Sly se interna de nueva cuenta en la piel de Rambo, un personaje que esta cerca de cumplir cuatro décadas desde su primera aparición con aquella cinta First Blood a la que por supuesto hace referencia el título de esta entrega, para presentarnos la que puede ser la historia más personal del veterano de guerra que ha encontrado una familia y ahora debe protegerla.
Ciudad de México, 20 de septiembre (SinEmbargo).- Sylvester Stallone regresa a la pantalla grande como John Rambo con la quinta entrega en la saga de este famoso personaje que este fin de semana llega a las salas de cine bajo el nombre de Rambo: Last Blood.
En esta ocasión Rambo se ha retirado y vive tranquilo, aunque con las huellas de la guerra que parecen nunca abandonarlo, en su rancho en Arizona junto a su familia. Todo cambia cuando su sobrina cruza la frontera y desaparece en territorio mexicano, Rambo emprende así un viaje con el objetivo de encontrarla. El veterano se encontrará con un peligroso grupo criminal relacionado a la trata de personas que lo llevará a usar sus habilidades de combate.
Sly se interna de nueva cuenta en la piel de Rambo, un personaje que esta cerca de cumplir cuatro décadas desde su primera aparición con aquella cinta First Blood a la que por supuesto hace referencia esta entrega, para presentarnos la que puede ser la historia más personal del veterano de guerra que ha encontrado una familia y se ha establecido en un lugar.
Rambo: Last Blood nos recuerda la desafortunada realidad que ocurre en nuestro país: la delincuencia, violencia y en especial la trata de personas; aunque Stallone haya señalado durante su visita a México que la película "no es una declaración acerca de lo que está pasando entre Estados Unidos y México", es inevitable no pensar en ello.
Pareciera que esta cinta hace uso de las escenas que antes no se habría podido integrar en otras películas de Rambo debido a la violencia que muestran, situación que ahora no resulta tan problemática de mostrar en el cine con clasificación C. Desde la prostitución hasta un campo de guerra en un rancho con decapitados, las imágenes son fuertes y crudas, algo que los seguidores de Rambo comprenderán.
Adriana Barraza, Yvette Monreal, Paz Vega, Óscar Jaenada y Sergio Peris-Mencheta completan el reparto junto a Stallone y bajo la dirección de Adrian Grunberg logran una buena interpretación de sus personajes.
Rambo: Last Blood es una cinta que tiene la esencia de Rambo, de un personaje que reconoce la maldad del mundo y sabe como usar sus propios demonios para enfrentarla; una opción para quienes busquen escenas, eso sí bien logradas, de violencia y sangre y una película que los fanáticos de John Rambo no pueden perderse. Un buen consejo es permanecer en la sala y ver los créditos ya que realizan un emotivo homenaje al personaje que marcó la carrera de Sylvester Stallone.