Romero Deschamps fue líder sindical de Pemex, desde donde movilizó a los miles de trabajadores para apoyar a los gobiernos priistas y sumó acusaciones de corrupción por millones de pesos.
Ciudad de México, 20 de octubre (SinEmbargo).– El nombre del fallecido Carlos Antonio Romero Deschamps está ligado al abuso e impunidad que rodean a la clase política mexicana. Lideró el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) por 26 años y desde esa posición fue partícipe de uno de los mayores escándalos de corrupción del México moderno: el Pemexgate.
En esta trama, el sindicato de Romero Deschmaps desvió en el año 2000 recursos públicos provenientes de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la campaña presidencial de Francisco Labastida, el primer priista que entregaría la Presidencia a un político de otro partido, en este caso el panista Vicente Fox Quesada, quien se vería involucrado en un escándalo similar con los “Amigos de Fox”.
El desvío de Pemex fue demostrado por las autoridades, pero no hubo responsables. Todo quedó resuelto con una multa y Romero Deschamps pudo continuar al frente del sindicato petrolero en total impunidad, rodeado de lujos para él y su familia.
Fue el hoy extinto Instituto Federal Electoral (IFE) el que comprobó que de un monto de 640 millones de pesos que Pemex envió al sindicato petrolero, funcionarios del PRI retiraron en efectivo 500 millones de pesos un mes antes de las elecciones de 2000. El órgano electoral concluyó que el dinero era para la campaña de Francisco Labastida, por lo que el 14 de marzo de 2003 impuso al tricolor una “multa histórica” de mil millones de pesos, el doble del desvío acreditado.
Lo cierto es que nunca se investigó si Pemex había enviado más dinero al sindicato y si funcionarios del PRI habrían seguido el mismo modus operandi.
Una situación que contribuyó a diluir la polémica por el Pemexgate se explica en parte con lo ocurrido con los “Amigos de Fox”, otra red de financiamiento paralelo en favor de la campaña presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), encabezada por Vicente Fox, que de igual forma quedó en la impunidad.
El único que en su momento fue buscado por la Justicia fue el actual líder petrolero Ricardo Aldana, entonces Tesorero, a quien el PAN en el Congreso perdonó de ser desaforado y procesado.
HACIA EL LIDERAZGO DEL SINDICATO PETROLERO
Romero Deschamps llegó a Pemex a sus 14 años, cuando comenzó a trabajar en la paraestatal mexicana. Fue escalando de posición e involucrándose con el Sindicato.
En 1971, se desempeñó como Comisionado nacional de este organismo, para la revisión del contrato colectivo de trabajo. Dos años después, fungió como Presidente de la Comisión Nacional Mixta de Seguridad e Higiene; y en 1976 se hizo cargo del Departamento Jurídico y de Ajustes del STPRM.
También fue Secretario General en la Sección 35 del sindicato, Asesor del Comité Ejecutivo General, Vocal del Consejo General de Vigilancia, Secretario de Organización y Estadística, Secretario del Interior y Acuerdos, y, finalmente, en 1993 llegó a la dirigencia del STPRM, para reemplazar a Sebastián Guzmán Cabrera, quien lideró a los petroleros después de la abrupta salida de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, el otro cacique petrolero, debido a su detención por parte del Gobierno de Carlos Salinas en 1989.
El petrolero estuvo al mando del sindicato, desde donde movilizó a miles de trabajadores a favor del priismo, y en sus más de 26 años de titularidad se hizo una vida de lujos que incluía propiedades costosas en resorts, una colección de relojes de oro, autos de lujo y hasta yates y viajes en jet privado.
Dejó la dirigencia del STPRM en el 2019, pero no fue hasta dos años después cuando, tras presiones del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Romero Deschamps renunció por completo a Pemex, donde aunque seguía en nómina estaba en un periodo vacacional que duraría hasta 2024, cuando concluyera el actual sexenio.
“A partir del día de hoy el señor Romero Deschamps ya presenta su renuncia. Es decir, deja de ser trabajador activo de Pemex; eso lo hace por voluntad propia y también por un exhorto que le hicimos de que aunque fuera legal [su empleo], que si estuviese acordado en las condiciones laborales, consideramos que era inmoral”, dijo en ese momento el Presidente de la República.
SinEmbargo informó en 2021 que Deschamps recibía una pensión de 45 mil 818 pesos mensuales netos que aumentó cada año, además de aguinaldo, bonificación por ventas de la petrolera, canasta básica, gas, gasolina, gastos funerarios, seguro de vida y servicios médicos integrales. Además, se reportó que Pemex está obligada a seguir pagando su pensión post mortem a familiares como su cónyuge e hijos.
DE PETROLERO AL CONGRESO DE LA UNIÓN
También tuvo una larga trayectoria política, primero al afiliarse al PRI en 1961, y luego al fungir entre 1979 y 1982 como Diputado federal por este mismo partido, cargo que repitió entre 1991 y 1994, para posteriormente pasar al Senado de la República entre 1997 y 2000, año en el cual regresó a ocupar una Diputación federal por un periodo.
Todavía nueve años después de su último encargo, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, Romero Deschamps nuevamente se hizo de una senaduría durante las legislaciones de 2012-2015 y 2015-2018.
En su segundo periodo, en el 2016, Sergio Morales Quintana del Frente Nacional Petrolero lo denunció ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) al igual que a sus hijos, por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Y en las elecciones presidenciales de 2018, Romero Deschamps hizo un llamado a los petroleros sindicalizados a que apoyaran al candidato priista José Antonio Meade, asegurando que era el único que sabía qué hacer para que México se convirtiera en una potencia mundial.
Pero con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, las pesquisas sobre su presunta corrupción, que habían quedado olvidadas, volvieron a surgir.
INVESTIGACIONES DE LA FGR
En julio de 2019, cuando su abogado Juan Collado Mocelo estaba en prisión preventiva por presunto lavado de dinero, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda lo denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR) por presunto enriquecimiento ilícito de él y seis familiares, incluyendo a su esposa, hijos, nuera y sobrinas.
También, Morales Quintana también interpuso una denuncia ante la FGR en contra del exlíder petrolero por posible administración fraudulenta, la cual se sumó a la previa de Miguel Arturo Flores Contreras, del grupo disidente Petroleros Activos en Evolución (PEA).
Para 2021, el Presidente López Obrador dio a conocer en una conferencia matutina que el exdirigente del sindicato petrolero estaba bajo la mira de la FGR por depósitos acumulados de 309 millones de pesos, los cuales habían sido detectados por la UIF.
“La Fiscalía que va a decidir si el dinero es producto de ilícitos, todo lo que tiene que hacer la autoridad. No podemos condenar a nadie sin prueba”, dijo entonces el mandatario.
Sin embargo, alcanzó antes la muerte a Romero Deschamps que la Justicia, pues a la fecha de su deceso la FGR no había avanzado en las investigaciones en su contra.
