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Alejandro Páez Varela

20/08/2012 - 12:03 am

El misterio de Humberto Moreira

Un amigo que siguió muy de cerca el proceso de encumbramiento y la posterior caída de Humberto Moreira, me responde así: “Es cierto. Si se postula, gana la alcaldía de Saltillo”. Y yo le creo. Si fuera ciego, también le creería. Y creo también la afirmación original de Moreira, la que dice que en un […]

Un amigo que siguió muy de cerca el proceso de encumbramiento y la posterior caída de Humberto Moreira, me responde así: “Es cierto. Si se postula, gana la alcaldía de Saltillo”.

Y yo le creo. Si fuera ciego, también le creería. Y creo también la afirmación original de Moreira, la que dice que en un futuro podría contender por la Presidencia Municipal de Saltillo, “pues las encuestas lo favorecen”.

El periódico Vanguardia agrega: “Aunque confesó que no sabe si continuar con el negocio de mermeladas”.

Casi todos leímos, también de Vanguardia, cuando el ex presidente nacional del PRI anunció que se dedicaría a las mermeladas. Hace semanas de eso. Antes se había escondido tras su fracaso como líder nacional del priísmo y había reaparecido, recordemos, con autos de lujo en Cuba; iba con su hermano, el actual gobernador de Coahuila, Rubén. Antes se descubría que había escondido la millonaria deuda de la entidad que gobernó. Antes las calificadoras internacionales de riesgo lanzaban las alertas. Antes empezaban las pesquisas de Héctor Javier Villarreal y otros ladrones que se enriquecieron al amparo de su padrino Humberto.

No debería recordarles todo esto. La historia es tan reciente que no debería recordarles esto.

Debo recordarles, eso sí, que Coahuila votó por el PRI en 2011: entregó a un hermano de Humberto, en medio de los escándalos por corrupción y por la deuda contraída, la gubernatura.

Debería recordarles además que Enrique Peña Nieto ganó en esa entidad en la elección pasada: sacó 453,044 votos, contra 418,386 de Josefina Vázquez Mota y 227,287 de Andrés Manuel López Obrador.

“Las encuestas me favorecen”, dijo Moreira. Es decir: acaba de ordenar una encuesta. Es decir: entre mermelada y mermelada, pagó a una encuestadora para saber si los electores podrían darle, justos diez años después de que compitió y ganó ese mismo cargo, la Presidencia Municipal de Saltillo.

Es decir: apenas 8 meses después de que fuera casi expulsado a patadas (diciembre de 2011) del Partido Revolucionario Institucional, Humberto Moreira ya se apuntó para volver a la política y no es por la puerta chica porque Saltillo, perdónenme, no es puerta chica.

En 2005, cuando asumió la gubernatura, Coahuila debía 323 millones de pesos. En agosto de 2010, un año antes de renunciar al PRI (y después de dejar a su hermano como gobernador) la cifra había crecido a 32 mil millones de pesos.

Creo en los datos que me da mi amigo: Moreira, parece, sí ganaría si va por la Presidencia Municipal. Me la sé sin saberla: por supuesto que su hermano el gobernador y su madrina Elba Esther Gordillo movilizarán a miles, miles de ciudadanos para que gane.

Estos datos me confirman otra cosa: que no conozco este país.

¿Qué es lo que hace, honestamente, que voten por un hombre como Humberto Moreira cuando ha engañado a un pueblo entero? ¿Qué es lo que hace que no engañen a sus engañadores? Me explico: pueden darles dinero para votar, promesas, gallinas y chivos, pero al final hay un individuo frente a la urna que puede tomar una decisión. ¿Qué es lo que hace que vote por sus secuestradores? ¿El síndrome de Estocolmo? Porque no creo que tooodas las urnas estuvieran vigiladas y que tooodos los votantes estuvieran vigilados. Pudo pasar en 2012, pero no creo que fuera masivo.

¿Qué es lo que hace que alguien vote por el PRI en estos días o, deje usted, que se vote por un individuo vergonzoso como Humberto Moreira?

No tengo todas las claves ni abro todas las llaves. Honestamente la precandidatura de Moreira me tiene en shock. ¿Qué tan estúpido puede ser alguien para votar por su propio verdugo?

¿Acaso es un asunto tan sencillo como que no tenemos otras opciones? ¿O así hemos estado de controlados por el PRI durante estos 12 años y no nos dimos cuenta?

Abro bien los ojos. Acepto todas las teorías.

Alejandro Páez Varela
Periodista, escritor. Es autor de las novelas Corazón de Kaláshnikov (Alfaguara 2014, Planeta 2008), Música para Perros (Alfaguara 2013), El Reino de las Moscas (Alfaguara 2012) y Oriundo Laredo (Alfaguara 2017). También de los libros de relatos No Incluye Baterías (Cal y Arena 2009) y Paracaídas que no abre (2007). Escribió Presidente en Espera (Planeta 2011) y es coautor de otros libros de periodismo como La Guerra por Juárez (Planeta, 2008), Los Suspirantes 2006 (Planeta 2005) Los Suspirantes 2012 (Planeta 2011), Los Amos de México (2007), Los Intocables (2008) y Los Suspirantes 2018 (Planeta 2017). Fue subdirector editorial de El Universal, subdirector de la revista Día Siete y editor en Reforma y El Economista. Actualmente es director general de SinEmbargo.mx

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