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Jesús Robles Maloof

20/08/2013 - 12:03 am

Un Anonymus mexicano, preso en Chiapas

Gustavo Maldonado López de 32 años, activista digital en Chiapas fue detenido el pasado 8 de agosto en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. La acusación formal versa sobre delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo. En realidad, las autoridades chiapanecas lo persiguen por ser opositor y disidente del gobierno. Este año conocimos de los cargos […]

Gustavo Maldonado López de 32 años, activista digital en Chiapas fue detenido el pasado 8 de agosto en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. La acusación formal versa sobre delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo. En realidad, las autoridades chiapanecas lo persiguen por ser opositor y disidente del gobierno.

Este año conocimos de los cargos falsos de terrorismo a los activistas digitales de la #Op5Puebla. En Guadalajara Jorge Zul emprendió una campaña digital y en las calles de denuncia del alcalde por la inseguridad, lo que le valió un arresto. Los años recientes han sido prolíficos y sólo a manera de ejemplo citamos a; los tuiteros terroristas de Veracruz Maruchi Bravo y Gilberto MartínezMario Flores en el 2011 ambos casos acusado de terrorismo y a Héctor Bautista bloguero chiapaneco que en 2009 y en cumplimiento de “una denuncia anónima” pasó bajo arraigo 40 días.

La historia de la represión rodea las tesis lineales de progreso y se vuelve contra nosotros, una y otra vez. Pensábamos que tras el fuerte movimiento por la liberación de Héctor Bautista habíamos aprendido algo. Al parecer el aprendizaje ha hecho que la autoridad refine sus métodos. El jueves 8 de agosto una persona vestida de civil le gritó Gustavo mientras regresaba a su casa:

–Gaby, hola –¿Cómo estás?- le decía un desconocido a unos 10 metros.

Gustavo siguió adelante, hasta que otro hombre lo abrazó y dijo:

-¿Eres Gabriel no? Ya te tenemos. Te vamos a presentar solamente.

En un Tsuru blanco fue llevado a dos agencias, última de las cuales especializada en delitos contra la salud. En dicha agencia su cartera, efectos personales y su celular inteligente le fueron retirados. Solo hasta las 4 am del viernes 9 de agosto le permitieron llamar a su familia. En la dependencia supo que lo acusaban de tráfico de drogas, pero la autoridad nunca mostró la supuesta evidenci. En menos de 24 horas el Ministerio Público lo consignó a la prisión del Amate, hecho inédito por su rapidez.

El gobierno de Manuel Velasco sostiene en un boletín que Gustavo es narcomenudista, pero la base de la denuncia es una llamada anónima y una indagatoria que no contiene testimonios directos o indirectos, es decir, no existe una sola acusación que lo implique. La PGJE dice que tras ello se avocó a investigar desde marzo y supuestamente encontró que Gustavo era guardia de seguridad en el bar “Toro Rojo” cerca de su domicilio y que ahí distribuye drogas. Sin embargo, en el expediente solo existen testimonios de los policías, quienes por cierto presentan identificaciones de haber ingresado a la corporación apenas hacer dos meses, cuando la investigación, como da cuenta el expediente se inició en marzo.

Al no existir acusación o testimonio que implique a Gustavo con el tráfico de drogas no debió ser consignado bajo cargos de tráfico y suponiendo sin conceder que existiera posesión de narcóticos, la PGJE estatal no ha presentado la evidencia física, ni al momento de su detención, ni ente el MP, ni en la audiencia constitucional. La acusación se funda en testimonios de policías ministeriales.

En realidad Gustavo es un joven de 32 años que vive con sus abuelos quienes invirtieron en un cibercafé ubicado en su mismo domicilio y que él administra personalmente.  Pasa sus días en el negocio familiar desde que abre sus puertas a las 10 am, hasta que cierra a las 8 pm. Como no tiene empleados, necesariamente está todo el día estar ahí. Los fines de semana asiste a clases de sistemas computacionales en el Centro Universitario del Sur y Sureste, universidad que ha entregado al juez una carta de conducta sobresaliente.

