Este jueves, elementos de la Marina y la Policía Federal dieron muerte a Felipe de Jesús Pérez Luna, alias “El Ojos”, líder del cártel de Tláhuac, y a otros siete presuntos integrantes de su banda, en las calles de esa demarcación capitalina. El incidente derivó en la reacción de cuatro narcobloqueos, un hecho inusitado en la Ciudad de México, en donde Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno, ha negado la operación del crimen organizado.
Especialistas en seguridad plantea que este tipo de eventos muestran una realidad que las autoridades capitalinas se negaron a aceptar, por lo que tampoco se estableció una estrategia para enfrentarlos.
"Creo que ya era grave el que se mintiera”, aseguró Édgar Cortez Morales, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, mientras que Tomás Guevara Martínez, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, expuso que la estructura organizativa de los grupos criminales en la capital del país "ya no es de unos simples delincuentes haciendo de las suyas. Ya se advierte una estructura jerárquica y ya funciona como tal".
ADEMÁS
Por Juan Luis García y Sandra Rodríguez
Ciudad de México, 20 de julio (SinEmbargo).– La violencia registrada en la Delegación Tláhuac donde la Marina abatió a ocho presuntos integrantes de una organización criminal, demuestra que la versión de que en la Ciudad de México no es centro de operaciones del crimen organizado es falsa.
Esta noche, la Administración Federal de Servicios Educativos en la Ciudad de México informó que debido al operativo policiaco realizado en la delegación Tláhuac, se suspendieron las clases este viernes en las escuelas de la demarcación.
Así lo señalaron analistas, luego de la balacera que se registró desde esta mañana en la colonia Conchita Zapotitlán y donde, de acuerdo con la Secretaría de la Marina, personal naval se enfrentó con presuntos delincuentes.
“Lo primero que salta a la vista es que el discurso del Jefe de Gobierno [Miguel Ángel Mancera] de que no hay crimen organizado relacionado con el narcotráfico en la Ciudad de México es completamente falso”, dijo el investigador del Colegio de México (Colmex), José Luis Reyna.
“El hecho de que estemos viendo que en Ciudad Universitaria [campus central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)– existe tráfico de drogas, que bajo el amparo de la autonomía se lleva a cabo, es sencillamente no ver la realidad. Si no se acepta que aquí hay un problema de narcotráfico, no se está aceptando la realidad, no se está aceptando el problema y, por tanto, no se aceptando una solución”, agregó Reyna, académico del Centro de Estudios Sociológicos del Colmex.
Por años, Mancera ha sostenido que, si bien en esta capital han sido detenido presuntos capos del narcotráfico, como el sinaloense Dámaso López Núñez, “El Licenciado” –a quien se atribuyó una posición de liderazgo dentro del Cartel de Sinaloa–, la capital de la República no es “centro de operaciones” de estas organizaciones.
“La Ciudad de México es un centro donde puede haber logística, o reforzamientos financieros; es precisamente los motivos que se han revelado de esta detención […] lo que nosotros estamos luchando, contra lo que estamos evitando a toda costa es que la Ciudad de México se pueda volver un centro de operación; eso es diferente”, dijo Mancera a los medios de comunicación luego de la detención de “El Licenciado”, en mayo pasado.
Tras el abatimiento del "El Ojos" en Tláhuac, el Jefe de Gobierno reconoció que la lucha contra el crimen no ha terminado, y reiteró, como en todas las ocasiones anteriores, que no se trata de un cártel, sino de un grupo de narcomenudistas.
La presencia de actividades de la delincuencia organizada, sin embargo, es palpable sobre todo en la zona de Tepito, en el Centro Histórico de la ciudad, donde los comerciantes han denunciado la presencia de personas en posesión de armas de fuego que no sólo distribuyen productos ilícitos, sino que han convertido a la población y comerciantes de ese lugar en blanco de sus extorsiones o cobro de piso.
Otro punto de distribución, de acuerdo con reportes periodísticos, es Ciudad Universitaria y, una más, de acuerdo con la Semar, es el suroriente de la ciudad, zona de influencia de la presunta organización que abatió hoy en la Delegación Tláhuac.
“Esta acción se llevó a cabo por trabajos de inteligencia de campo y gabinete, por lo que se tuvo conocimiento de la ubicación de integrantes de grupos de narcomenudistas, quienes operaban y presuntamente se dedicaban a la extorsión, secuestros y homicidios, en inmediaciones de la Delegación Tláhuac, Milpa Alta, Xochimilco e Iztapalapa, así como del presunto líder que operaba en esa área de la Ciudad de México”, informó el comunicado de la Marina.
Reportes periodísticos agregaron que, luego del operativo de la Semar, en la zona se registró la quema de camiones y el bloqueo de acceso a vías principales, como Canal de Chalco y Periférico.
Los habitantes reportaron también restricción de acceso a la zona y revisiones por parte de autoridades a todo tipo de vehículos.
Los cuatro bloqueos que surgieron tras el abatimiento de Felipe de Jesús Pérez Luna, alias “el Ojos”, uno de ellos quemando un vehículo, muestran del poder que tienen estos grupos.
“Su estructura organizativa ya no es de unos simples delincuentes haciendo de las suyas. Ya se advierte una estructura jerárquica y ya funciona como tal”, señaló el profesor Tomás Guevara Martínez, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, sobre la situación de inseguridad.
El clima de inseguridad de la ciudad habría abonado a que grupos del crimen organizado encontraran un terreno fértil para extender sus operaciones, explicó el profesor de la UAS.
La Ciudad de México tiene características especiales, apuntaló: “Ahí las funciones del crimen son diferentes, no hay trasiego, hay mercado, cautivo, que está a disposición de la gente, ligado a fenómenos muy alto con el consumo de drogas, […] todo esto se ha juntado, y luego veamos la situación del declive que ha tenido el PRD y el ascenso de otras fuerzas, que seguramente les ganará la ciudad”.
El problema no es de ahora, sino de mucho tiempo atrás. “El discurso del Jefe de Gobierno negaba la realidad”, dijo Édgar Cortez Morales, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).
El especialista en capacitación policial ha dicho que la Ciudad de México ha estado marcada por los ajustes de cuentas, incluso, en lugares exclusivos y nocturnos.
Organizaciones como el Observatorio Nacional Ciudadano han señalado al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México como un sitio por el cual entran estupefacientes a México.
Y la violencia va en aumento, en los primeros cinco meses del año la Ciudad de México registró 438 carpetas de investigación por homicidio doloso. Cuando en el mismo periodo del año pasado hubo 370.
“El problema de no aceptar la presencia del crimen organizado era que tampoco se establecía una estrategia de atención a esto. Por eso creo que ya era grave el que se mintiera”, sostuvo Cortez.
La problemática no está justificada en la falta de tecnología.
“Pienso que una estructura de Gobierno como la Ciudad de México debe tener instituciones de inteligencia como para saber que el problema existe; por tanto, la negación del problema es política, están negado la realidad por razones políticas”, agregó Reyna.