Ciudad de México, 20 de septiembre (SinEmbargo).– El 11 de septiembre, un grupo de 14 mexicanos llegó a Egipto como el inicio de lo que sería un recorrido alrededor del místico país, en el que alimentarían su espíritu y finalizarían con una meditación que los reconciliaría consigo mismos. Pero el viaje espiritual terminó antes de lo planeado, con tres horas de disparos desde el aire. Ocho de estos mexicanos, principalmente de Jalisco, perdieron la vida y otros seis resultaron heridos.
El convoy en el que viajaban 22 personas –entre mexicanos y egipcios– a bordo de tres vehículos fue atacado inesperadamente luego de que fuerzas policiacas egipcias confundieran a los turistas con terroristas, quienes, según las explicaciones oficiales del gobierno, se encontraban en una zona prohibida.
La agencia organizadora del viaje de los mexicanos Windows of Egypt, ha señalado que el área del ataque estaba fuerza de su responsabilidad, a pesar de que una policía acompañaba a los turistas y que en todo caso hubiera los hubiera alertado si el área fuera restringida.
Por su parte, el gobierno de Egipto clasificó toda la información relacionada con el incidente. En una carta, Sameh Shoukry, Ministro de Exteriores egipcio comparó la violencia terrorista en su país con la guerra contra los cárteles de la droga que se libra en México desde 2006.
Los seis heridos llegaron el pasado viernes de regreso a México, pero los restos de los ocho fallecidos aún permanecen en Egipto por tratarse de un asunto grave.
El grupo que emprendió el viaje era muy diverso: incluía un chamán, matrimonios, una modelo y emprendedores, entre otros.
María Enriqueta Rojas Tacalco, Vanessa Ramírez Letechipia, Lilia Gabriela Chávez, Israel Gonzalez Delgadillo, María Elena Cruz Muñoz, Luis Barajas Fernández, María de Lourdes Fernández Rubio y Rafael J. Bejarano Rangel fallecieron víctimas del ataque.
Colette Gaxiola Inzunza, Carmen Susana Calderón Gallegos, Juan Pablo García Chávez, Patricia Elizabeth Velarde Calderón, Gretel Overhage Chávez y Marisela Rangel Dávalos, resultaron heridos.
De acuerdo con el programa de viaje que la agencia entregó a la Policía Turística de Egipto y que circuló en las redes sociales, el convoy lo integraban un auto y 10 turistas que visitarían las pirámides de Giza , al Zoco de Khan al Khalili, los oasis de Bahareya, Dahla, Al Jarga; Luxor y Assuán y la zona de Sakara, en El Cairo, para finalmente regresar a México el 25 de septiembre.
Sin embargo, en el convoy atacado el 13 de septiembre había 22 personas y tres autos. Este tipo de viajes “espirituales” eran organizados por Marisela Rangel Dávalos desde hace una década sin que hasta ahora se hubiera presentado algún incidente.
Los mexicanos realizaban una excursión turística al oasis de Bahariya, ubicado 400 kilómetros al suroeste de El Cairo, cuando fueron bombardeados desde el aire por el Ejército y la policía egipcias, según narraron los sobrevivientes. También murieron cuatro egipcios.
Según declaró al diario Reforma, el familiar de una de las víctimas, el atractivo de estos viajes era el perfil espiritual y místico a través del cual se intentaba crear un vínculo entre la cultura egipcia y la mexicana.
“Los viajes que se hacen con Marisela no son de turistas comunes sino son especiales, así los llamaba Nabil Al Tamawi, dueño de la agencia y egiptólogo”, explicó el familiar.
Marisela Rangel resultó herida en el ataque, mientras que su hijo, Rafael Bejarano Rangel falleció en el lugar.
“Los grupos que iban con Marisela, usualmente somos personas que vamos en esa búsqueda espiritual. Eso es lo que nos unifica, somos personas que vamos más allá de un interés turístico”, agregó el familiar que participó en el viaje de 2012.
UN VIAJE DE CONTRADICCIONES
Las versiones sobre lo sucedido a los turistas mexicanos son variadas y contradictorias. El Ministerio del Interior del país africano sostiene que los turistas estaban en una zona prohibida justo en el momento en el que se desarrollaba una persecución por parte de fuerzas del Ejército y la policía contra terroristas que viajaban en vehículos todoterreno, parecidos a los utilizados por los visitantes.
El Ministerio de Turismo dijo que el grupo no tenía las licencia necesarias para estar en dicho lugar, pero la Asociación de Guías Turísticos de Egipto aseguró que el grupo tenía todos los papeles en regla y la empresa organizadora, Windows of Egypt, publicó en redes sociales el documento con el que habían informado del viaje a la policía que en encarga de resguardar a los turistas.