Desde hace tiempo sigo a Gustavo en twitter y youtube. Forma parte de las tribus digitales asociadas con la identidad Anonymus, de la que hay decenas de comunidades digitales, por localidades, regiones e intereses. Con métodos de acción distinto. Estas comunidades comparten la denuncia de la corrupción gubernamental y la defensa de la libertad de expresión. Legión Chiapas, grupo de Gustavo, se caracteriza por denunciar y difundir los abusos de las autoridades, los casos de corrupción y los excesos de funcionarios públicos en Chiapas. Particularmente es crítico del Gobernador Manuel Velasco y del presidente municipal de Tuxtla Gutierrez, Samuel Toledo. Lo que hace Gustavo es lo que cientos de activistas digitales hacemos en México, lo que además de ser perfectamente constitucional, es deseable en una sociedad abierta al debate.

De entre sus últimos tuits, destaco un retuir que habla de la compra de un spyware, cito: “Anoche llegó a la PGJE el cobro del blackeyed hosting monitor contratado para encontrarme a mí y a otros… Pagaron 635mil el semestre.” En medio de un escándalo mundial por el nivel de intrusión en las comunicaciones digitales de los ciudadanos y de la solicitud de investigación que hemos interpuesto ante el IFAI por el uso del spyware FinFisher en México, el caso de Gustavo huele a crónica de una persecución anunciada.

Todo indica que las autoridades inculparon falsamente a Gustavo porque lo creen relacionado junto con el prestigiado periodista Isaín Mandujano, con una cuenta muy seguida en el estado y que filtra supuesta información del gobierno. El Incómodo, me dicen colegas locales es un “whistleblower” anónimo que ha levantado mucha ámpula. A raíz de la detención de Gustavo, se ha desatado una campaña en twitter de cuentas anónimas contra Isaín Mandujano, lo que fortalece la hipótesis de la persecución política.

En Chiapas se puede ser un denunciante anónimo, pero no se puede ser un usuario anónimo de redes sociales, dice Lord Edramagor con acertada ironía. Denuncias anónimas fueron la base falsa de las acusaciones de Héctor Bautista y de los chicos en la #Op5Puebla, ahora cambiaron los cargos del terrorismo al narcomenudeo lo que probablemente ha sembrado duda en muchas personas a la hora de apoyat su causa. Lo cierto es que ni Gustavo, ni Isaín manejan esa cuenta. Un simple análisis de los datos filtrados revela que el origen de la fuente está en el epicentro mismo del poder. Adicionalmente, Isaín en su larga trayectoria siempre ha firmado sus notas y sigue las reglas comúnmente aceptadas del periodismo crítico.

He hablado con el padre de Gustavo. Como cualquier familia con hijos presos, están devastados. Entre lágrimas me dijo: “Yo estoy orgulloso de mi hijo, porque no es apático, ni flojo, ni enviciado. Es un joven comprometido con sus ideas”. Contra lo que quería el gobierno sigue desde ahí su labor: “Es imposible no ver las injusticias de las que muchos de mis hermanos encerrados acá han sido presa.” publica en las redes administradas por una personas de su confianza

El 16 de agosto el Juez Tercero de lo Penal en el Amate, Jesús Aguilar Zúñiga dictó auto de formal prisión a Gustavo Maldonado. Se debate ahora sobre seguir el proceso sumario o renunciar a él en busca del amparo de la justicia federal. Las redes internacionales se han movilizado y con excepción del trabajo de Isaín, los medios mexicanos han callado. El costo para Velasco será muy alto si no aprende la lección, debería evaluar seriamente el desistimiento. Sobra decir que lucharé junto con decenas de activistas digitales y ciudadanos por su libertad, como él seguramente lo haría por mí y como seguramente lo haremos en todos los casos de persecución de la libre opinión Somos Legión.

Nadie debería estar preso por criticar a un gobernante, Menos si se trata de Manuel Velasco. No le falta razón a Gustavo. En el Amate se encuentra el profesor Alberto Patisthán decano de los presos políticos mexicanos. El más viejo y el más reciente caso de persecución confluyen. Así es la historia en México, circular.

Jesús Robles Maloof
Defensor de derechos humanos, entusiasta de los efectos transformadores de las tecnologías de la información. Hace años decidí unir mi voluntad a quienes luchan contra la corrupción, la violencia y la impunidad. Desde integro 2010 el colectivo de activistas digitales Contingente Mx. Colaboré como Senior Lawyer en New Media Advocacy Project y actualmente soy responsable del área de Defensa Jurídica de la organización Enjambre Digital que defiende las libertades en internet.

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