura en San Miguel de Allende, Klein ahondó más sobre el papel de la sociedad civil y las distintas vías posibles.
La escritora ve que los grandes poderes se aprovechan de las crisis para mermar la democracia. Y tal es el caso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha roto el molde y los esquemas tradicionales, sin embargo, su discurso y proceder no son originales, pues al crear desconcierto, pretende sacar ventaja.
Klein recuerda que Trump ha usado el sistema para beneficiarse y lo que ahora hace es muy siniestro, pues con un gabinete de empresarios, no buscará el bien común.
La periodista dice que desde hace décadas se han ido privatizando áreas que le corresponde al gobierno manejar, pero con el gobierno de Trump, lo que se ha dado es una especie de golpe de estado por parte de grandes empresarios. Pero no todo está perdido, pues habrá fuerzas que se le opondrán al magnate.
Klein pide que estar atentos a lo que viene, pues el sistema está cambiando y “es algo muy grande que aún no entendemos”. Prevé que habrá embates de demagogos, y habrá que resistirlos.
Explica que este es el año cero y que hay que olvidar lo que sabemos y “a veces reaccionamos como si nunca antes hubiera habido alguien como Trump, como si hubiera salido de la nada”.
Y pide que “hay que recordar que Trump no viene del espacio, sino que es la encarnación de algunas de las expresiones que de esta cultura, representa las tendencias más peligrosas del siglo pasado. Él es también la representación física de un proyecto ideológico que ha declarado la guerra a lo que antes era público, es lo que se conoce como neoliberalismo”.
Trump es parte de una “receta capitalista” que provoca desigualdad, señala la canadiense, y eso pasa no sólo en Estados Unidos, sino también en Francia con la caída del partido socialista, entre otros países.
Klein llama no repetir los mismos errores, en todo caso “hay que cometer errores nuevos”, pues a nombre de la unidad se sigue el mismo camino y “no vemos nuestro lado de la ecuación política”.
La autora de “No Logo”, recurre a su primer libro para explicar cuáles son las fuerzas políticas, económicas y culturales que han creado a Trump, que lo han convertido en una marca, un producto. Su imagen está asociada al dinero y a la riqueza y se ha vendido como el jefe que hace lo que quiere cuando quiere, justo en un momento en que mucha gente “siente que ha perdido el control de su vida, que tiene muchas deudas y se sienten en una situación precaria y él proyecta poder, inmunidad e impunidad absolutos que resulta muy atractiva”.
Sin embargo, la periodista observa que es un tipo muy astuto y han fracasado los intentos por desprestigiarlo, porque se utilizan los métodos tradicionales de la política en alguien que no es un político tradicional. La buena noticia es que Trump tiene vulnerabilidades, atípicas también, como lo sería un boicot a sus productos, lo cual si le afectaría.
EL SHOCK UNE A LA GENTE
El segundo libro de Klein llamado La Doctrina Del Shock, explica como es que el capitalismo más exacerbado tomó las riendas de la economía global. En él explica que hay una estrategia para provocar o aprovechar una crisis profunda en un país: un golpe militar, un desastre natural, un colapso financiero, que deje a la población lo suficientemente vulnerable para inyectar medidas neoliberales que nadie aceptaría en otro contexto.
Pero dice que con Trump no va a funcionar del todo, pues está peleando con todos, al mismo tiempo e intenta destruir la moral y el espíritu y eso no ha sucedido, un ejemplo de ello fue la Marcha de las Mujeres. “De hecho ha logrado una especie de coalición que ha logrado que la gente se salga de los hilos, como nunca antes lo había visto y la gente está ayudando a otros”.
Klein opina que las movilizaciones de la sociedad civil si están teniendo un impacto importante, “la clave es juntarnos, unirnos y mientras más unidos estemos, cuando lleguen los ataques podremos ganar”.
La periodista considera que los ciudadanos deben enfocarse en sus problemas “y hacer algo mucho más que sólo resistir y desarrollar una coalición que no sólo sea amplia, sino inteligente, para defendernos de los ataques y para desarrollar el poder que todos queremos en el mundo y que necesitamos, esto es: deshacernos de todas estas políticas injustas, raciales y contra el cambio climático”.
“Necesitamos un análisis coherente que demuestre que todos estos problemas están interconectados, como nuestros conocimientos están interconectados. Para lograr una utopía mejor, se requiere la unión, tenemos que tener movimientos centrados, que estén de la mano con la gente y por el planeta. Necesitamos conversaciones más profundas que nos ayuden a crear el mundo que imaginamos”, señaló Klein.
La autora de “Esto lo cambia todo”, recuerda que el gobierno es el único que puede declarar un estado de emergencia, “pero no lo debemos permitir, nosotros podemos decir que el cambio climático es una emergencia, pues es una amenaza contra la vida real”.
Recuerda que “las emergencias surgen de abajo y cambian la historia: en realidad la esclavitud no era una crisis hasta que alguien lo dijo; la desigualdad de género y de raza, es una crisis que debe salir de abajo y las elites deberán de reconocer estas crisis”.
Pero ante tantos problemas, “crisis interconectadas, que se enciman unas sobre otras, ¿cómo podemos desarrollar soluciones que medianamente o radicalmente puedan ayudarnos a luchar por reducción de emisiones y alto nivel de vida en el mundo?”, se pregunta.
Aunque existe la sensación de que todo es imposible, la escritora ve que eso no es cierto, pero ya es hora de salirse del camino recorrido.
Klein dice que el cambio de sistema se debe hacer ya, pues “no está funcionando, por eso es que tenemos a un presidente como Donald Trump, porque la gente está enojada, y están buscando soluciones reales. Trump está rompiendo las reglas y si él lo está haciendo, nosotros también podemos, salirnos es esta caja tan cerrada”.
La canadiense recordó un refrán francés: el ahora llama por el optimismo, dejemos el pesimismo para tiempos peores. “Debemos encontrar nuestro valor político, intelectual y físico y con eso pensar en el futuro, como si la vida misma dependiera de eso, porque sí, depende de eso”, concluyó.
El evento, ante unas mil personas, en su mayoría residentes norteamericanos, canadienses y europeos residentes de esta población, pero también mexicanos y prensa nacional e internacional, fue evidente la preocupación que provoca el nuevo estado de cosas, derivado del cambio de poderes en los Estados Unidos. Ese ánimo estuvo presente en varias de las preguntas que le fueron hechas a la escritora.