Pero en el papel se informaba solamente de 10 turistas y un solo autos, mientras que el convoy que fue atacado esta integrado por 22 personas, entre ellas una policía, y cuatro autos. El documento, publicado también por agencias internacionales de noticias, no indicaba que habría una comida en el desierto. La agencia se deslinda de esta parada, que según testimonios de los sobrevivientes, fue necesaria porque una de las pasajeras, enferma de diabetes, necesitaba comer.
El guía que capitaneaba la excursión, Nabil El Tamawi, está muerto.
Desde que se dio a conocer la tragedia, existió información confusa en ambos países, pues mientras en México se hablaba de dos muertos, Egipto ya reconocía al menos seis.
Una de las sobrevivientes aseguró que las autoridades pararon el convoy dos veces y que los guías les enseñaron unos papeles con los que los dejaron continuar.
EL GRUPO DE VIAJE
Susana Calderón, residente de Guadalajara, logró sobrevivir al ataque, pero su esposo, Luis Barajas Fernández no corrió con la misma suerte.
José Luis Barajas Fernández, según informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), era ingeniero agrónomo, de 49 años de edad, especializado en fitotecnia. Nació en Ciudad Madero, Tamaulipas, pero desde hace más de 20 años vivía en Guadalajara, Jalisco. Colaboraba con empresas vinculadas con productos médicos, pero hace poco había decidido independizarse y trabajar por su cuenta. Según familiares había liquidado en viaje en varios pagos.
“Dios quiso que conociera lo que es el miedo de verdad, la soledad, ¿por qué?, ¿qué había allí? Nada, no había nada. Le llaman el desierto de los mares”, dijo Susana en una entrevista con el diario El Informador, de Guadalajara.
“Estoy en un desconcierto total, no sé por qué. No sé, yo no termino de entender. Porque se vio la saña con la que iban y venían, fueron como cinco veces. Fuimos bombardeados como cinco veces, siempre desde el aire. Todo duró unas tres horas”, relató.
Aseguró que después del primer ataque, los integrantes del grupo estaban “muy mal”, ya habían muerto la organizadora, el guía principal y la policía que los acompañaba.
Ella y su esposo, con quien llevaba 20 años de matrimonio, no tienen hijos.
“Sólo éramos él y yo. Nada más. No tenemos mascotas”. Susana y Luis llevaban planeando el viaje desde mayo “era el viaje de nuestras vidas. Después de Egipto íbamos a París y comenzábamos un recorrido por Europa. Íbamos a Francia, Bélgica, Alemania, Austria e Italia. Lo planeamos juntos, era el viaje de nuestras vidas”, dijo desde la cama del hospital.
“Vi a mi esposo cuando me subían a la camilla para traerme al hospital. Lo escuché diciéndome que me amaba. Y yo le dije que yo también. Y ya no supe de él. Todos los días preguntaba a las enfermeras que me dijeran si estaba aquí en el hospital. Hasta hoy en la mañana, que vino la Secretaria de Relaciones Exteriores, me dijo que mi esposo había fallecido, que no había alcanzado a llegar al hospital. Y que no me lo habían querido decir hasta después de que me operaran del brazo”, expresó
La pareja abrió hace tiempo una empresa de material hospitalario. “Todo lo que un hospital pueda necesitar excepto medicamentos. Los dos trabajábamos allí. Ahora tendré que pensar bien, porque no sé qué voy a hacer”.
Su sobrina Patricia Elizabeth Velarde Calderón, quien también resultó herida.
La tragedia de los turistas mexicanos enlutó también al mundo de la moda en el país. Durante el ataque perdió la vida, Enriqueta Rojas una de las principales promotoras de las grandes pasarelas mexicanas.
Dueña de la agencia “Queta Rojas Modelos”, la empresaria de origen potosino ha sido ampliamente llorada por modelos, actrices y personajes relacionado con el periodismo de sociales.
Rojas había viajado a Egipto buscando calmar su espíritu, luego de que a principios de año sufriera algunos problemas de salud.
Así lo cuenta la periodista y editora Sagrario Saraid, en su columna de The Guilty Code, publicada con el título “Amigos que mueren en Egipto”.
De su agencia surgieron las más importantes modelos nacionales, como las actrices Ludwika Paleta, Iliana Fox y Fernanda Romero, entre más de 70 nombres vistos en exitosas campañas publicitarias y engalanando las principales plataformas de moda.
La agencia se hizo fuerte gracias a colaboraciones constantes con las revistas Marie Claire, Harpers Bazaar, Elle, Glamour, Travel and Leisure , Maxim, 192, Deep, Veintitantos, Men’s Health, Balance, Saludable, GQ , Life and Style, Quién, Sport Life, Runners World y Glow!, y trabajos con tiendas departamentales como el Palacio de Hierro, Liverpool, Sears y Saks Fifth Avenue.
