El presupuesto del sector educativo para 2023 se enfoca en becas y el programa la Escuela es Nuestra, del cual no es claro cómo se distribuye para infraestructura, a la par de que hay casos de escuelas con problemas estructurales de antaño y recientemente por el sismo del 19S.
Ciudad de México, 20 de septiembre (SinEmbargo).– El Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, aseguró en la entrega del Paquete Económico 2023 que el sector educativo es una de las prioridades junto con programas sociales, salud y seguridad. Sin embargo, el proyecto de presupuesto se enfocó en becas y el programa de subsidios la Escuela es Nuestra, mientras que en una primaria de Monterrey los alumnos de quinto estuvieron con cascos para protegerse del techo de su salón apunto de caerse, jóvenes de una telesecundaria en Xalapa toman clases en la calle por temor a hundimiento y en un kínder de Xaltocan, Estado de México, los niños estudian sin bancas.
A ello se sumó, luego del temblor de 7.7 grados con epicentro en Michoacán, que al menos 76 escuelas primarias y secundarias resultaron dañadas, una de ellas de alto riesgo ubicada en la Alcaldía Iztapalapa, por lo que las clases están suspendidas, informó la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) de la Ciudad de México.
Tras sismos, fuertes lluvias y la pandemia, en que se evidenció la falta de infraestructura para higiene e incluso hubo robo de inmobiliario, “no hay algo específico para infraestructura educativa en el presupuesto para 2023”, dijo Alejandra Macías, la directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
De los 402 mil 276 millones de pesos destinados al ramo educativo para el siguiente año –en que se implementará el nuevo modelo educativo–, sólo 420 millones de pesos (0.10 por ciento) se planea destinar al mantenimiento de infraestructura y proyectos de infraestructura social. En tanto, 34 mil 922 millones van para las becas de educación básica “Benito Juárez” y 27 mil 052 millones para el programa la Escuela es Nuestra. Y del aumento de 44 mil millones de pesos respecto a lo aprobado en 2022, el 49.5 por ciento se concentra en aumentos salariales.
“Lo que existe es la Escuela es Nuestra, que tiene reglas de operación y, que dentro de ellas, uno de los objetivos es la infraestructura [física educativa a nivel nacional]. Pero eso va a depender de las decisiones que tomen los Comités Escolares de Administración Participativa dentro de la escuela porque los recursos también se tienen que repartir con Escuela de Tiempo Completo, Alimentación y, si deciden arreglar infraestructura, habrá recursos para eso. Sin embargo, nos queda la duda sobre cómo será el seguimiento de ese presupuesto y si se privilegie la infraestructura”, comentó Macías.
Techo de una escuela se derrumba en Monterrey; ahora los alumnos usan cascos durante clases (nota de David Casas en OEM-Informex) https://t.co/hGOANtfNSt via @julioastillero pic.twitter.com/Ijzz5s8sSi
— Víctor Hugo (@perfildehugo) September 10, 2022
El jueves 8 de septiembre, cuando Hacienda entregó el proyecto de presupuesto 2023 a la Cámara de Diputados, los alumnos de 5º de la primaria “Jesús González Ortega” en Monterrey encontraron unos tres metros del techo de su salón sobre el suelo y escritorio, tras una semana de lluvias históricas posteriores a una prolongada y severa sequía en la entidad norteña. El riesgo de un desplome se extiende a tres aulas más.
De acuerdo con los padres de familia, la escuela de 60 años de antigüedad lleva años con problemas estructurales y los trabajos recientes de impermeabilización fueron deficientes, por lo que acordaron que sus hijos asistieran a estudiar al salón de a lado con cascos de construcción o de bicicleta al día siguiente, ya que las lluvias debilitaron el yeso y concreto.
“No puede ser posible que los de la Secretaría de Educación reciban su sueldo constante y sonante, mientras que las escuelas de Nuevo León están en deplorable situación. Mi hijo tampoco tiene un aula dónde estudiar, andan de arriba para abajo dejando sin clases un día a la semana a otros grados para que puedan tener un salón dónde tomar clases por la misma situación de los techos”, comentó una madre de familia sobre el caso de la primaria del fraccionamiento Bernardo Reyes.
