La administración federal renunció a dar estímulos fiscales grandes a empresas lo que marcó el panorama para la economía mexicana: un menor crecimiento, pero también evitar un déficit fiscal mayor.
Los analistas de Bloomberg destacaron la posibilidad de que la fortaleza del bono no sea duradera debido a que la falta de crecimiento enfile un posible recorte de la calificación crediticia del país.
Ciudad de México, 20 de octubre (SinEmbargo).- En medio de la peor crisis económica mundial en un siglo y de la recesión mexicana el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador optó por la austeridad. La decisión, que dejó sin grandes rescates financieros al sector privado, le está dando frutos a México en el mercado de bonos, de acuerdo con especialistas consultados por Bloomberg.
La apuesta de la Administración federal destaca a México como “el país emergente con una de las expansiones fiscales más modestas en respuesta al COVID”, dijo Álvaro Vivanco, jefe de estrategia para América Latina de Natwest Markets en Stamford, Connecticut al medio especializado en economía.
El Presidente López Obrador renunció a la opción de dar estímulos fiscales grandes e importantes a empresas. Este rumbo marcó el panorama: un menor crecimiento, pero también evitar un déficit fiscal mayor. Con esta base los grupos de inversionistas observan a la economía con menores riesgos de pago.
“Si bien esta austeridad no es buena para el crecimiento, convierte a México en una apuesta muy segura en bonos, especialmente en el extremo largo de la curva de Estados Unidos”, continuó el analista de Natwest Markets para la nota publicada por Justin Villamil, George Lei y Jaqueline Ting Quesada.
En el mercado de deuda de la última jornada de cotizaciones, el rendimiento del bono de México a 10 años (MX10YT=RR) verificado por la agencia Reuters subió un punto base a 5.86 por ciento, mientras que la tasa a 20 años (MX20YT=RR) sumó dos a un 7.00 por ciento.
Los analistas de Bloomberg destacaron la posibilidad de que la fortaleza del bono puede no durar debido a que la falta de crecimiento, con la caída histórica del PIB de 18.7 por ciento, enfila un posible recorte de la calificación crediticia del país. Vivanco expresó que los bonos del país no se verán afectados por las elecciones estadounidenses como si pasará con los de aquél país, lo que podría impulsar la demanda de la compra de la deuda mexicana.
“Con Banxico señalando que su ciclo de relajación está a punto de terminar, se espera que las tasas y los rendimientos fluctúen dentro de sus rangos recientes”, dijo George Lei, estratega de Bloomberg FX. “La inflación de mediados de octubre prevista para el jueves arrojará luz sobre si las ganancias de precios han comenzado a disminuir como se predijo, y potencialmente moverán las expectativas sobre si habrá otro recorte de 25 puntos básicos durante el resto de 2020”.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró 1.5 puntos porcentuales la previsión de la contracción de la economía mexicana al cierre de 2020: el PIB caerá -9.o por ciento. El cambio en la perspectiva de la institución ocurrió luego de que en junio pronosticara un descenso del 10.5 y pese a que los datos del segundo trimestre del año fueron más débiles de lo proyectado, con bajas en la demanda interna y la propagación de la pandemia de la COVID-19.
Hacia 2021 la recuperación de México será del 3.5 por ciento, de acuerdo con las “Perspectivas de la Economía Mundial, octubre de 2020”, desde el 3.3 previsto en la revisión de junio.
El Banco Mundial alertó que México está entre las economías más golpeadas por su dependencia del turismo, por lo que previó una contracción del PIB de -10 por ciento, desde el -7.5 anterior; para 2021 pronosticó un crecimiento de 3.7 por ciento. Además volvió a empeorar por segunda vez las previsiones para las economías de América Latina y el Caribe, pasando de la contracción del 7.2 por ciento estimada en junio al 7.9 por ciento actual.
La deuda pública mexicana crecerá hasta el 54.7 por ciento del PIB durante 2020, lo que significaría el nivel más alto en décadas, pese a la “estricta postura fiscal” y a que la recaudación fue “mayor a la esperada”, estimó este la agencia Fitch. La agencia Standard & Poor’s estimó que el país tendrá una de las más lentas recuperaciones de entre las naciones emergentes y el PIB se contraerá -10.4 por ciento.
La calificadora S&P aumentó 1.9 por ciento su previsión de caída del PIB nacional, desde el -8.5 por ciento anterior, debido a una “contracción más débil de lo esperado en el segundo trimestre”.