De acuerdo a una novedosa investigación, el colapso de halos de materia oscura podría originar agujeros negros semilla, que crecen a velocidades muy superiores al resto.
Ciudad de México, 20 de junio (RT).- La formación de los agujeros negros supermasivos en el universo temprano ha sido un tema que ha desconcertado a la ciencia desde hace varias décadas. Sin embargo, una nueva investigación encabezada por científicos de la Universidad de Riverside (EU) ha arrojado nueva luz sobre el tema, sugiriendo que estos pudieron ser causados por el colapso de halos de materia oscura.
Las observaciones astrofísicas realizadas durante los últimos años han advertido la presencia de agujeros negros con millones, e incluso miles de millones, de masas solares desde que el universo tenía sólo el seis por ciento de su edad actual, estimada en 13 mil 700 millones de años. El hecho de que se hayan formado en periodos tan tempranos, explica Hai-Bo Yu, coautor del estudio, "rompe con las expectativas generales" sobre el comportamiento de un "agujero negro semilla y su velocidad de crecimiento".
Seeding Supermassive Black Holes with Self-Interacting Dark Matter - A Unified Scenario with Baryons: https://t.co/q43FmOuluO -> https://t.co/u4F5jfGreq
— Daniel Fischer (@cosmos4u) June 17, 2021
En este sentido, la novedosa investigación, publicada en la revista The Astrophysical Journal Letters, sugiere que la formación de estos fenómenos supermasivos del universo primitivo fue provocada por el colapso de halos de materia obscura, la cual constituye el 85 por ciento de la materia existente.
"A los agujeros negros les lleva tiempo crecer en masa mediante la acreción de la materia circundante […] Nuestro trabajo muestra que si la materia oscura tiene autointeracciones el colapso gravotérmico de un halo puede dar lugar a un agujero negro semilla suficientemente masivo" para alcanzar tales dimensiones en tan poco tiempo, explicó Yi-Ming Zhong, coautor de la investigación.
A pesar de lo prometedor de los resultados, el equipo señaló que hace falta continuar con las investigaciones para conseguir nueva evidencia que confirme o refute su propuesta.