La vacunación del personal docente de la capital ha iniciado esta semana y con ello las autoridades de la Ciudad de México han anunciado el retorno a las aulas para el próximo 7 de junio, una situación que genera incertidumbre entre los docentes.
Ciudad de México, 19 de mayo (SinEmbargo).- Las escuelas cerraron hace más de un año en todo el país, en medio de un ciclo escolar que se apresuró a culminar, en los mejores de los casos a distancia, debido a la pandemia de la COVID-19, cuya escalada obligó a iniciar el presente periodo de estudios a distancia, mediante el programa Aprende en Casa que se combinó con las clases a distancias y las estrategias de los docentes.
Ahora, justo cuando se avanza en la vacunación de los profesores y cuando los salones de Jalisco, Campeche, Chiapas y Coahuila intentan volver a la normalidad, Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la entidad más golpeada por la pandemia, ha anunciado el retorno a las aulas para el próximo 7 de junio con el objetivo de atender el rezago educativo en la recta final del calendario escolar.
No obstante, las implicaciones de retomar las clases presenciales generan dudas e incertidumbre entre los docentes, quienes tendrán de frente un rezago educativo que se ha exacerbado en el último año durante la pandemia.
“Considero que es una decisión precipitada (el regreso a clases) y que sólo se quiere regresar para probar cómo sería y que se tenga tiempo de planearlo para el nuevo ciclo escolar y por la presión de las escuelas privadas en la reapertura de los colegios”, comentó en entrevista Mónica Monterrubio, profesora de una escuela primaria privada localiza en la colonia Del Valle.
Expertos en política educativa señalaron a SinEmbargo desde marzo pasado la necesidad de realizar diagnósticos para la detección y atención del rezago educativo que se agravó durante el confinamiento, voltear a ver la parte emocional de los alumnos y tratar de revertir el abandono escolar al que recurrieron algunos de ellos a causa de la dinámica que impuso la pandemia con el aprendizaje a distancia. A estos factores se suman las carencias en la infraestructura de los planteles, que ahora tendrán que lidiar con la enseñanza en plena pandemia.
“El rezago se va a notar. Este año ya se perdió, para fines prácticos es un año perdido y no sólo en aprendizaje, sino también en relaciones interpersonales, en educación socioemocional. Los niños que no han visto a sus amigos desde hace un año, que han estado encerrados, a veces solos en sus casas porque sus padres tienen que salir a trabajar, pues no hay garantía de que estén aprendiendo”, comentó Carlos Ornelas, especialista en Educación Básica de la Universidad Autónoma de México (UAM).
Una muestra de las complicaciones que se han presentado durante el aprendizaje en la pandemia lo arrojó la encuesta levantada por Reforma y la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad del Tecnológico de Monterrey, “¿Qué opinan las madres y padres de familia de ‘Aprende en Casa II’?, según la cual tres de cada cuatro padres consideraron que sus hijos no aprenden lo mismo con las clases a distancia.
El sondeo, realizado del 17 al 27 de octubre de 2020, señaló que para el 62 por ciento de los padres de familia la principal desventaja de las clases por televisión es no tener la orientación del docente, mientras que en seis de cada 10 casos, ellos son quienes se encargan de resolver dudas de clase y tareas.
La Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, ha reconocido a su vez que el principal reto que tienen que afrontar es el retorno seguro a los salones, para lo cual se tendrá que corroborar que los planteles educativos tengan los insumos básicos como agua y jabón, una realidad que no comparten todos los colegios. A esto hay que sumar la necesidad de implementar estrategias para solventar los aprendizajes deficientes que puedan tener algunos estudiantes.
En ese sentido, Delia Abigail, docente de una primaria pública localizada en la alcaldía Venustiano Carranza, señaló que son muchos los retos que tendrán los profesores con el retorno a los salones de clases, como será, en primer lugar, el rezago de todos aquellos alumnos que por diversas situaciones no se conectaron nunca a las videoclases.
“En segundo lugar, la falta de servicios básicos en la escuela como lo es el agua, indispensable en estos momentos para la limpieza constante de manos y que no permita contagios, el gel antibacterial, el cual si los padres de familia no lo proporcionan seremos los mismos profesores que de nuestro bolsillo tendrá que salir el dinero para comprarlo, así como los cubrebocas, ya que seguramente harán falta en todas las escuelas, ya sea porque los alumnos lo olviden, lo extravíen, lo dañen antes o durante la jornada. Por otra parte estará la adaptación, nuevamente, a los hábitos escolares comunes en un aula, como lo es el horario y los nuevos como lo serán la sana distancia entre los alumnos y el que no compartan sus cosas, lo cual parece casi imposible por la naturaleza social de los alumnos”, compartió en entrevista.
Mónica Monterrubio refiere a su vez que se tendrá determinar qué es lo más importante en el aprendizaje de un niño, los conocimientos o la parte emocional. “Debemos cambiar la forma en la que se ve y se imparte la educación en las escuelas, darle más peso al desarrollo socioemocional de los niños y hacer un ajuste a la forma en la que se están enseñando los contenidos. Otro reto es la importancia y la necesidad que tienen los niños de jugar entre ellos después de este año”, mencionó.
