Con 22 largometrajes a sus espaldas y ganadores de un Oso de Oro de Berlín, el Premio Óscar y dos Cristales a la mejor película en el Festival de Annecy, el estudio tiene en producción dos películas más.
Madrid, 20 de junio (EuropaPress).- El Studio Ghibli, la factoría que marcó un antes y un después en la historia de la animación japonesa, cumple 35 años. Un proyecto que encumbró a dos grandes maestros, Hayao Miyazaki e Isao Takahata, que fueron los que apostaron por una visión diferente del anime, con una mirada más artesanal y autoral, sin dejar de lado el enfoque comercial.
El nombre de la factoría fue elegido por el director de El viaje de Chihiro, en referencia a la palabra italiana “ghibli”, de procedencia libia, que es el nombre del viento cálido del sudeste del Mediterráneo. También está inspirada en la aeronave italiana Caproni Ca.309 Ghibli, mostrando la pasión del realizador por la aviación.
De esta manera, Miyazaki planteaba la idea de que el estudio traería “un soplo de aire fresco” a la industria. Tras el éxito de Nausicaä del Valle del Viento, largometraje producido por Topcraft y considerado la piedra angular de la factoría, Miyazaki y Takahata decidieron impulsar este proyecto, teniendo la ayuda de la editorial Tokuma Shoten y de Toshio Suzuki, que se unió en calidad de productor y se convirtió en la otra figura indispensable de la factoría.
No fue hasta el 2 de agosto de 1986, más de un año después de su fundación, cuando se estrenó El castillo en el cielo. Desde entonces, Studio Ghibli ha ido erigiéndose como una de las factorías más importantes de la animación contemporánea, cuyo prestigio internacional solo es rivalizado por los genios de Pixar.
Con 22 largometrajes a sus espaldas y ganadores de un Oso de Oro de Berlín, el Premio Óscar y dos Cristales a la mejor película en el Festival de Annecy, el estudio tiene en producción dos películas más, una de ellas se estrenará a finales de este 2020 (Aya to Majo), dirigida por Goro Miyazaki, y la otra será lo nuevo de Hayao Miyazaki (Kimitachi wa dô ikiru ka), ahora toca hacer un repaso por las 10 grandes joyas que son títulos imprescindibles de su extensa filmografía.
1. EL CUENTO DE LA PRINCESA KAGUYA (2013)
El canto del cisne de Isao Takahata, el último largometraje que dirigió antes de su muerte, en abril de 2018. De animación excepcional, considerada de vanguardia, el maestro trajo uno de los cuentos populares más añejos del Japón, convirtiendo un auténtico lienzo antiguo en uno de los mejores filmes de este siglo. Un drama cuasi operístico con el que el cineasta dejó caer el telón de manera majestuosa.
2. EL VIAJE DE CHIHIRO (2001)
El viaje de Chihiro es la gran obra cumbre de Hayao Miyazaki. Un viaje tras el túnel en el que se encuentra el camino a la madurez a través de lo desconocido, lo espiritual y lo fantástico. Un título imprescindible del séptimo arte en general, que hizo historia al convertirse en el primer filme de animación en alzarse con el Oso de Oro de Berlín, no se había logrado desde Cenicienta en 1951, y en ser la única producción japonesa en lograr el Óscar a la mejor película de animación, además de ser la primera cinta en estrenarse en Estados Unidos tras haber sobrepasado los 200 millones de dólares de recaudación en el resto del mundo. En 2017, el New York Times consideró que El viaje de Chihiro es “la segunda mejor película de este siglo”.
3. LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS (1988)
Fue el debut de Isao Takahata en Ghibli. Basada en la novela homónima de Akiyuki Nosaka, es un desgarrador testimonio ante la indiferencia de la sociedad japonesa por las vidas de dos huérfanos durante la Segunda Guerra Mundial. Una elegía a esas almas perdidas, un grito ahogado de desesperación con el que se denuncia la vulneración de los derechos de la infancia. El filme obtuvo el Premio por los Derechos de los Niños en el Festival de Chicago en 1994.
