Fundado por Pedro Romero de Terreros, quien dio origen también al Monte de Piedad, Huasca de Ocampo ofrece experiencias como visitas a los Primas Basálticos, a lo que quedó de grandes haciendas, ecoturismo y callejoneadas nocturnas en las que se narran leyendas de la región.
Por Jorge Luis Cortés
Ciudad de México, 20 de agosto (EconomíaHoy).- Tras semanas de estrictas medidas sanitarias, suspensión de actividades turísticas y filtros vehiculares para mantener a sus pobladores alejados del coronavirus, el Pueblo Mágico de Huasca de Ocampo en Hidalgo reabrió y dio la bienvenida a los turistas, muchos de los cuales no siguieron las medidas sanitarias e infectaron a los habitantes de esta comunidad.
Fundado por Pedro Romero de Terreros, quien dio origen también al Monte de Piedad, Huasca de Ocampo ofrece experiencias como visitas a los Primas Basálticos, a lo que quedó de grandes haciendas, ecoturismo y callejoneadas nocturnas en las que se narran leyendas de la región.
Pese a que el semáforo epidemiológico del Gobierno federal colocó a Hidalgo en el semáforo rojo, Huasca y varios de sus sitios que reciben a turistas decidieron reabrir, ya que muchas de sus familias dependen de la actividad turística.
Se solicitó que quienes tuvieran síntomas no acudieran, que los visitantes portaran cubrebocas, mantuvieran la sana distancia y evitaran aglomeraciones, pero en una página de Facebook que da promoción al sitio ya puede leerse "quisimos recibir y algunos visitantes no atendieron las medidas sanitarias. Hoy de nueva cuenta cerrados".
El mensaje acompaña a un comunicado que indica que desde la llegada de los turistas, los contagios de COVID-19 en Huasca de Ocampo se incrementaron drásticamente.
"Mucha gente de la Ciudad de México no guardó confinamiento desde el inicio de la crisis: se la vivió en la fiesta, y al abrir el pueblo, corrieron a Huasca. Allí la consecuencia", declaró Verónica, habitante de Hidalgo a EconomíaHoy.
VUELVEN AL ENCIERRO, AHORA CON ENFERMOS
A raíz de este problema, prestadores de servicios turísticos sostuvieron una reunión con autoridades municipales de Huasca de Ocampo y el comité de Pueblos Mágicos, y llegaron a la conclusión de que era necesario cerrar los negocios, salvo los esenciales.
Huasca volvió a la situación en la que se encontraba al inicio de la crisis sanitaria, pero ahora con enfermos a los cuales hay que atender.
Finalmente, se acordó recibir turistas por última ocasión el fin de semana del 22 y el 23 de agosto, sólo con previa reservación; posteriormente, nadie podrá disfrutar de las atracciones de Huasca hasta que el semáforo epidemiológico cambie a naranja.
En su comunicado, el presidente municipal y el presidente del comité de Pueblos mágicos se dirigieron a los ciudadanos, les dijeron comprenden lo difícil de la situación para las personas que se dedican al turismo, pero dejaron una cosa clara:
"Entendemos los enormes esfuerzos que hasta el día de hoy han realizado, pero estos servirán de nada si no seguimos estrictamente estás medidas"