El cierre de la zona turística se da en medio de las intensificadas protestas contra la administración de Boluarte y ante la destitución del ahora expresidente Pedro Castillo. Sin embargo, el turismo es la principal fuente de ingresos de la región Cusco.
Perú/Ciudad de México, 21 de enero (AP/SinEmbargo).– La policía peruana ingresó el sábado a la más importante universidad estatal para desalojar a manifestantes que se alojan en el predio y exigen en protestas nuevas elecciones generales, la renuncia de la Presidenta Dina Boluarte y miembros del Parlamento.
Las televisoras mostraron a casi un centenar de policías antimotines entrando después que una tanqueta rompió una de las puertas de la capitalina Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la más antigua de Sudamérica. También se observó la detención de al menos dos decenas de manifestantes a quienes colocaron boca abajo contra el piso.
Miles de manifestantes protestaron el viernes en las calles de Lima, enfrentaron gases lacrimógenos por segunda jornada consecutiva y dejaron claro que continuarán sus movilizaciones hasta la pronta realización de nuevas elecciones.
Muchos de los inconformes llegaron a Lima desde zonas remotas andinas, donde han muerto docenas de personas en medio de la agitación política en la que han quedado inmersas grandes porciones del país desde que Pedro Castillo, el primer gobernante surgido de una zona rural andina, fue destituido y encarcelado el mes pasado por haber intentado la disolución del Congreso.
Universidad de San Marcos… no son terroristas, son manifestantes del interior del país; la policía los detiene como a peligrosos delincuentes por exigir la renuncia de Dina Boluarte y el cierre del Congreso …¡Perú en Dictadura! pic.twitter.com/WH2Rtcom5U
— DΛViD.cu (@Dvd_qva) January 21, 2023
Ingreso de Fuerzas Policiales a la Universidad de San Marcos en #Perú🇵🇪. Imágenes de tanquetas ingresando a la universidad no se veían desde la dictadura de Fujimori. pic.twitter.com/JrFInRGnQE
— Radio Gráfica (@radiografica893) January 21, 2023
Hasta fecha reciente, las protestas habían tenido lugar principalmente en la región sur de Perú, con un total de 55 personas fallecidas y 700 heridas principalmente en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en medio de la crispación política.
Los manifestantes pretenden convertir a Lima —donde vive una tercera parte de los 33 millones de habitantes de Perú— en el epicentro de las protestas que comenzaron cuando Boluarte, antes vicemandataria, juramentó como Presidenta el 7 de diciembre en sustitución de Castillo.
Las protestas han desatado la peor ola de violencia política en el país en más de dos décadas. La ira contra la policía fue constante durante una marcha, en la que los manifestantes gritaban “asesinos” al pasar frente a filas de agentes provistos de cascos y escudos antidisturbios.
Boluarte ha dicho que apoya un plan para celebrar nuevas elecciones en 2024, dos años antes de lo previsto, pero los inconformes dijeron al unísono que esa propuesta carece de rapidez en particular tras considerar las muertes de las últimas semanas.
La policía de Perú ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima para desalojar un campamento de manifestantes. #LasNoticiasDeFOROtv con @evigailyang | #SiempreEnVivo | #SiempreContigo | Sigue la señal por https://t.co/kNP6CH43Xn pic.twitter.com/jvKeSt0bzM
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Castillo, un profesor carente de experiencia política que vivía en una casa de adobe de dos niveles en las tierras altas andinas, logró una estrecha victoria en las elecciones de 2021 que sacudió al establecimiento político de Perú y expusó las profundas divisiones entre los habitantes de la capital y las zonas rurales olvidadas por mucho tiempo.
Activistas bautizaron la manifestación del jueves como la “Marcha de los cuatro suyos” en referencia a los cuatro puntos cardinales del imperio inca. Es el mismo nombre que recibió otra movilización masiva en el año 2000 cuando miles de peruanos salieron a las calles para protestar contra el gobierno autocrático de Alberto Fujimori, quien dimitió meses después.
ANUNCIAN CIERRE DE MACHU PICCHU
El Gobierno de Perú anunció que, por tiempo indefinido, permanecerá cerrado el ingreso a la ciudadela inca de Machu Picchu, una joya turística del país, debido a motivos de seguridad ante las protestas que e han desplegado alrededor del país para exigir la renuncia de la Presidenta Dina Boluarte.
Por medio de un comunicado de prensa, el Gobierno peruano expuso que esta decisión se tomó luego de que el servicio ferroviario desde la ciudad de Cusco hasta Machu Picchu se suspendiera por daños a la vía férrea presuntamente provocados por manifestantes antigubernamentales.
“Se ha dispuesto el cierre a la red de caminos inca y a la llaqta (ciudadela) de Machu Picchu ante la coyuntura social y en salvaguarda de la integridad de los turistas y de la población en general”, informó el Ministerio de Cultura mediante el documento.
Con el cierre de Machu Picchu, se reporta que al menos 400 turistas se encuentran varados en Aguas Calientes/MachuPicchu, el pueblo al pie de la montaña de la urbe de piedra incaica.
El Gobierno de Boluarte precisó en el comunicado que se brindarán “todas las facilidades a los turistas nacionales y extranjeros que se vean afectados para el uso de sus boletos” desde este día y hasta un mes después de que se concluyan las movilizaciones; o para que puedan solicitar la devolución de su dinero.
El ferrocarril es el único medio de transporte a la ciudadela, ya que no existe vía de transito de vehículos que la conecte con Cusco, ubicada a 110 kilómetros.
Los rieles de la vía fueron removidos de su lugar el viernes, según la concesionaria Ferrocarril Trasandino.
El turismo es la principal fuente de ingresos de la región Cusco, cuna del imperio inca, donde se levanta en la cima de una boscosa montaña la ciudadela inca construida en el siglo XV.
