Si bien a lo largo de la actual administración, el principio de división de poderes ha sido cuestionado de manera constante. Estas interrogantes se han intensificado en los últimos meses tras la presentación del paquete de iniciativas del presidente López Obrador, que incluye la reforma al Poder Judicial. Cabe recordar que el Artículo 49 de la Constitución establece que el poder de la Federación se divide en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y que no puede ni debe depositarse en una sola persona. La finalidad de esta división es mantener un equilibrio entre las fuerzas, lo que conocemos como pesos y contrapesos, y proteger las libertades individuales.

El paquete de reformas, en particular la reforma al Poder Judicial, ha generado una serie de debates en el contexto de los resultados de la elección del 2 de junio, en los que MORENA logró alcanzar la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y quedó a tres escaños de distancia en el Senado (resultados pendientes de la calificación de la elección). Además, la nueva administración contará con un respaldo importante en todo el país y en los diferentes niveles de gobierno, con 24 de 32 gubernaturas representadas por MORENA y aliados, y la mayoría en 27 congresos locales. Aunque esto representa una oportunidad para avanzar los intereses de la 4T, tanto en la alineación de discursos y prioridades como en la votación de las reformas constitucionales (donde se requiere al menos la aprobación de 17 congresos), también es importante destacar los retos que esto implica para la democracia mexicana.

• Amplia legitimidad conlleva gran responsabilidad. El nuevo gobierno llegará con un apoyo histórico entre la población. El voto de confianza otorgado para MORENA y sus aliados, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo, les brinda un respaldo para facilitar la implementación del proyecto político que representan. Sin embargo, en sus diferentes discursos, la virtual presidenta electa ha reiterado que gobernará para todos y que se deberá de evitar la confrontación. En ese sentido, será importante ver si dicho discurso es llevado a la realidad, y de ser el caso, de qué manera se garantizará que la diversidad de voces sea escuchada y que exista espacio para el diálogo y la negociación.
• El modelo electoral mexicano ha sido garante del sistema de pesos y contrapesos. Este modelo ha permitido la alternancia, la representación de las minorías y la rendición de cuentas. Por ello, es fundamental analizar a fondo tanto la reforma electoral planteada en el paquete de reformas del presidente López Obrador, como la intención de Claudia Sheinbaum de eliminar la reelección. Los cambios propuestos por ambos podrían amenazar el pluralismo, debilitar las minorías y reducir el papel del Congreso como contrapeso.
• El papel de la oposición, la sociedad civil y el sector privado es más importante que nunca. Ante el cambio en los pesos y contrapesos en la estructura gubernamental, será indispensable consolidar balances en distintas esferas. La oposición, la sociedad civil y el sector privado jugarán un papel crucial en la exigencia de diálogo y negociaciones, así como en el posicionamiento de temas y la rendición de cuentas.

En suma, la coyuntura política actual, marcada por la presentación de reformas constitucionales y la llegada de una nueva administración que representa la continuidad del proyecto de la 4T, plantea retos y oportunidades significativas para el desarrollo democrático de México. Por un lado, el apoyo popular y la cantidad de representantes del partido en el poder deberán contribuir a la identificación y resolución efectiva de las problemáticas que aquejan al país, como la inseguridad, la desigualdad social, la falta de acceso a oportunidades y servicios, entre otros. La nueva administración deberá garantizar la atención y representación de todos los grupos que conforman la sociedad, evitando caer en la “trampa” que podría representar un apoyo tan amplio y condiciones sumamente favorables para el partido en el poder.

En virtud de lo anterior, se espera que la próxima administración enfrente los desafíos y cambios en las dinámicas, al tiempo que garantice el respeto a la pluralidad, elemento intrínseco de la vida democrática. Para ello, el papel de la oposición y de la sociedad en general será indispensable para demandar resultados y procesos justos, así como para posicionar los temas de las minorías y exigir el respeto a los equilibrios. #OpiniónCoparmex

Gustavo Almaraz Petrie

Presidente del Comité de Estrategia Pública de Coparmex Nacional

Gustavo Almaraz Petrie

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