4. LA PRINCESA MONONOKE (1997)
Miyazaki lo apostó todo a lo que, se supone, iba a ser su retiro (afortunadamente no lo fue). La princesa Mononoke es una gesta de la Edad Media, un épico relato pocas veces visto en el cine de animación. El cineasta mostró una cruenta batalla entre la naturaleza y el ser humano. Rivaliza con El viaje de Chihiro por ser considerada la obra definitiva de Miyazaki. El primer éxito rotundo de Ghibli en la taquilla japonesa, donde logró desbancar a la mismísima Titanic.
5. MI VECINO TOTORO (1988)
Contraparte de lo que fue La tumba de las luciérnagas. Si el filme de Takahata mostraba el lado más crudo de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias, Mi vecino Totoro respondía a ello con un mensaje de esperanza y fe en el derecho de los niños a ser inocentes durante su infancia. Un relato de guardianes del bosque que equilibra perfectamente lo infantil y lo adulto, su éxito (especialmente en merchandising) convirtió a Totoro en la mascota y emblema de Ghibli.
6. RECUERDOS DEL AYER (1991)
La mirada costumbrista tiene su sitio en la factoría, con Recuerdos del ayer como el mejor exponente. Digna sucesora de clásicos de Yasujiro Ozu o Mikio Naruse, el filme es una reflexión sobre las dudas existenciales de una mujer de 27 años. “Si la oruga no se convierte en crisálida, jamás podrá ser mariposa”. Un largometraje que trae la nostalgia de la infancia para poder encaminarse hacia un porvenir deseado.
7. SUSURROS DEL CORAZÓN (1995)
Las obras maestras de Studio Ghibli no son exclusivamente dirigidas por Miyazaki o Takahata, ejemplo de ello es Susurros del corazón, el único filme dirigido por el desaparecido Yoshifumi Kondô (falleció debido a un aneurisma cerebral en enero de 1998). La película demostraba que la magia y lo fantástico no tienen por qué residir en brujas o espíritus, pudiendo estar en la imaginación y el deseo de labrarse un futuro.
8. PORCO ROSSO (1992)
La película más personal y melancólica de Hayao Miyazaki. Fue la clara evidencia de que Studio Ghibli se había consolidado en la industria, al poder apostar por un título más adulto, con una temática que englobaba buena parte de las pasiones de Miyazaki, así como también destacaba por una visión cínica de los ideales perdidos. El primer largometraje de la factoría estrenado en cines españoles. Una de las frases de su protagonista resume a la perfección el espíritu de la cinta: “Prefiero ser un cerdo a ser un fascista”.
9. LA COLINA DE LAS AMAPOLAS (2011)
Un elegante melodrama de época, con encanto y pedigrí. Goro Miyazaki, hijo del maestro fundador, logró consagrarse como director con esta delicada historia de amor, en la que los ideales adolescentes sirven de barniz para narrar cómo las fatales consecuencias de las guerras pueden alcanzar a varias generaciones. Un alegato a favor no olvidar el pasado, para poder saber cómo enfrentarse al futuro.
10. NICKY, LA APRENDIZ DE BRUJA (1989)
Miyazaki trajo a una estupenda heroína, con la que narró una cándida y amable historia sobre las etapas de la vida, del paso de la niñez a la adolescencia y todo lo que eso conlleva. Una película sobre la búsqueda de la autonomía vista desde una poderosa imagen femenina, con una de las protagonistas más carismáticas de la factoría, Nicky, la vivaracha aprendiz de bruja que muestra la fuerza de aprender a valerse por sí misma.
EXTRA: NAUSICAÄ DEL VALLE DEL VIENTO (1984)
Se produjo un año antes de la fundación del estudio, de ahí que sea la piedra angular de Ghibli y que se vea en ella como la oficiosa primera película. Un título también imprescindible en la filmografía de la factoría, una obra de ciencia ficción post-apocalíptica sobre el daño que ha provocado el ser humano en la Tierra y de cómo esta se rebela mostrando su fuerza natural.