La Sener cambió en octubre las reglas de los Certificados de Energías Limpias (CEL) para que la CFE los obtuviese para sus plantas hidroeléctricas y nucleares, lo que pone en desventaja a generadores privados.
Por Pedro Pablo Cortés
México, 20 de mayo (EFE).- El acuerdo de la Secretaría de Energía (Sener) de México que restringe los proyectos renovables del sector privado es solo la última acción del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que lo ha confrontado con los inversionistas.
Estas son las cinco acciones del mandatario que han creado incertidumbre para invertir en México, explican este miércoles a Efe Manuel Molano, Director General del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), y Adriano Silva, fundador del Instituto Mexicano de Expertos Globales y Oportunidades (Imexgo).
1. EL ACUERDO ELÉCTRICO
La Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional, que publicó el viernes la Sener en el Diario Oficial de la Federación (DOF), limita la generación renovable del sector privado y además genera incertidumbre jurídica.
Aunque el Gobierno lo justificó al inicio con el argumento de garantizar estabilidad durante la crisis del COVID-19, López Obrador afirmó este miércoles que busca proteger el interés nacional, pues “se había llegado al extremo” de empresas privadas “con más privilegios” que CFE.
La medida afectará proyectos eléctricos en 18 estados con una inversión total de más de 30 mil millones de dólares, según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Además, peligran 44 proyectos en construcción con más de seis mil 400 millones de dólares de inversión, denunciaron la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex) y la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee).
“López Obrador desde su campaña no había mencionado el apoyo a las energías renovables, entonces eso no debería ser una sorpresa”, lamenta Silva.
2. LOS CERTIFICADOS DE ENERGÍA LIMPIA
Con argumentos similares, la Sener cambió en octubre las reglas de los Certificados de Energías Limpias (CEL) para que la CFE los obtuviese para sus plantas hidroeléctricas y nucleares, lo que pone en desventaja a generadores privados.
La decisión arriesgó inversiones por más de nueve mil millones de dólares que se anclaron a las reglas originales de los CEL, surgidos en 2013 con la reforma energética, denunció el CCE.
“Entiendo que el Gobierno quiere regular el sector y combatir la corrupción, como ha puesto en su discurso esta semana, sin embargo, la forma en la que lo está haciendo otra vez transmite más incertidumbre a los inversionistas”, comenta Silva.
3. LAS RONDAS Y SUBASTAS
El Gobierno de López Obrador suspendió la cuarta subasta para suministrar electricidad a largo plazo en su cuarto día como presidente, el 4 de diciembre de 2018.
Una semana después, el 11 de diciembre, canceló la segunda y la tercera licitaciones de la Ronda Tres petrolera para exploración y extracción de hidrocarburos.
Aunque el presidente prometió este miércoles respetar la reforma energética, que abrió el sector a la inversión privada, ni las subastas eléctricas ni las rondas petroleras se han reactivado.
“Estamos en una situación muy delicada como país y puede llevar a bajar a México a un grado de desinversión o un país con cero atracción para inversionistas”, advierte Silva.
4. LA CERVECERA EN MEXICALI
Pese al 65 por ciento de avance y la inversión de mil 400 millones de dólares, el Gobierno mexicano canceló en marzo la construcción de la planta de la cervecería Constellation Brands en Mexicali, la capital del norteño estado de Baja California.
La Administración federal realizó una consulta el 22 de marzo en la que participaron solo 36 mil 781 electores de un padrón de casi 800 mil.
El 76.1 por ciento votó en contra de la cervecera por el impacto ambiental, aunque el Gobierno había afirmado que solo usarían 5.8 millones de metros cúbicos de agua, el 0.2 por ciento de la disponible en el Valle de Mexicali.
Este tipo de consultas impulsadas por el presidente están hechas “al vapor”, denuncia el director general del IMCO.
Molano también cuestiona las declaraciones del presidente, quien ha asegurado que estas decisiones no “ahuyentan” la inversión e, incluso, ha presumido un aumento de 1.7 por ciento en la Inversión Extranjera Directa en el primer trimestre del año.
“Ese no es el número que deberían estar persiguiendo. De entrada, la inversión extranjera es altamente volátil, la mayor parte está en papel especulativo, no necesariamente es inversión fija, más bien es inversión de carácter financiero”, argumenta.
5. EL AEROPUERTO
El primer desencuentro entre López Obrador y los inversionistas ocurrió cuando él todavía no asumía la presidencia, con una consulta organizada en octubre de 2018 para cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que se construía en Texcoco.
Con un 70 por ciento de los votos ganó la opción del entonces mandatario electo de “aprovechar” el actual aeropuerto capitalino y combinarlo con operaciones en el de Toluca y la base aérea militar de Santa Lucía.
Pero esa consulta, recuerda Molano, también tuvo muy poca participación, con solo 1.1 millones de votantes, el 1.23 por ciento de los 89 millones registrados en el Instituto Nacional Electoral (INE).
Esta acción, argumenta el representante del IMCO, no solo representó cancelar una obra de 13 mil 300 millones de dólares con alrededor del 30 por ciento de avance.