La Fiscalía capitalina inauguró este mes una unidad enfocada en recibir denuncias de estudiantes por violencia sexual.
Ciudad de México, 20 de mayo (SinEmbargo).– La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México inauguró este mes la Unidad de Investigación de Delitos Sexuales para estudiantes de Educación Media Superior y Superior. El contexto en el que operará es complejo, pues en la capital se estima que 22.6 por ciento de las adolescentes y mujeres de 15 años y más han vivido situaciones de violencia sexual a lo largo de la vida escolar, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Además, las protestas de alumnas que exigen justicia para estos casos se han fortalecido en los últimos años, una muestra de ello son las movilizaciones encabezadas desde marzo por alumnas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quienes con un paro que se extendió dos meses en cinco plantes buscaron la garantía de espacios libres de violencia para continuar sus estudios.
Como ellas, se han manifestado con paros estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) –como las de Filosofía y Letras en 2016–, de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN) el año pasado, así como la alumnas de educación media superior del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) y el Colegio de Bachilleres. Las mujeres han obligado a las instituciones a crear protocolos de atención para actuar en casos de violencia de género, pero sus denuncias coinciden en que estos no son aplicados o son deficientes.
Sayuri Herrera Román, Coordinadora General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas de la Fiscalía capitalina, y quien está a cargo de la nueva unidad, reconoció que uno de los retos para esta dependencia será coadyuvar con las autoridades educativas sin que ello implique restarles responsabilidad. La funcionaria explicó que ya firmaron los primeros convenios de colaboración con escuelas como la UAM y, asegura, el compromiso es que “no habrá impunidad”.
¿QUÉ CASOS PUEDE ATRAER?
La unidad está enfocada en recibir denuncias de estudiantes que imputan a miembros de la comunidad universitaria, ya sea que se trate de estudiantes, de trabajadores o de maestros.
Cuando las personas señaladas como agresoras son estudiantes, explica Herrera Román, los casos los investigará la unidad, al igual que con alumnos y trabajadores de instituciones privadas o la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). “Cuando compete a la Fiscalía General de la República (FGR) es cuando los imputados son trabajadores de las universidades públicas federales [como la UNAM y el IPN]”.
“Si son estudiantes que han sido víctimas de delito, porque han llegado víctimas de delito que no necesariamente los agresores son miembros de la comunidad universitaria, que pueden ser de su entorno familiar o de su entorno laboral, pero ellas son estudiantes y acuden con nosotras también les damos la atención, no vamos a hacer una negativa del servicio, aunque principalmente la unidad está enfocada en recibir denuncias de estudiantes en donde están imputando a miembros de la comunidad [estudiantes, profesores, trabajadores]”, agregó.
La funcionaria llamó a las víctimas de violencia sexual a denunciar “sea cual sea la calidad del agresor y sea cual sea el lugar en el que ocurrieron los hechos”, pues asegura que investigarán con perspectiva de género y sin responsabilizarlas.
EL PROCESO AL RECIBIR DENUNCIAS
La Unidad de Investigación de Delitos Sexuales para Estudiantes de Educación Media Superior y Superior la integra un grupo de abogadas, agentes del Ministerio Público, policías de investigación y de personal de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales, en el equipo sólo hay un hombre policía de investigación.
Al llegar a las oficinas ubicadas en la calle Enrique Pestalozzi número 1115 en la colonia Del Valle para denunciar alguna agresión sexual, una agente del Ministerio Público debe entrevistar a las denunciantes para saber cómo ocurrieron los hechos, después, explica Sayuri Herrera, se les da un pase con la médica perita, quien, si tiene autorización de la denunciante, realizará una exploración física para verificar si hay lesiones y conocer su estado de salud.
Si el delito que se denuncia es violación, se hace adicionalmente una exploración ginecológica y proctológica para poder establecer si hay lesiones y recabar muestras que puedan llevar a encontrar si existe algún perfil genético de la persona que violento sexualmente a las estudiantes.
Las mujeres que denuncian violaciones recibirán medicamentos antirretrovirales para prevenir infecciones de transmisión sexual, también se les proporcionará una pastilla anticonceptiva de emergencia y un oficio para que acudan a la Clínica Condesa a continuar con el tratamiento.
De igual forma, una psicóloga realizará un peritaje el mismo día que se realiza la denuncia o en una fecha diferente, según el estado de las estudiantes, y les entregará un oficio para que puedan recibir una terapia psicológica que consta de 12 sesiones en el Centro de Terapia de Apoyo a Víctimas de Delitos Sexuales. Una vez que terminen, pueden, si ellas lo requieren, continuar con algunas sesiones más o incorporarse a terapias grupales.
CONVENIOS NO RESTAN RESPONSABILIDADES: FGJ
Además del convenio con la UAM, la Coordinadora General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas de la Fiscalía local adelantó que ya tienen programadas visitas al Instituto Politécnico Nacional (IPN), a la UNAM y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) para dar talleres sobre cómo funciona la unidad, cómo se denuncia y qué compete a las universidades e instituciones de educación media superior y dejar claro cómo se coordinarán.
Parte de ese trabajo en conjunto implica exponer que las instituciones educativas están obligadas a seguir escuchando a quienes denuncian casos de violencia sexual y atenderlos con base en sus protocolos vigente. De parte de la Fiscalía, menciona Herrera Román, lo que sí puede hacerse mientras se realizan las investigaciones es imponer medidas de protección a las víctimas para impedir que el daño sea más grande.
“Son ellos [los agresores] los que tienen que asumir las consecuencias de estas conductas y quienes, cuando se determine una medida, la asuman, pero las estudiantes deben permanecer en los salones de clase libres de violencia, si así es su deseo, si ellas quieren continuar allí, porque hay casos en los que ellas ya quieren cambiar de salón, cambiar de escuela, pero eso ya debe ser por voluntad de ellas”.
Desde ahora, la Fiscalía capitalina también llevará un registro estadístico que permitirá conocer las escuelas que acumulan más agresiones sexuales a estudiantes, así como los perfiles de las personas agresoras, es decir, si son con mayor frecuencia estudiantes, profesores o trabajadores.
La coordinadora de esta unidad de agresiones sexuales a estudiantes también se comprometió a garantizar justicia para quienes denuncian. “No habrá impunidad, estas conductas deben ser erradicadas, no las vamos a normalizar ni invisibilizar. Las universidades pueden ser, porque sí es posible, espacios libres de violencia”, mencionó.