Es el incendio forestal más grande en lo que va del año en los Estados Unidos. Las incontrolables llamas en el sur de Oregon fueron provocadas por los meses de sequía y la ola de calor del mes pasado.
Portland/Ciudad de México, 20 de julio (AP/SinEmbargo).– El incendio forestal de Bootleg que ya acabó con más de mil kilómetros cuadrados de bosques y llanuras en Estados Unidos está causando rayos, nubes de humo, columnas de lumbre y, algo pocas veces visto: tornados de fuegos, es decir, vórtices arremolinados de calor, humo y viento fuerte.
Pero no sólo eso. Los especialistas advierten que, ahora, está cambiando el clima.
Las autoridades de Oregon pidieron ayuda de fuera de la región para hacer frente al riesgo de tormentas eléctricas, que podrían provocar nuevos incendios mientras el estado sigue combatiendo un enorme fuego. El incendio de Bootleg, que abarcaba un total de mil 391 de kilómetros cuadrados, ardía 483 kilómetros al sureste de Portland, en el Bosque Nacional de Fremont-Winema y sus alrededores. La zona es una extensión de bosques antiguos, lagos y zonas protegidas. Las evacuaciones y los daños a la propiedad han sido mínimos en comparación con fuegos mucho menores en zonas más pobladas de California.
“Los vientos impredecibles, las nubes de fuego que generan rayos y las llamas que saltan sobre los cortafuegos son esfuerzos desconcertantes para combatir el incendio, que se extiende por el sur de Oregón. Una imponente nube de aire caliente, humo y humedad que alcanzó la altura de un avión de pasajeros y generó un rayo. Frentes de llamas impulsados por el viento que han atravesado el paisaje, a menudo saltando cortafuegos. Incluso, posiblemente, un raro tornado de fuego”, narra Henry Fountain, en The New York Times.
Este incendio incontrolable en el sur de Oregon fue provocado por meses de sequía y la ola de calor abrasador del mes pasado. Es el incendio forestal más grande en lo que va de año en los Estados Unidos. Acaba con bosques y praderas. “Y en un momento en que el cambio climático está provocando que los incendios forestales sean más grandes e intensos, también es uno de los más extremos, tan grandes y calientes que está afectando a los vientos y alterando la atmósfera”, afirma Fountain.
Marcus Kauffman, portavoz del departamento forestal estatal, le dice al Times: “El fuego es tan grande y genera tanta energía y calor extremo que está cambiando el clima. Normalmente, el clima predice lo que hará el fuego. En este caso, el fuego está prediciendo lo que hará el clima”.
El incendio lleva dos semanas y durante la mayor parte de ese tiempo ha exhibido una o más formas de comportamiento extremo del fuego, “lo que ha provocado cambios rápidos en los vientos y otras condiciones que han provocado que las llamas se propaguen rápidamente en el dosel del bosque, prendiéndose por completo grupos de árboles a la vez, y ascuas sopladas a largas distancias, encendiendo rápidamente focos en otros lugares”, se lee en el influyente diario neoyorquino.
OREGON PIDE AYUDA
Pero ante el rápido crecimiento del incendio, alimentado por una climatología extrema, las autoridades del Bosque Nacional Rogue River-Siskiyou, en el sureste de Oregon, pidieron que se preparasen más equipos de fuera por si se producían incendios en la zona. “Aunque se espera que la actividad de rayos prevista para principios de esta semana se produzca al este de nosotros, estamos preparados para lo peor, y esperamos que ocurra lo mejor”, dijo Mike McCann, asistente de bomberos, en un comunicado publicado por el bosque nacional.
El temor es que un entorno seco, la sequía y la reciente ola de calor récord en la región hayan creado las condiciones perfectas para un incendio, de modo que se estaban reuniendo recursos como camiones de bomberos en lugares como Arkansas, Nevada y Alaska. Más al este, el enorme tamaño del incendio Bootleg contrastaba con su impacto relativamente pequeño sobre las personas.
Si el incendio se hubiera producido en zonas populosas de California “habría destruido miles de casas”, dijo James Johnston, investigador de la Facultad de Forestales de la Universidad Estatal de Oregon, y que investiga incendios históricos. “Pero está en una de las zonas más remotas”.
Al menos dos mil viviendas han sido evacuadas y cinco mil se han visto amenazadas por el incendio en algún momento. El fuego ha devorado al menos 70 casas y más de 100 estructuras. Una densa humareda cubre la zona, donde residentes, fauna y flora han sufrido meses de sequía y un calor extremo. Nadie ha muerto en el incendio.
Empujado por fuertes vientos del suroeste, el incendio se expande con rapidez hacia el norte y el este, a zonas cada vez más remotas. Está contenido en un 25 por ciento. El fuego era uno de los muchos activos en una docena de estados, la mayoría en el oeste de Estados Unidos. Sólo en Oregon y Washington había 16 incendios sin contener.
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Check out this incredible pyrocumulus cloud in Oregon as the #BootlegFire continues to exhibit explosive growth. #wildfire #wildfires #ORwx pic.twitter.com/Qa6Op3SdFU
— WeatherNation (@WeatherNation) July 16, 2021
La sequedad y las olas de calor asociadas al cambio climático han complicado la lucha contra los incendios. El cambio climático ha hecho el oeste de Estados Unidos mucho más cálido y seco en los últimos 30 años, y seguirá fomentando un tiempo extremo con incendios más frecuentes y destructivos.
En el norte de California, las autoridades ampliaron las evacuaciones por el incendio Tamarack en el condado Alpine, en Sierra Nevada, para incluir la localidad de montaña de Mesa Vista. Ese incendio, que creció con rapidez el fin de semana y obligó a cancelar una carrera ciclista, se extendía 93 kilómetros cuadrados (36 millas cuadradas) y seguía sin contener.
Se esperaba que hubiera tormentas eléctricas hasta el lunes por la noche, con vientos que avivarán las llamas y rayos que podrían provocar nuevos focos, según el Servicio Nacional de Meteorología.