Los aztecas reverenciaban el pulque, lo reservaban para las clases sociales más altas y para las ocasiones más majestuosas.
En la actualidad, el artículo octavo de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) dejó sin impuesto a la bebida por ser un derivado del aguamiel.
Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).- El pulque está exento del pago de impuestos al ser una bebida que se elabora con el aguamiel, así se determinó en el artículo octavo de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), modificada por última vez en 2017.
“El aguamiel y los productos derivados de su fermentación” no pagan este gravamen, de acuerdo con el inciso “b” del citado artículo del título “Enajenación”.
Aunque la norma no ha tenido un cambio reciente, el tema se colocó en medios nacionales debido a la respuesta dada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) a un contribuyente dedicado a la comercialización de este producto.
El mismo artículo determina que quienes participen de la elaboración de tabacos labrados, combustibles automotrices, bebidas saborizadas y combustibles fósiles y no sean fabricantes, productores o importadores no son considerados contribuyentes de este impuesto.
También han quedado eximidos el “alcohol, alcohol desnaturalizado y mieles incristalizables, siempre que por su enajenación se cumpla con las obligaciones establecidas en el artículo 19, fracciones I, II, primer párrafo, VI, VIII, X, XII y XIV de esta Ley y las demás obligaciones que establezcan las disposiciones fiscales”.
El pulque es una bebida auténticamente mexicana, conocida desde los mexicas, que surge de la fermentación del aguamiel que se obtiene del maguey.
Con esta base se pueden realizar “curados”, es decir, combinar la bebida con frutas como guayaba, mango y hasta jitomate; pero también con semillas como la nuez, el piñón y la avena que endulzan su sabor.
La bebida también es el ingrediente principal de algunos platillos típicos en diferentes regiones del país, como en Mazamitla. Un pueblo mágico de Jalisco ubicado en el corazón de la Sierra del Tigre rodeado por el Lago de Chapala y por un impresionante bosque, donde se puede probar un platillo llamado Bote: una especie de mole de olla que se elabora con pulque y con carne de res, pollo y cerdo.
HISTORIA
Los mexicanos han elaborado pulque del maguey desde hace siglos, pero la viscosa bebida dejó de ser apreciada a inicios de la década de 1970 cuando el pulque obtuvo una mala reputación como bebida de pueblerinos. Menguó el número de productores, consumidores y bares conocidos como “pulquerías”.
Los aztecas reverenciaban el pulque, lo reservaban para las clases sociales más altas y para las ocasiones más majestuosas.
En la actualidad, el pulque está disponible en numerosos sabores y grados, y ahora es posible ver lo mismo a una pareja de millennials tatuados sorbiendo pulque sabor fresa de un recipiente de un litro afuera de un bar hipster que a campesinos con sombrero vaquero que lo producen y lo beben en el campo.
-Con información de Teresa de Miguel