Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo).– Expertos en temas fiscales pusieron en duda las cifras sobre recaudación de impuestos dadas a conocer por el gobierno. Consideran que el hecho de que la base de contribuyentes haya aumentado 20 por ciento, como se presume, no significa que la captación haya aumentado en la misma proporción.
El pasado 15 de enero, el Presidente de la República Enrique Peña Nieto anunció que en tan sólo 2 años se ha aumentado la base de contribuyentes en un 20 por ciento, pasando de 38.4 millones, registrados en diciembre de 2012 a 46.2 millones al cierre de 2014, y agregó que “estas cifras demuestran la importancia y los beneficios de seguir poniendo las reformas en acción”.
No obstante, investigadores y académicos consultados por SinEmbargo informaron que ampliar la base de contribuyentes no necesariamente significa más pago de impuestos, pues su incorporación puede ser ser temporal para cumplir los requisitos necesarios para recibir los beneficios obtenidos a partir de este registro o sólo, en el caso de las personas morales, para poder participar en alguna licitación.
En este sentido, los especialistas informaron que debido a que hoy en día los ingresos federales se están viendo afectados por la contracción económica nacional y a la baja en los precios del petróleo, será factible que se hagan ajustes a la Reforma Fiscal para recompensar las pérdidas actuales.
MÁS CONTRIBUYENTES MISMOS PAGOS
A partir de la aprobación de la Reforma Fiscal en 2013 y a la implementación de los programas para incluir en el padrón a la población que se encontraba en calidad de informal, la base gravable aumentó un 20 por ciento, de acuerdo con cifras proporcionadas por el gobierno federal.
Con los cambios al marco fiscal, que entraron en vigor el 1 de enero de este año, la administración de Enrique Peña Nieto, estimaba que su recaudación adicional sería de 1.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el cual crecería hasta alcanzar 2.8 por ciento al final de la actual administración.
Héctor Villareal Páez, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), consideró que el “20 por ciento es respetable, pareciera que estos programas de formalización están teniendo efecto. Aunque en un mundo ideal nosotros quisiéramos que los aumentos todavía fueran mayores. Hoy por hoy, el sector informal es muy grande y para una economía como la mexicana, la verdad es que la tasa de informalidad tan alta no es congruente con el grado de desarrollo”.
“La ironía aquí es que la idea generalizada del sector privado es que una formalización completa de la economía implicaría que la recaudación subiría de manera inmediata y ahí eso ya no es tan obvio”, agregó.
Recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer cifras que demostraron que la recaudación tributaria en México aumentó de 16.5 por ciento a 19.6 por ciento del PIB de 2000 a 2012. Asimismo, también aumentó 0.1 puntos porcentuales, de 19.5 por ciento en 2011 a 19.6 por ciento en 2012. Esto provocó que México se ubicara en el último lugar entre los 34 países de la OCDE en cuanto a impuestos como porcentaje del PIB.
Abraham Vergara Contreras, académico de la Universidad Iberoamericana, dijo que “no porque hayan aumentado las personas significan que paguen impuestos. La base gravable sí es verdad que ha aumentado, pero no necesariamente se reflejaría en que se aumenten los pagos. Hay empresas que han decidido a pasar al a formalidad o las personas físicas con actividad empresarial se han alineando a los nuevos estándares de la reforma fiscal, pero no significa que paguen impuestos”.
Y agregó que “se meten en este tipo a la formalidad por otros intereses. Quieren de su año fiscal beneficios, es decir si tienen interés en exportar o participar en licitaciones, en su momento empezarán a pagar impuestos, porque se les obligará a enseñar su pago de contribución fiscal. A ver si es cierto que cuando se hagan cuentas la recaudación tuvo ese aumento del 20 por ciento. Tendría que haber un cambio significativo en el pago de impuestos de la gente, la formalidad llevaría este incremento del pago de impuesto en beneficio de la sociedad”.
El pasado 16 de enero, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) incluyó en su lista de incumplidos a mil 828 contribuyentes exceptuados de la reserva fiscal en términos del 69 del Código Fiscal de la Federación, y 32 que se emitieron comprobantes inexistentes.
Del total de agregados, 785 correspondieron a créditos firmes, 429 exigibles, 527 a créditos cancelados, 86 a créditos condonados y uno a sentencias ejecutorias. Esta condonación ascendió a 15 millones de pesos y derivó en una recaudación de 58 millones de pesos.
POSIBLES AJUSTES EN LA REFORMA FISCAL
Cuando el Presidente de la República dio a conocer la iniciativa de su Reforma Fiscal la Cámara de Diputados como la Cámara de Senadores, el gobierno estimó y proyectó que, de ser aprobada, significaría un incremento importante de los ingresos públicos.
Sin embargo, ahora que el Gobierno federal ha revisado sus proyecciones, espera captar recursos que rondarán en la cifra del 1 por ciento del PIB en este año y 2.5 por ciento para el 2018. Lo que quiere decir que la recaudación extraordinaria proveniente de la reforma fiscal será únicamente de 1.5 por ciento del PIB para ese año.
En este sentido, los especialistas consultados informaron que si el gobierno se decidiera en revisar la Reforma Fiscal y hacer ajustes, lo primero tendría que ajustar el gasto público para compensar las pérdidas petroleras que se han generado a partir de la caída de los precios del petróleo y hacer cambios sobre el cobro de impuestos y la base de contribuyentes.
Sobre esto, Héctor Villareal dijo que “lo primero que se tiene que revisar es el gasto, se tiene que hacer una revisión del gasto público a fondo y no por encimita. El 2015 de alguna manera a grito y sombrerazo sale, ya sea por fideicomisos, por las coberturas petroleras y algún ahorro que se tenga del Fondo Mexicano del Petróleo (FMP). Y creemos que por esfuerzo recaudatorio el SAT puede aumentar en algo la recaudación tributaria, así compensar la caída de los precios del petróleo.”
Por su parte, Abraham Vergara informó que “aunque era el momento para hacerla, afecto a sectores de fuerte manera, como el textil, vivienda, construcción fueron los principales afectados, por lo que se tiene que modificar para apoyarlos, ya que sus flujos de efectivos no son suficientes.”
Y agregó que “el IVA debería de bajar al 12 por ciento y generalizarse. Aplicar para alimentos y medicinas a todos. Que nadie esté exento. En el Seguro Social a los que se le da la medicina, no la pagan esa medicina, por lo que con este aumento al final de cuentas no se verían afectados, por ejemplo.”
En enero, Miguel Messmacher Linartas, subsecretario de ingresos de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señaló que debido al daño que las finanzas públicas están teniendo por las pérdidas petroleras dijo que se buscaría compensar la disminución de ingresos por este concepto a través de recursos extraordinarios que deje la recaudación tributaria, como ocurrió el año pasado.
El director del CIEP dijo que “si no hay rebote pronto de los precios de la mezcla mexicana, el problema está en 2016 donde no hay manera de cuadrar el presupuesto con los ingresos de ahora”.
Destacó que hoy dos posibles soluciones para el 2016, ya sea mediante la reducción en gasto público, como ya ocurrió este año, lo cual consideró poco probable o aumentar la fuente de ingresos.
“Supongamos que tengamos un rebote de la mezcla y el precio se estabilizara por los 60 dólares, al gobierno ya no le faltaría tanto dinero, con una pequeña miscelánea fiscal se vuelve a cuadrar todo. Pero si se estabilizara por 45 dólares, una miscelánea no sería suficiente, se requeriría una Reforma Fiscal nueva, algo más agresivo que pueda dar recursos al gobierno para despretolizar las finanzas”, concluyó