Las protestas en Perú desde la destitución y detención del predecesor de Boluarte, Pedro Castillo, a principios de diciembre, dejan al menos 45 civiles y un policía muertos y han llevado al Gobierno a imponer el estado de emergencia en un tercio de las regiones del país, incluyendo la capital Lima y zonas del norte y sur.
El izquierdista Castillo, un exmaestro rural de origen indígena, fue destituido de su cargo y arrestado el 7 de diciembre después de intentar disolver el Parlamento -controlado por la derecha-, que estaba a punto de sacarlo del poder por presunta corrupción.
MANIFESTANTES INSISTEN EN RENUNCIA DE BOLUARTE
Miles de manifestantes protestaron el viernes en las calles de la capital de Perú, enfrentaron gases lacrimógenos por segunda jornada consecutiva y dejaron claro que continuarán sus movilizaciones para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y la pronta realización de nuevas elecciones.
Muchos de los inconformes llegaron a Lima desde zonas remotas andinas, donde han muerto docenas de personas en medio de la agitación política en la que han quedado inmersas grandes porciones del país desde que Pedro Castillo, el primer gobernante surgido de una zona rural andina, fue destituido y encarcelado el mes pasado por haber intentado la disolución del Congreso.
“¡Renuncia de una vez, Dina! ¿Qué es lo que quieres de nuestro Perú?”, dijo José Luis Ayma Cuentas, de 29 años, que viajó unas 20 horas para llegar a la capital desde la región sureña de Puno, que ha sido escenario de la violencia estatal más cruenta en el último mes. “Nos quedaremos hasta que renuncie, hasta que cierre el Congreso, hasta que haiga nuevas elecciones”.
Así reprime la policía en el centro de lima a manifestantes y se da lo mismo en varias calles. Represión policial al legítimo derecho a la protesta. pic.twitter.com/n9KblBQRqC
— Román Heli Paredes (@romanhelipc) January 20, 2023
Hasta fecha reciente, las protestas habían tenido lugar principalmente en la región sur de Perú, con un total de 55 personas fallecidas y 700 heridas principalmente en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en medio de la crispación política.
Los manifestantes pretenden convertir a Lima —donde vive una tercera parte de los 34 millones de habitantes de Perú— en el epicentro de las protestas que comenzaron cuando Boluarte, antes vicemandataria, juramentó como presidenta el 7 de diciembre en sustitución de Castillo.
Las protestas han desatado la peor ola de violencia política en el país en más de dos décadas.
Al principio de las movilizaciones del viernes, los manifestantes parecieron más organizados que la jornada anterior y cerraron avenidas importantes en el centro de Lima, donde agitaron banderas y corearon que “la sangre derramada jamás será olvidada”, “el pueblo no se rinde” y otros lemas.
#ParoNacional 🇵🇪
🚨Se vienen registrando disparos a quemarropa en Ilave Puno.Vía:https://t.co/q04ImE1O0P pic.twitter.com/YYSLXXLL8P
— Juan Carbajal 🇵🇪 (@juank23_7) January 20, 2023
#PNPInforma 🔴 | Ante la flagrancia de las personas que habrían tomado las instalaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en #Lima, efectivos policiales ingresaron para poder desalojarlos de dicha entidad. pic.twitter.com/RT9I8SnT0h
— Policía Nacional del Perú (@PoliciaPeru) January 21, 2023
La policía actuó más enérgicamente que el día previo y cuando vio que los manifestantes habían obstruido calles del centro de la ciudad rompieron su inmovilidad y comenzaron a dispararles cartuchos de gas lacrimógeno.
Al parecer el lanzamiento de gas lacrimógeno también fue más indiscriminado. Un grupo de inconformes que estaban sentados pacíficamente en una plaza frente a la corte suprema se vieron obligados a correr repentinamente cuando la policía se acercaba y les dispara cartucho tras cartucho de gas lacrimógeno, el cual inundó con una neblina de olor picante la zona.
“Tengo indignación, rabia”, dijo Madai Pardo Quintana, de 48 años, que ofrecía agua con bicarbonato de soda a los manifestantes para que eliminaran el gas lacrimógeno de sus ojos. “Ellos quieren que les respetemos, pero si ellos nos darían el ejemplo de respetar, también los respetaríamos.”
Nuestro comandante general Raúl Alfaro Alvarado en compañía del titular del @MininterPeru y el Alto Mando reciben en el Hospital PNP Luis N. Saenz a los efectivos policiales que resultaron heridos en los enfrentamientos que se produjeron el día de ayer en la ciudad de #Juliaca. pic.twitter.com/58wSb6laen
— Policía Nacional del Perú (@PoliciaPeru) January 20, 2023
Pardo llegó a Lima procedente de la provincia de Chanchamayo, en el centro del país, para protestar contra Boluarte y dijo que permanecería en la capital hasta que renuncie la presidenta.
La ira contra la policía fue constante durante una marcha, en la que los manifestantes gritaban “asesinos” al apsar frente a filas de agentes provistos de cascos y escudos antidisturbios.
A pocas manzanas de distancia, Doris Pacori, de 56 años, se encontraba entre los manifestantes a los que la policía había impedido llegar al Congreso.
“Son unos sirvientes de los corruptos, cobardes con ellos, pero abusivos con la gente”, gritaba Pacori en referencia a los policías mientras sostenía un cartel que decía “Dina asesina”.
Al caer la noche, los inconformes se enfrascaron en enfrentamientos con la policía y se echaban a correr. Algunos manifestantes arrojaron botellas de agua pero llenas de piedras contra los agentes.
El viernes en la noche, el ministro del Interior, Vicente Romero, elogió el proceder de la policía durante las protestas y señaló que “ha sido muy profesional”.