Juan Rodriguez, “El Pelón”, intentó violar a Viviana, ella se resistió y en un ataque de ira, sacó su pistola y le disparo en cuatro ocasiones. La agresión fue presenciada por la menor de 7 años y su abuela, madre del sujeto, quien escapó.
Ciudad de México/Puebla, 20 de julio (SinEmbargo/PeriódicoCentral).- Viviana García Garzón sufría constantes agresiones por parte de su pareja, Juan Rodríguez, “El Pelón”, malos tratos que desembocaron en su asesinato el pasado 18 de julio en su domicilio, en la colonia Resurrección del municipio de Tehuacán. Todo esto frente a su hija de apenas 7 años y su suegra
Juan es conocido por su actitud violenta y su adicción a las drogas y el alcohol. Viviana de 25 años y Juan, de 39, llevaban un poco más de siete años viviendo juntos en la casa marcada con el número 2 de la Calle Domingo de Ramos.
El trágico martes comenzó cuando Juan discutió fuertemente con su padre. “El Pelón” entró en crisis y salió de la casa ubicada en la Colonia 16 de marzo. Con el iban Viviana, su hija y su suegra, Teresa Rodríguez.
Al llegar a su casa en la Resurrección, Juan intentó violar a Viviana, ella se negó y “El Pelón”, en un ataque de ira, sacó su pistola y le disparo en cuatro ocasiones: uno en la boca, otro en la cabeza y dos en el cuerpo.
La agresión fue presenciada por la menor de 7 años y su abuela, madre de “El Pelón”, quien escapó y hasta el momento no ha sido localizada por las autoridades de la Fiscalía General de Justicia.
Las detonaciones y los gritos fueron escuchados por los vecinos, quienes alertaron a las autoridades. Policías municipales dieron alcance a “El Pelón” que viajaba en una camioneta Lincoln color arena. Juan fue sometido y puesto a disposición de la Fiscalía del Estado donde enfrenta los delitos de tentativa de violación y feminicidio.
El Pelón ya se encuentra recluido en el Centro de Reinserción Social de Tehuacán.
VIVIANA Y LA ENFERMEDAD DE SU HIJA
Durante sus últimos años de vida, Viviana luchó por sacar adelante a la niña de 7 años, quien padece retraso psicomotriz.
Viviana nunca tuvo el apoyo de “El Pelón” para los tratamientos de la menor, lo que la orilló a acudir a instancias de gobierno y organizaciones civiles. Fue en el CRIT donde la niña recibiría las terapias necesarias.
Pese a que Juan contaba con varios vehículos, siempre se negaba a llevarla al Centro de Rehabilitación Teletón ubicando en la capital poblana.
Viviana además realizaba labores domésticas en un rancho cercano mientras tenía que lidiar con las agresiones de su esposo, quien la mantenía amenazada para que no denunciara los ataques frecuentes en su contra.