En un foro organizado por el diario Wall Street Journal, el consejero delegado de Moderna, Stéphane Bancel, opinó que en noviembre tendrán datos preliminares de eficacia de su vacuna, aunque en qué semana ese anuncio será posible dependerá del ritmo de infectados entre su grupo de 30 mil voluntarios en la Fase 3 de pruebas clínicas.
Nueva York, 20 de octubre (EFE).- La farmacéutica Moderna espera saber si su vacuna contra la COVID-19 es efectiva en noviembre y pedir la aprobación de emergencia en Estados Unidos en diciembre, lo que confirma que el Presidente estadounidense, Donald Trump, no podrá presumir de tener una vacuna disponible antes de las elecciones del 3 de noviembre.
En un foro organizado por el diario Wall Street Journal, el consejero delegado de Moderna, Stéphane Bancel, opinó que en noviembre tendrán datos preliminares de eficacia de su vacuna, aunque en qué semana ese anuncio será posible dependerá del ritmo de infectados entre su grupo de 30 mil voluntarios en la Fase 3 de pruebas clínicas.
Una vez determinada la eficacia inicial de la vacuna contra la COVID-19, Moderna espera solicitar en diciembre la autorización de emergencia por parte de la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, con lo que podrá iniciar la distribución de las dosis.
As of Friday, October 16, 2020, 29,521 participants have been enrolled in the Phase 3 COVE study and approximately 36% of participants enrolled cumulatively are from diverse communities. 24,496 participants have received their second vaccination. https://t.co/ToJWTwNyYa pic.twitter.com/X3O5gFP898
— Moderna (@moderna_tx) October 16, 2020
Bancel reiteró que esperan poder producir 20 millones de dosis a finales de este año y 500 millones durante 2021, para lo que contarán con la empresa suiza Lonza y la española Rovi, en el proceso final de manufactura.
Los plazos dados por Moderna son similares a los de Pfizer, que espera conocer la eficacia de su vacuna en noviembre y tener datos suficientes para solicitar la autorización de la FDA a finales de ese mismo mes.
Las vacunas de Johnson & Johnson y AstraZeneca, que estaban en estado avanzado de estudios clínicos, han tenido que ser suspendidas temporalmente por efectos secundarios en algunos de los voluntarios.
Trump había prometido tener una vacuna aprobada antes de las elecciones del 3 de noviembre, pero parece evidente que eso no será posible.
Tanto Pfizer, que desarrolla su vacuna junto con la alemana BioNTech, como Moderna han asegurado que sus ritmos vienen marcados por los resultados científicos y estándares de control de calidad y seguridad y no por presiones políticas.
(WALL STREET JOURNAL) – “Moderna CEO Expects Covid-19 Vaccine Interim Results In November.”
Moderna Inc. Chief Executive Stéphane Bancel said the federal government could authorize emergency use of the company’s experimental Covid-…https://t.co/V2NzMRNk3S https://t.co/2fXA7byiBg— HI4E.Org MarkShuster (@Healthinsurane4) October 20, 2020
Ambas farmacéuticas son parte de un programa estadounidense, dotado con miles de millones de dólares, para conseguir una vacuna contra la COVID-19 en tiempo récord.