Una cabra sin estilo no sería nada, por lo que tenemos la opción de cambiar la apariencia de nuestra cabra, ya que gracias a las diferentes opciones de personalización dentro del juego no sólo podremos desbloquear colores o texturas diferentes de piel, equiparnos sombreros, zapatos, diferentes tipos de cuernos, camisas, chamarras, mamelucos u objetos especiales como mochilas.
Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).- Más ambiciosa, sin sentido y con mucha diversión son algunas de las pairabas que podríamos utilizar para describir una de las sagas más peculiares que ha existido en la industria de los videojuegos, de hecho, esta entrega en teoría sería apenas la segunda de la serie, sin embargo, es tanta la irreverencia del juego que los mismos desarrolladores han decidido saltarse el número 2 para ir directamente al 3, sólo porque sí.
Para esta nueva aventura, regresa el mundo abierto de la primera entrega, el cual está plagado de referencias de otros videojuegos. Desde el primer minuto del juego podemos observar una clara referencia a The Elder Scrolls: Skyrim, además de esto, el juego se presenta completamente abierto, ya que no tendremos una introducción o una manera de enseñarnos a jugar y simplemente estaremos a nuestra capacidad de exploración y de nuestra intuición siendo una cabra para hacer cosas de cabra. Adicionalmente, contaremos con un castillo donde será nuestra base, la cual podremos mejorar, así como obtener nuevos rangos.
No tenemos una historia que seguir dentro del juego, pero además de existir siendo una cabra, tenemos una gran variedad de misiones descabelladas que no podrían ser menos irreverentes, para esto, podremos acceder a nuestro mapa para explorar las diferentes regiones y poder realizar cada uno de los objetivos que nos piden, los cuales conoceremos como eventos. Además, existen retos adicionales que conoceremos como instintos, los cuales nos piden todo tipo de locuras para poder completarlos que van desde dar un backflip, explotar a 10 personas al mismo tiempo, conducir un camión de bomberos, ser atrapado por la policía, explotar un explosivo con otro explosivo entre muchas otras. Claro, el mundo está plagado de objetos coleccionables que podremos ir recolectando conforme vayamos explorando; por si fuera poco, es un juego donde podemos vivir sin consecuencia alguna ya que no contamos con una barra de vida o con daño, por lo que básicamente somos una cabra inmortal que busca divertirse a toda costa.
Una cabra sin estilo no sería nada, por lo que tenemos la opción de cambiar la apariencia de nuestra cabra, ya que gracias a las diferentes opciones de personalización dentro del juego no sólo podremos desbloquear colores o texturas diferentes de piel, equiparnos sombreros, zapatos, diferentes tipos de cuernos, camisas, chamarras, mamelucos u objetos especiales como mochilas, una pistola de chicle o un lanzador de cuetes, si no que podemos ir por un camino totalmente diferente y cambiar nuestra apariencia por completo a un cerdo, jirafa, tiburón, rinoceronte o un humano, entre otros.
En la parte del mapa y la cantidad de cosas que tenemos disponibles por hacer es bastante amplia y nos hará recorrer diferentes partes del pueblo que van desde la granja hasta la ciudad o la isla de la libertad, siendo de esta manera una gran variedad de cosas por hacer con diferentes temáticas, además de que para esto, a lo largo del mapa podremos desbloquear hasta 6 bases o castillo de cabra lo cual facilita nuestro progreso y la accesibilidad a los rangos que podemos desbloquear.
Dentro del apartado gráfico, el juego mantiene su estilo característico intentando ser un poco realista pero careciendo de muchos detalles para poder tomarlo en serio y al final del día, va un poco de la mano con lo que busca ser el juego general como una experiencia completamente cómica y poco creíble, sin embargo, las diferentes partes del mapa se logra diferenciar muy bien unas de otras y los detalles en los efectos o tipo de accesorios que podemos ponerle a nuestra cabra son bastante divertidos y bien logrados.
En la parte multijugador hay un acierto bastante grande y es la inclusión de el juego cooperativo con hasta cuatro jugadores lo hace sumamente divertido y sin duda puede ser la mejor manera de vivir esta experiencia, ya que en este caso en particular, el hecho de contar con hasta cuatro cabras creando caos por toda la ciudad es sumamente divertido, además de que en este modo de juego contamos con mini juegos adicionales que solo están disponibles con más jugadores.
Goat Simulator 3 logra ser la experiencia divertida que se propone dandole toda la liberta al jugador para explorar y completar misiones en el momento que quiera, además de tener opciones de personalización y misiones sumamente divertidas, quién sabe, tal vez en uno o dos años estemos frente a Goat Simulator 6.