La filósofa, que se salvó de ser deportada a los campos de exterminio nazis a finales de la Segunda Guerra Mundial mientras varios de sus familiares fueron asesinados por el régimen nacionalsocialista, era experta en ética, historia, estética, así como en filosofía cultural e histórica.
Budapest, 19 jul (EFE).- La filósofa húngara Ágnes Heller, considerada una de las pensadoras más prominentes de nuestro tiempo, falleció este viernes a los 90 años de edad, informó la Academia de las Ciencias de Hungría (MTA).
La fuente no ha especificado la causa ni el lugar de su muerte, pero el portal 444.hu insinúa que la nonagenaria se ahogó en las aguas del lago Balaton, situado a unos cien kilómetros de Budapest, en una playa de la localidad de Balatinalmádi.
“Entró a nadar desde la playa de la casa de veraneo de la Academia de las Ciencias de Hungría, pero sus conocidos la esperaron en vano en la orilla”, indica el medio.
Heller, nacida en Budapest el 12 de mayo de 1929 en una familia judía, fue miembro de la MTA, así como profesora de varias universidades de Hungría, como la de Szeged y la de Budapest, así como de otras ciudades del mundo.
La filósofa, que se salvó de ser deportada a los campos de exterminio nazis a finales de la Segunda Guerra Mundial mientras varios de sus familiares fueron asesinados por el régimen nacionalsocialista, era experta en ética, historia, estética, así como en filosofía cultural e histórica.
Después de la guerra se unió al movimiento sionista, pero tras conocer a quien iba a ser su primer marido, István Hermann, se alejó de ese movimiento y se integró en el partido comunista.
Discípula y luego asistente del filósofo György Lukács, fundador de la “Escuela de Budapest”, logró doctorarse en filosofía en la Universidad de Budapest en 1968.
Tras varios años de dificultades por su pensamiento crítico hacia el régimen comunista de la Hungría de entonces, emigró en 1977 a Australia primero, y en 1986 a Estados Unidos, donde sucedió a la alemana Hannah Arendt como profesora de filosofía en la New School for Social Research de Nueva York.
La autora de “Sociología de la Vida Cotidiana” impartió clases también en universidades de otras ciudades del planeta, como Berlín, Sao Paulo, Torino o Viena.
Después de la caída del Telón de Acero en 1990 regresó a Hungría, donde comenzó a enseñar en la universidad de Szeged, en el sur del país, más tarde en la de Budapest.
Fue miembro de la MTA desde 1995 y se jubiló en 1999.
Heller es autora de un sinfín de libros, ensayos y artículos, de los cuales docenas fueron traducidas a numerosos idiomas, incluido el castellano.
En los últimos años fue muy crítica con la política del actual primer ministro de Hungría, el nacionalista Viktor Orbán.
Entre los muchos galardones con los que ha sido distinguida, destacan el Premio Hannah Arendt, el Carl von Ossietzky que otorga la ciudad alemana de Oldenburg, o el Premio Primo Levi (2012).
Según la MTA, la familia de Heller organizará su entierro en una fecha aún no determinada.