Autora: Karla Motte
En 1921 el poeta Manuel Maples Arce lanzó un Manifiesto titulado Actual Nº1. Hoja de Vanguardia. Comprimido estridentista de Manuel Maples Arce, donde consignaba el nacimiento de un nuevo paradigma artístico en México: el estridentismo. La renovación era el espíritu de una sociedad que estaba viviendo grandes transformaciones en todos los niveles; el periodo más violento de la revolución ya había pasado y el discurso de reconstrucción nacional permeaba en prácticamente todos los ámbitos. En el Manifiesto estridentista de Maples Arce podía leerse un ímpetu subversivo que intentaba modificar las estructuras del arte y la vida cultural mediante la transgresión de las normas establecidas. Así escribió sus motivaciones para dar tal giro:
“…me centralizo en el vértice eclactante de mi insustituible categoría presentista, equiláteramente convencida y eminentemente revolucionaria, mientras que todo el mundo que está fuera del eje, se contempla esféricamente atónito con las manos torcidas, imperativa y categóricamente afirmo, sin más excepcionales a los “players” diametralmente explosivos en encidendios fonográficos y gritos acorralados, que mi estridentísimo y acendrado para defender de las pedradas literales de los últimos plebiscitos intelectivos”.
La crítica del sistema cultural se plasmó en este texto de una forma literaria totalmente innovadora, e implicó el punto inaugural de una de las vanguardias artísticas más transgresoras en un México cuyos esquemas aún estaban en proceso de consolidación. Por eso la crítica de los estridentistas se ha interpretado como visionaria de la rigidez que se instituyó en el México posrevolucionario.
Maples Arce criticó especialmente a aquellos artistas que se habían plegado a los dictados de las instituciones y el gobierno, e implícitamente hizo una invitación a los jóvenes artistas para entrar en la nueva etapa artística del estridentismo: “Con este vocablo dorado: estridentismo, hago una transcipción de los rótulos dadá, que están hechos de nada, para combatir la “nada oficial de libros, exposiciones y teatro”. Es síntesis una fuerza opuesta contra el conservantismo solidario de una colectividad anquilosada”. La respuesta de varios artistas e intelectuales fue fructífera, y varios se unieron al movimiento: Arqueles Vela, Germán List Arzubide, Salvador Gallardo, Germán Cueto, Fernando Leal, Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, Luis Quintanilla y Leopoldo Méndez.
El grupo de consolidó y llevó a cabo la mayor parte de sus trabajos en la ciudad de Veracruz, a la que rebautizaron como “Estridentópolis”. Con el respaldo académico de la Universidad Veracruzana y el apoyo del gobernador Heriberto Jara editaron varias revistas: Ser (1922), Irradiador (1923), Semáforo (1924), Horizonte (1926-1927) y el periódico “El Gladiador”. Su obra que inicialmente se planteó desde la literatura se extendió hacia otras ramas y también desarrollaron exposiciones con música, poesía y artes plásticas. La más relevante fue “El café de nadie”, que presentaron de manera grupal en la ciudad de México en 1924.
El estridentismo surgió como una propuesta artística profundamente transgresora que buscó ir a contracorriente de la tendencia oficial, en donde reinaban temas de redención social y propuestas artísticas que legitimaban al nuevo régimen. Los estridentistas se colocaron en el polo opuesto y revaloraron algunos elementos de las vanguardias artísticas para conformar un corpus artístico ecléctico, crítico y renovador.
Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo