Jesús “El Rey” Zambada García aseguró que en 2002 cambió la estructura del Cártel de Sinaloa después de que Edgar Valdez “La Barbie”, miembro de esta organización, asesinara al hermano de uno de los líderes de los Zetas.
Nueva York, 20 de noviembre (EFE).- Jesús “El Rey” Zambada García, que estuvo a cargo de operaciones del Cártel de Sinaloa en Ciudad México y es testigo de la Fiscalía de Nueva York contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, detalló cómo evolucionó la relación de ese grupo con el Cártel de los Zetas y cómo estalló la guerra entre ellos en 2008.
En su tercera sesión declarando ante el tribunal de la corte federal en Brooklyn, en Nueva York, Zambada siguió dando detalles sobre cómo el acusado de narcotráfico habría ordenado varios asesinatos de sus rivales, así como sobornos a policías para poder actuar con impunidad.
Zambada recordó que participó en varias reuniones con su hermano Ismael “Mayo” Zambada, también líder del Cártel de Sinaloa, en que se discutieron los asesinatos.
El testigo afirmó que en 2002 cambió la estructura del Cártel de Sinaloa después de que Edgar Valdez “La Barbie”, miembro de esta organización, asesinara al hermano de uno de los líderes de los Zetas.
La Barbie se refugió con Arturo Beltrán Leyva, quien le brindó protección, iniciándose los problemas entre ambos cárteles, hasta desembocar en la guerra en 2008.
La fiscalía ha llevado este tercer día de interrogatorio a dejar establecido el organigrama de líderes de los carteles y que el acusado, a su juicio, era el máximo líder del Cártel de Sinaloa.
Zambada, a cargo de las operaciones del Cártel en Ciudad México, detalló la corrupción en el aeropuerto de esta ciudad que permitió la llegada de aviones comerciales con cargamento de cocaína desde Suramérica, así como mordidas a policías.
Explicó que pagó personalmente 250 mil dólares a un capitán de la policía para evitar que Guzmán Loera fuera capturado en 2003 en la montaña donde se había refugiado, tras fugarse de una cárcel de máxima seguridad dos años antes.
“El Rey” dijo también que entregó el dinero que exigía el capitán, que le fue luego reembolsado por orden del propio Chapo, quien se lo habría agradecido personalmente durante un encuentro que sostuvieron en el lugar donde se escondía en ese momento.