Andre presentó fiebre y tos. Luego tuvo problemas para respirar. El SARS-Cov-2 había entrado en su cuerpo. Los médicos lo atendieron, pero tuvieron dificultades para controlar el azúcar en su sangre.
Ciudad de México, 20 de junio (SinEmbargo).– Andre, un adolescente que lucía sano y que se cuidó del contagio, perdió la vida repentinamente por la COVID-19, informa Kaiser Family Foundation, organización sin fines de lucro.
“Andre, un estudiante de segundo año tranquilo en Lawrence North High School, en Estados Unidos, amaba YouTube y sabía todo sobre videojuegos; para su cumpleaños en abril, pidió un juego que no se lanzaría hasta diciembre, y sus padres planearon obtenerlo para él cuando se lanzara. También amaba la fotografía y molestaba a sus hermanos y sobresalía en el baloncesto y los bolos”, describe Tarena Lofton en el texto Adolescente sano que tomó precauciones murió repentinamente de COVID-19.
“A pesar de lucir saludable, Andre había desarrollado diabetes tipo 1: su nivel de azúcar en la sangre era peligroso pues tenía 1.500 miligramos por decilitro, más de 10 veces lo normal. La diabetes tipo 1 se identifica con frecuencia por primera vez en medio de una infección”, agrega.
Una mañana presentó fiebre y tos. Luego tuvo problemas para respirar. El SARS-Cov-2 había entrado en su cuerpo. Los médicos lo atendieron, pero tuvieron dificultades para controlar el azúcar en su sangre.
“Unos pocos días después, Andre ya tenía un respirador artificial, y los médicos incluso lo pusieron boca abajo, colocándolo sobre su estómago para mejorar la capacidad pulmonar, escribe Tarena Lofton. Ya no pudieron salvarlo.
Durante sus 12 días en el hospital, Andre presentó problemas con su cerebro, corazón, pulmones, riñones y más. Perdió la vida el pasado 27 de abril.
Autoridades mexicanas han advertido que hay personas que no saben que tienen una enfermedad que los vuelve vulnerables ante la COVID-19.