La agricultura urbana ayuda a que las personas que viven en ciudades puedan cultivar algunos de los alimentos que consumen a diario y servirlos en su mesa sin necesidad de traerlos de lugares lejanos. SinEmbargo visitó dos huertos que se encuentran en la Ciudad de México para que nos platicaran de esos proyectos.
Ciudad de México, 20 de agosto (SinEmbargo).- La implementación de huertos urbanos ha cobrado fuerza en los últimos años en México y en todo el mundo. Los huertos urbanos se han convertido en una iniciativa cada vez más presente en las grandes ciudades con el objetivo de recuperar espacios para la naturaleza en las urbes y para cultivar alimentos de consumo local.
La agricultura urbana es practicada por 800 millones de personas en el planeta, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Estos huertos citadinos son fáciles de construir ya sea en azoteas o lugares de espacios reducidos, también se le puede asignar balcones, paredes o ventanas para cultivar una pequeña hortaliza.
Proporcionan productos alimentarios de distintos tipos de cultivos como granos, raíces, hortalizas, hongos y frutas.
Existen diferentes tipos de agricultura urbana y periurbana que van desde el cultivo en un terreno designado para esta actividad, cajas de un metro por un metro, macetas y cultivos hidropónicos entre otros.
Algunas de las ventajas que proporcionan los huertos urbanos es la producción de alimentos para el consumo regional o local. Pueden fomentar el ahorro entre las familias de pocos recursos en la compra de alimentos. Satisfacer las necesidades de consumo de algunas verduras, frutas, tubérculos, hierbas aromáticas..
Por otro lado, la agricultura urbana también puede conllevar riesgos para la salud y el medio ambiente, tales como olores, uso inadecuado de pesticidas y abonos orgánicos en bruto que pueden filtrarse a las fuentes de agua y contaminarla (FAO). Es por eso que su implementación se debe hacer consultando expertos en el tema, y haciendo uso de materiales verdaderamente ecológicos para que no resulte más dañino que benéfico.
Se debe de tomar en cuenta que el suelo o sustrato dónde se va a cultivar se encuentre libre de contaminantes como metales pesados (plomo, cromo, mercurio, cadmio), prestar atención en el agua con la que se riegan los cultivos y asegurarse que de igual manera no se encuentre contaminada.
En la Ciudad de México va en crecimiento la implementación de estos huertos de ciudad. Se encuentran distribuidos en diferentes puntos de la gran metrópolis y en la periferia.
Uno de ellos se encuentra en la emblemática unidad de Tlatelolco, de la Ciudad de México. En donde antes se ubicaba el edificio Oaxaca ahora se extiende el Huerto Tlatelolco.
“Hace cinco años era un espacio totalmente abandonado, estaba utilizado como un basurero, estaba lleno de cascajo, basura y demás. Se sacó gran parte del cascajo. Lo que también había era un lado con árboles frutales ya maduros y entonces ahí vimos un gran potencial para desarrollar este proyecto, es un ejemplo de transformación de cómo un espacio de ciudad antes abandonado se puede convertir en un espacio educativo, productivo, demostrativo y de inspiración para la comunidad”, comenta en entrevista Gabriela Vargas, representante de Cultiva Ciudad en el Huerto Tlatelolco, en entrevista con SinEmbargo.
El Huerto Tlatelolco es un espacio en el cuál se dan talleres en dónde se acerca a la ciudadanía a la agricultura urbana, bioconstrucción, sistemas de captación de agua para hacer la vida más sustentable en la ciudad.
Este diario digital también visitó el Huerto Roma Verde, un espacio en la colonia Roma Sur.
“En las ciudades podemos aprovechar muchos espacios que pensamos que es imposible cultivar, pero en realidad no necesitamos más que un metro cuadrado para cultivar lo necesario para una familia pequeña”, dice Pilar Hernández, directora de Huerto Roma Verde.