También afectados por lluvias intensas en Veracruz, más de cien alumnos de la telesecundaria “Jaime Torres Bodet” en Xalapa toman clases en la banqueta por temor a un hundimiento y deslizamiento de un cerro cercano. Los padres de familia bloquearon calles esta semana para exigir a la autoridad educativa local reubicación por problemas estructurales del edificio.
En el centro del país, en Xaltocan, Estado de México, estudiantes del jardín de niños “Calmecac” estudian afuera de las aulas recién inauguradas por falta de bancas, cerca de las obras en proceso de la barda perimetral que divide a la comunidad indígena del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”. Tampoco cuentan con baños.
Elementos de la Secretaría de Marina (Sedena) y la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedatu) se acercaron desde 2019 para ofrecerles obras de mejoramiento urbano, como escuelas, a cambio de que cedieran 128 hectáreas de su territorio para construir parte del aeropuerto. Al momento, la Sedatu sigue sin entregar la primaria y la secundaria presentó inundaciones.
“El municipio de Nextlapa recibió el kínder sin el inmobiliario, entonces cómo van a estudiar los niños”, cuestionó Jesús, habitante de Xaltocan a tres semanas que iniciaron las clases del ciclo 2022-2023 en el país.
Planteó que Servicios Educativos de la Secretaría de Educación del Edomex “tienen que presionar para que nos traigan las bancas”. En tanto, la primaria será entregada cuando se termine de levantar la barda lateral. “Esperemos que la terminen a fin de mes”, dijo.
La Secretaría de Educación del Estado de México informó a SinEmbargo que el Instituto Mexiquense de la Infraestructura Física Educativa (IMIFE), al realizar una supervisión técnica el 8 de septiembre, determinó que también se necesita rehabilitar la red eléctrica, hidráulica y colocar sanitarios, por lo que sugiere incluirlo “en el próximo programa presupuestal, para la
ejecución de los trabajos referidos”.
Sobre la secundaria, el IMIFE cuantificó el mobiliario que se requería: butacas, mesas, pizarrones y mesas de laboratorio, mismo que ya fue solicitado a la Subsecretaria de Administración y Finanzas de la SEDUC; también se informó a los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM) para la atención de planteles federalizados.
CIERRE DEFINITIVO DE ESCUELAS POR COVID
Uno de los objetivos del Sistema Educativo Nacional es garantizar entornos favorables para la enseñanza y el aprendizaje que va desde contar con planteles con infraestructura completa, debidamente equipados, seguros y limpios, así como aulas iluminadas y ventiladas, hasta ambientes basados en el respeto, la colaboración, la sana convivencia y la disciplina, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuya dirección acaba de renovarse para que la extitular Delfina Gómez contienda por la gubernatura del Estado de México por segunda ocasión.
Sin embargo, la COVID-19 expuso debilidades estructurales del Sistema Educativo Nacional y amplió las brechas existentes en el acceso a la educación, a los maestros y a las escuelas de alta calidad tras el rezago educativo por el programa Aprende en Casa, el cierre prolongado de escuelas y el abandono de al menos un millón 139 mil estudiantes de educación básica, analizó Alejandra Llanos, investigadora del CIEP.
La Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que de los 33.6 millones de estudiantes inscritos en el ciclo 2019-2020, 738 mil 400 (2.2 por ciento) no concluyeron el ciclo escolar. De los 435 mil estudiantes que dijeron haber dejado la escuela por el COVID-19, el 36 por ciento detalló que fue porque su escuela –pública y privada– cerró definitiva o temporalmente.
Para el ciclo escolar 2020-2021, en plena pandemia, 5.2 millones de menores no fueron inscritos; el 2.3 millones por la COVID-19, 2.9 millones por falta de recursos no asociado al coronavirus y 400 mil de ellos porque no había escuela, estaba lejos o no había cupo. De los 2.3 millones de no inscritos por COVID-19, el 19.3 por ciento aseguró que fue porque la escuela cerró definitivamente.