Entre las campañas publicitarias a nivel internacional más conocidas se encuentran, American Express, Visa, Urban Outfitters, Gillette, Ariel, ATT, Movistar, Altel, JC Penny, Taco Bell, McDonalds, Ades y Obao para Brasil, Budlight, Miller, Brandy Presidente, Nissan, Toyota y Volkswagen entre otras.
Sus modelos han participado en las colecciones de Chanel, Hermes, Louis Vuitton, Salvatore Ferragamo, Gucci, Tommy Hilfiger, Hugo Boss, Ermenegildo Zegna, Roberto Cavalli entre otras.
“Te vamos a extrañar, Queta querida. Nos quedaron muchas cosas pendientes. Mi corazón está triste. Te recuerdo siempre con esa sonrisa tan tuya, con la cual iluminabas cualquier lugar donde estabas. Buen viaje”, escribió en Twitter la actriz Ludwika Paleta.
Otros dos integrantes del grupo eran Marisela Rangel Dávalos y su hijo Rafael J. Bejarano Rangel, quien también falleció, Gabriela Bejarano Rangel, hija de Marisela, explicó a Grupo Imagen Multimedia que su mamá era quien organizaba desde hace 10 años dichos viajes entre amigos de su familia.
Estos se realizaban contratando a una agencia de guía de turistas en Egipto, y que de hecho ya eran amigos del dueño de la agencia, quien en persona los acompañaba durante los recorridos que hacían hasta dos veces al año.
“No era la primera vez que hacían recorridos en esa área de los desiertos. Ellos estaban en un área permitida”, aseguró.
Marisela es terapeuta en medicinas alternativas y su hijo “era músico y embajador de la paz” que apoyaba a una comunidad huichol en Jalisco con gestiones para la construcción de escuelas. Se autocalificaba como chamán, e invocaba a espíritus para hacer sanaciones. Esta era la segunda vez en el año que viajaba al país africano.
“Me entero porque me mandan un mensaje, porque un familiar de uno de los que fue al viaje vio las noticias. Entonces me puse en contacto con uno de los sobrinos del dueño de la agencia de guía de turistas; él era el que era nuestro guía, era nuestro amigo. Él falleció también en este atentado. Me comunico con este muchacho para preguntarle y él me pasa el teléfono de otro de los chicos que también conozco y él fue el que me confirma quiénes son (las personas fallecidas).”
Insistió en que todos ellos se conocían. “Se me hace muy extraño. Nunca tuvimos ningún tipo de experiencia violenta”, expuso.
A pregunta expresa sobre si los viajeros tienen algún tipo de relación con grupos extremistas, respondió: “No creo que los hayan confundido. No les pidieron identificación. Ni siquiera somos fanáticos de cantantes. Somos personas de bien que queremos lo mejor para este país”.
María Elena Cruz Muñoz, una ex Diputada priista –posteriormente militante del Partido Acción Nacional (PAN)–, también falleció en el desierto. Familiares, amigos, políticos y el PAN de Jalisco confirmaron a medios mexicanos su fallecimiento.
También fue directora del Instituto Jalisciense de las Mujeres, y regidora en el Ayuntamiento de Guadalajara. Se le vincula con algunos de los grupos más conservadores y cercanos a la Iglesia Católica de Jalisco.
Sus compañeros del PAN la recuerdan como “una mujer discreta”. En noviembre de 2014 visitó Egipto. “Fue un viaje memorable”, escribió en su página de Facebook.
María de Lourdes Fernández Rubio, de 47 años, es otra de las fallecidas, según el periódico Enfoque Informativo, era contadora pública egresada de la Universidad Autónoma de Nayarit.
Israel González Delgadillo, de 30 años de edad, originario de León, es uno de los ocho turistas que murieron durante el ataque del Ejército egipcio.
Su padre, Rodolfo González Alcalá, aseguró a Televisa que Israel era un enamorado de la cultura egipcia, lo que motivo que pagara un viaje para toda su familia hace un año. Pero esta vez Israel decidió viajar solo.
“Hace un año estuvimos toda la familia y por allá a él le gusto y lo invitaron y se volvió a ir de vacaciones”, dijo.
Colette Gaxiola Inzunza, una de las heridas, es una fotógrafa, maestra de Reiki, amante de los gatos y defiende causas como el Internet libre.
La última publicación de la maestra de Reiki en su muro de Facebook fue un saludo para una de sus amigas. Era el 13 de septiembre alrededor de las 13:00 horas, unos minutos antes de que tres aviones de la Fuerza Aérea egipcia la atacaran a ella y a otros 13 mexicanos en el desierto.