Cuando la cera se queda en el canal auditivo, hay que recurrir a un médico, quien dará las indicaciones a seguir. Puede que envíe unas gotas que ayudará a suavizar la masa, y luego usará una jeringa que contiene agua o suero, para ayudar a remover la cera.
Ciudad de México, 20 de agosto (LaOpinión).- La cera que se forma en los oídos ayuda a protegerlos de bacterias y otras infecciones que podrían afectarlo. Es por eso que es tan importante darles una limpieza cuidadosa y adecuada para evitar posibles daños. Aquí te contamos cómo hacerlo.
¿Cómo limpiar los oídos?
Según un artículo del portal Webconsultas, a diferencia de lo que cree la mayoría de las personas, para limpiarse los oídos no se debe usar los hisopos o bastoncillos, ni mucho menos sprays que lo que único que harían es perjudicar más el sistema auditivo.
Una limpieza adecuada debe realizarse bajo la supervisión de un médico. De hecho, tal como indica el doctor Luis Lassaletta, el oído tiene la capacidad de limpiarse por sí mismo. Será suficiente pasar un paño húmedo por el pabellón de la oreja, sin introducir nada, ni siquiera los dedos, en el canal auditivo.
Este especialista explica que en las células que se encuentran en el canal auditivo se mueven para empujar los microorganismos que lo invaden. La cera que produce, por otro lado, es otro mecanismo de defensa, y según los especialistas, esta se expulsa por el movimiento que se realiza al mover la mandíbula cuando se habla o cuando se come.
Ayuda médica, ¿Cuándo es necesaria?
Sin embargo, cuando la cera se queda en el canal auditivo, hay que recurrir a un médico, quien dará las indicaciones a seguir. Puede que envíe unas gotas que ayudará a suavizar la masa, y luego usará una jeringa que contiene agua o suero, para ayudar a remover la cera.
Otro procedimiento es el manual. Con la ayuda de los instrumentos necesarios y un microscopio, el especialista retirará la cera acumulada. Siempre es necesario acudir al médico cuando el canal auditivo se vea afectado.
Nunca hay que usar los hisopos, pinzas, dedos u otros objetos que lo que podrían hacer es causar más daño, provocando sordera parcial o incluso total y otras infecciones peligrosas.