“Mi nombre es Perséfone, soy la hija de la diosa Deméter y la esposa de Plutón, el dios del inframundo. Te doy la bienvenida a mi reino subterráneo, la Cueva Alistrati”, así es como recibe la curiosa guía robótica a los visitantes de la cueva Alistrati, en Grecia.
Por Costas Kantouris
ALISTRATI, Grecia, 20 de agosto (AP) — Perséfone es una guía turística en Grecia, pero tal vez no del tipo al que la gente está acostumbrada.
Considerada la primera guía turística robot del mundo en una cueva, Perséfone ha recibido visitantes desde mediados de julio en la cueva Alistrati en el norte de Grecia, a 135 kilómetros (84 millas) al noreste de la ciudad de Salónica.
El robot multilingüe cubre los primeros 150 metros (aproximadamente 500 pies) de la parte de la cueva que está abierta al público. En los 750 metros restantes, un guía humano se hace cargo.
Se llamaba Perséfone porque, según una versión del antiguo mito griego, fue en una llanura cercana donde Plutón, el dios del inframundo también conocido como Hades, secuestró a Perséfone, con el consentimiento de su padre Zeus, para hacerla su esposa.
El robot puede dar su parte del recorrido en 33 idiomas e interactuar a un nivel básico con los visitantes en tres idiomas. También puede responder 33 preguntas, pero sólo en griego.
Nikos Kartalis, el director científico del sitio de Alistrati, tuvo la idea de crearlo cuando vio un robot en televisión que guiaba a visitantes en una galería de arte. 17 años después, “obtuvimos nuestros fondos y la guía robot se convirtió en una realidad”, dijo a The Associated Press.
El robot fue construido por la Fundación Nacional de Tecnología e Investigación y costó 118 mil euros (139 mil dólares).
“Ya tenemos un incremento de 70 por ciento de visitantes en comparación con el año pasado desde que comenzamos a usar” el robot, dijo Kartalis. “La gente está entusiasmada, en especial los niños, y las personas que visitaron en el pasado están regresando para ver la guía robot”.
“Es algo sin precedentes para ellos, tener la capacidad de interactuar con su robot haciéndole preguntas y el robot respondiéndolas”, agregó. “Muchos visitantes extranjeros no podían creer que Grecia tuviera la capacidad de construir un robot y usarlo como guía en la cueva”.
El robot se mueve a lo largo de una pasarela, atravesando un paisaje ornamentado de estalactitas y estalagmitas. Estas variadas formaciones pueden alcanzar 15 metros (50 pies) de altura y se ven a lo largo de la pasarela de casi un kilómetro (1.6 millas) de la cueva, que es accesible para personas con movilidad reducida.
“Esta cueva es una de las más hermosas, no sólo en Grecia sino también en Europa”, dijo Kartalis. “Tiene estalactitas y estalagmitas de muchas formas y colores, incluso rojo”.
Indicó que la cueva tiene tres millones de años y fue explorada por primera vez en 1974 por la Sociedad Espeleológica Helénica y un equipo de espeleólogos austriacos. Se abrió a los visitantes en 1998.
Perséfone, de cuerpo blanco, cabeza negra y un par de ojos luminosos, se mueve sobre ruedas y guía a los visitantes por las primeras tres de las ocho paradas en la pasarela. Puede hacer dos paradas más, pero su baja velocidad enlentece el recorrido, que se realiza en tres idiomas simultáneamente. Los creadores de Perséfone están considerando formas de acelerarla.
El robot comienza diciendo: “Mi nombre es Perséfone, soy la hija de la diosa Deméter y la esposa de Plutón, el dios del inframundo. Te doy la bienvenida a mi reino subterráneo, la Cueva Alistrati”.
Muchos visitantes están curiosos por la guía robot.
“Fue sorprendente para mí. Nunca había experimentado algo así. En realidad, honestamente, prefiero una guía viva, pero es interesante hacerlo de esta manera. Y me gusta el ritmo del robot. Va más lento, así que puedo mirar a mi alrededor”, dijo Patrick Markes, un visitante checo.
Markes escuchó las tres primeras paradas del robot en su idioma nativo y el resto en inglés de un guía turístico humano.
“Debo agradecerle a Perséfone, nuestra robot, dijo cosas muy buenas”, dijo Christos Tenis, un visitante griego. “Estoy impresionado por la cueva. Por supuesto, tuvimos una guía (humana) impecable que explicó muchas cosas. Estoy muy impresionado”.
Perséfone no es la única tecnología utilizada dentro de la cueva. Hay una aplicación de teléfono celular en la que un visitante, escaneando un código QR, puede ver el Alistrati Beroni. Ese es un microorganismo que sólo se encuentra en esta cueva, en los enormes montículos de excrementos de murciélago que quedaron cuando se abrió la cueva y los murciélagos emigraron a otra parte.
Evdokia Karafera está entre los guías turísticos que se asocia con el robot.
“Es útil, porque habla muchos idiomas. Sólo hay un pequeño retraso en el recorrido”, dijo. “A la mayoría les resulta fascinante, especialmente a los niños, y les resulta interesante que hable muchos idiomas”.
Karafera insistió, sin embargo, en que los guías turísticos humanos no pueden reemplazarse por completo.
“Los robots, en algún momento en el futuro, se harán cargo de muchos trabajos. Pero creo que no pueden reemplazar a los humanos en todas partes”, dijo. ”(Los visitantes dicen) ‘el robot es interesante, original, pero no puede sustituir el contacto humano con el guía y la conversación que podemos tener en el camino de regreso’”.