El REGRESO A CLASES PARA EL 7 DE JUNIO
La Ciudad de México inició este martes —luego de poco más de un año sin clases presenciales— la vacunación del personal docente de todos los niveles educativos, con la previsión de que sea en la segunda semana de junio cuando se regrese a las aulas, según plantearon el Presidente López Obrador y la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
En la jornada se arrancó la inmunización unidosis, con la vacuna CanSino, de profesoras y profesores desde nivel básico hasta nivel superior. La primera en recibir la vacuna fue Iris, maestra de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sheinbaum indicó que la inoculación de los docentes culminará el próximo sábado 22 de mayo.
“Después de la vacuna, hay que esperar para que tenga efecto, y preparar también las instalaciones educativas en la ciudad, sería muy bueno que para la segunda semana de junio se reiniciaran las clases en la ciudad para terminar el curso, el ciclo escolar, terminar en julio, pero tener un mes cuando menos de clases presenciales para regularizar, para poner al día a todos los estudiantes”, expresó el Presidente durante su conferencia matutina del martes.
El mandatario federal indicó que se trata de “una propuesta respetuosa” que tiene que ser respaldada por las madres y padres de familia, los maestros y por los directivos de las escuelas, tanto escuelas públicas como escuelas privadas.
En ese sentido, Claudia Sheinbaum anunció el miércoles el regreso a los salones. Luis Humberto Fernández, titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, informó a su vez que las escuelas de todos los niveles educativos podrán regresar si así lo deciden, en consenso con la comunidad estudiantil, y los tutores.
“El regreso presencial a clases será el próximo 7 de junio en las comunidades educativas que así lo decidan. El objetivo es que antes de concluir el ciclo escolar reactivemos las escuelas con todas las medidas sanitarias”, indicó el funcionario.
Un día antes, el martes, la Jefa de Gobierno precisó por su parte que, junto con las 16 alcaldías de la ciudad, padres y madres de familia, y la Secretaría de Educación Pública “estamos ya preparando todas las escuelas públicas, estamos limpiando, dándoles mantenimiento mayor, menor, para que estén en las mejores condiciones para este próximo regreso a clases, y por supuesto en diálogo con todos los maestros, maestras y todas las instituciones de salud”.
Con respecto a estas jornadas de limpieza, la profesora Delia Abigail mencionó que se deben contar con los insumos necesarios como agua, jabón y desinfectante y no todas las escuelas cuentan con ellos.
“Los padres de familia posiblemente no participarán en estas jornadas ya sea por sus actividades o porque no quieren exponerse a contagios. En segundo lugar, aunque todo el personal educativo esté vacunado, sabemos que los alumnos aún no, esto sigue implicando un riesgo tanto para las familias de los profesores como de los alumnos. Tercero, muchos servicios como lo son la basura han sido suspendidos de las escuelas, lo que imposibilita la higiene correcta”, explicó.
La profesora Mónica Monterrubio compartió que también debe existir un compromiso por parte de los padres de familia en el cuidado de sus hijos, “porque aunque estemos vacunados los docentes, tenemos familia que aún no cuenta con vacuna y convivimos con ellos”.
“En la escuela donde trabajo no nos han dicho claramente cómo se planea el regreso, cómo será el acomodo dentro de los salones, cuántos papás quieren que sea presencial y quiénes se niegan a llevar a sus hijos a la escuela […] no se cuenta (además) con las instalaciones adecuadas, los salones son pequeños, un salón con 20 niños ya se siente saturado, y no hay mucha ventilación, son tres pequeñas ventanas que abren hacia afuera y la puerta”, abundó.
EL REZAGO EDUCATIVO
Para Carlos Ornelas, especialista en Educación Básica de la UAM, la pandemia agravó “muchos males” que persistían en el sistema educativo como los problemas de deserción, de abandono, de insuficiencias en el aprendizaje y de inequidad entre unos y otros alumnos, aspectos que deberán atenderse.
“La inequidad se va a agravar ahora con la pandemia porque quienes pueden avanzar algo, no mucho, son aquellos niños de clases medias urbanas que tienen Internet, que los maestros también pueden tener contacto con ellos. Otro 50 por ciento que tiene televisión y que se conecta dos o tres veces por semana y les piden tareas, pues sus aprendizajes van a estar más limitados de lo que ya estaban antes”, alertó Ornelas.
Por su parte, la doctora Marion Lloyd, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayó la importancia de diseñar cursos propedéuticos que busquen revertir la falta de aprendizaje. Por ello, indicó que las autoridades educativas primero deben hacer un diagnóstico en cuanto regresen a las aulas o inclusive a distancia para ver cómo están y ver qué necesidades hay en cada escuela y en cada grupo y sobre eso armar programas compensatorios que busquen revertir estas necesidades.
“Tiene que haber esfuerzos muy concertados en los cuales los maestros, los directores de escuela o el equipo que sea que busquen a estas familias y vean cuáles son las necesidades, si es por que no tienen una computadora, por que no tienen televisión, entonces hay que sustituir con materiales impresos y luego tratar de motivarlos a regresar”, comentó.