El tinnitus no se puede medir, no se clasifica como patología, sino como un síntoma, lo que significa que no se puede eliminar. Ni es un ruido real, ni se puede acceder a la zona donde se producen. Para hacernos una idea, es la sensación que experimentamos de forma transitoria cuando estamos en silencio después de estar expuestos a un ambiente muy ruidoso.
Por Marta Chavarría
Madrid, 21 de enero (ElDiario.es).- No se pueden ver ni se pueden escuchar (a no ser que seas la persona a quien le afectan). Tampoco se pueden cuantificar. En muchos casos, no dan tregua, siempre están ahí, las 24 horas del día. Los zumbidos en los oídos, o tinnitus o acúfenos, son ruidos que, sin que exista un estímulo externo, la persona los percibe como si fueran reales. Pero nadie más puede escucharlos porque no proceden de ninguna fuente externa. Pero tampoco son fruto de nuestra imaginación. Simplemente, no dejan “escuchar” el silencio.
Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), se calcula que entre un 10 por ciento y un 15 por ciento de los adultos han sufrido tinnitus en algún momento de su vida. De estos, un 8 por ciento puede estar relacionado con alteración del sueño. Aunque los expertos reconocen que su prevalencia en España no se sabe con precisión, sí admiten que se trata de un síntoma frecuente en la mayoría de la población, sobre todo en personas de entre 40 y 70 años.
¿QUÉ LE PASA A MIS OÍDOS?
El tinnitus no se puede medir, no se clasifica como patología, sino como un síntoma, lo que significa que no se puede eliminar. Ni es un ruido real, ni se puede acceder a la zona donde se producen. Para hacernos una idea, es la sensación que experimentamos de forma transitoria cuando estamos en silencio después de estar expuestos a un ambiente muy ruidoso.
Nuestro sistema auditivo tiende a filtrar los sonidos que no son importantes, por lo que muchas personas pueden “desconectar” y “deshacerse” de los tinnitus tras un tiempo. Puede ser que se presenten de muchas maneras distintas: que se manifieste solo en uno de los oídos, o en ambos, de forma ocasional, constante, alto o suave.
En una extensa encuesta realizada con adultos estadounidenses con tinnitus, casi un tercio de ellos reconoció que sufría los síntomas de forma constante y aproximadamente el mismo número de personas notó tinnitus a la hora de acostarse. Y es que sí se ha quedado demostrado en muchos casos que tienden a ser más evidentes durante la noche, cuando no hay tanto ruido. Tampoco todas las personas lo sufren igual, porque el tinnitus varía de forma considerable en intensidad y tipo. Algunas personas lo describen como una lluvia constante…
¿POR QUÉ APARECEN ESTOS RUIDOS?
El zumbido que podemos oír en realidad procede de la parte del oído interno, la cóclea (una especie de concha de caracol). Los cambios en la actividad nerviosa de la cóclea pueden estar causados por:
·La exposición a sonidos fuertes (martillos, motosierras, música alta)
·Una lesión en la cabeza o conmoción cerebral
·Acumulación de cera en los oídos
·Alergias que cierren los conductos auditivos
·Demasiada cafeína
·Medicamentos como aspirina, ibuprofeno o para la presión arterial
·La enfermedad de Meniere, relacionada con fluidos en el oído interno
·Pérdida de audición
·Estrés emocional
·Efecto de retirada de medicamentos del grupo de las benzodiacepinas
El tinnitus puede ser una sola cosa, o una combinación de todas, o incluso ninguna. Cada caso es único, aunque la causa más común suele ser la pérdida de audición, aunque sea mínima, sobre todo relacionada con la edad (presbiacusia). Se trata de una pérdida progresiva de la capacidad de escuchar frecuencias altas, que ocurre a medida que las personas envejecen.
Uno de los principales síntomas es el problema para comprender el habla, sobre todo en presencia de ruido de fondo. Se calcula que el número de células nerviosas en el oído medio puede empezar a disminuir a los 30 o 40 años, aunque la pérdida auditiva rara vez se empezará a notar antes de los 55 años. Debe tenerse en cuenta que la pérdida auditiva tampoco es condición sine qua non del envejecimiento (una persona con 80 años puede no tener pérdida auditiva).
En algunos casos, el tinnitus puede llegar a tener efectos emocionales importantes. Tener un ruido constante en los oídos pasa factura a muchas personas, no es agradable y puede que les produzca problemas para conciliar el sueño o para concentrarse en el trabajo. También puede haber un aumento de la ansiedad, como lo reconocen muchas personas, que describen una conexión entre la percepción del tinnitus y el estrés.
¿SE PUEDEN ELIMINAR ESTOS RUIDOS?
Como hemos dicho antes, es muy difícil eliminar y deshacerse de los tinnitus. No hay una cura ni un tratamiento científicamente probado o uno que pueda reducir los sonidos. Pero sí existen algunas estrategias para afrontar y reducirlos. Una de ellas es, según la Asociación Británica del Tinnitus, el ruido contra el ruido, es decir, intentar despistar el zumbido con otro ruido.
En la mayoría de los casos, las personas que lo sufren suelen coincidir en que es mucho más molesto en entornos tranquilos y silenciosos, de ahí que los expertos se hayan planteado como una opción de tratamiento precisamente lo que denominan terapia de sonido. Puede ayudar a aliviar el tinnitus escuchar música relajante o sonidos suaves como los del mar.
Debido también a que el 80 por ciento de las veces el tinnitus se acompaña de pérdida auditiva, otro tratamiento usado son los audífonos, que logran dos cosas: permiten que la persona pueda escuchar a los otros más fácilmente y también logran enmascarar el zumbido al “subir” el volumen de los otros sonidos naturales del entorno.