"Ha sido un gran año de mucho trabajo y aprendizaje. Es increíble, pero te deja exhausto. Lleva mucho sacrificio y cansancio", dijo en entrevista la actriz sonorense.
Tras Baby Driver, la cinta de acción de Edgar Wright, González ha participado en rodajes como Paradise Hills, Alita: Battle Angel y Hobbs and Shaw, spin off de la saga Fast and Furious.
Por Antonio Martín Guirado
Los Ángeles, EU, 20 de diciembre (EFE).- Eiza González es una de las actrices del momento. Desde que se diera a conocer en Hollywood con Baby Driver hace año y medio, la mexicana ha encadenado hasta 11 proyectos, desde superproducciones como Godzilla vs. Kong, hasta la emocionante Welcome to Marwen, de estreno mañana.
"Estoy muy orgullosa y muy feliz", dijo la artista en una entrevista con Efe. "Ha sido un gran año de mucho trabajo y aprendizaje, pero lo que me está ocurriendo es algo extremo. Es increíble, pero te deja exhausto. Lleva mucho sacrificio y cansancio", agregó.
Tras Baby Driver, la cinta de acción de Edgar Wright, ha participado en rodajes como Paradise Hills (de la española Alice Waddington, que se verá en Sundance), Alita: Battle Angel (en salas en febrero) o Hobbs and Shaw (la primera obra escindida de la saga Fast and Furious), que acaba de concluir en Londres junto a Dwayne Johnson y Jason Statham.
"No he parado de viajar alrededor del mundo y es algo que agradezco mucho. Son proyectos de los que nunca pensé que podría formar parte. No sé si es bueno o malo, pero siempre pienso que esta racha se va a acabar, así que trato de aprovecharla al máximo", declaró.
Welcome to Marwen es la nueva película de Robert Zemeckis, ganador del Óscar al mejor director por Forrest Gump. La cinta, que mezcla la técnica de motion capture (captura de movimiento) con personajes de carne y hueso, se basa en la historia real de Mark Hogancamp (Steve Carell), un hombre que recibió una paliza en un bar y perdió la mayoría de sus recuerdos.
A modo de terapia, decide usar su imaginación y construir un mundo de figuras en el jardín de su casa. Allí, lleva a cabo un sinfín de aventuras y se enfrenta a sus mayores temores acompañado por algunas de las mujeres más influyentes que pasaron por su vida.
El elenco incluye también a Diane Kruger, Janelle Monáe y Gwendoline Christie.
Para González, "se deberían hacer más películas así" por su mensaje de "esperanza, amor, aceptación y diversidad".
"Hay que apreciar a la gente como es. La película tiene un fuerte mensaje contra el bullying (acoso) y Robert, que es una leyenda del cine, ha creado una de sus obras más potentes aquí. En 2018 necesitamos más que nunca mensajes así. Y en Navidad, estamos más abiertos emocionalmente para escuchar esta historia", indicó.
"Ojalá tenga un impacto para las nuevas generaciones y en 2019 veamos más compasión y bondad", agregó.
La mexicana recalcó la excelencia del trabajo hecho con los efectos visuales, ya que la gente puede pensar que se trata de simple animación al ver las imágenes.
"Muchos no saben la diferencia. Las muñecas que ven en la película somos las actrices, con trajes especiales y cables que recogen todos nuestros movimientos y expresiones. Era lo que quería Robert para que se sintieran reales", apuntó.
González interpreta a Carlala, una cocinera que ayuda al protagonista en su rehabilitación y que emplea el vestuario típico de las "adelitas", el nombre que recibieron las mujeres que participaron en la Revolución mexicana.
"En la película, es otra muñeca la que tiene acento. Hablé con Robert y le convencí para representar a una mujer contemporánea lejos del estereotipo. Hay que reflejar una sociedad realista como los dreamers (soñadores)", sostuvo.
La artista de Sonora promete seguir en la brecha durante el próximo año y hay rumores que la colocan en la nueva versión de West Side Story, con Steven Spielberg al frente.
"Lo conocí en los Óscar y es increíble", dijo con una sonrisa y sin querer entrar en si ha participado en castings para el filme o no.
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— Eiza Gonzalez Reyna (@eizamusica) December 20, 2018
Por último, la intérprete habló del primer aniversario del fenómeno "Me Too", y reconoció que, aunque ella no ha vivido malas experiencias, en la industria "hay más conciencia y más respeto".