Científicos de China realizaron un experimento con roedores, en el que se puso a prueba la eficacia del uso de la mascarilla para evitar contagios de la COVID-19; el resultado fue que los hámsteres infectados que no contaban con protección eran más propensos a propagar el virus.
Hong Kong, China, 20 de mayo (RT).- Un equipo de científicos de Hong Kong (China) ha realizado un experimento, que ha demostrado la alta eficacia de las mascarillas en la reducción de la propagación del coronavirus en el aire. El estudio encontró que, en caso de su uso, la tasa de transmisión sin contacto a través de gotas respiratorias o partículas en el aire disminuyó hasta en un 75 por ciento.
“Los hallazgos con implicaciones para el mundo es que la efectividad del uso de mascarillas contra la pandemia de coronavirus es enorme”, afirmó el pasado domingo el doctor Yuen Kwok-yung, microbiólogo de la Universidad de Hong Kong, quien dirigió el estudio, citado por South China Morning Post.
Para llevar a cabo el experimento, los microbiólogos colocaron dos grupos de hámsteres, uno infectado con coronavirus y otro sano, en dos conjuntos de jaulas, para averiguar si las mascarillas quirúrgicas podrían ayudar a evitar que los mamíferos enfermos infectaran a los sanos. Asimismo, instalaron ventiladores cerca de las jaulas para crear un flujo de aire, que podría ayudar a transmitir el virus.
Con un total de 52 animales, se llevaron a cabo 3 escenarios diferentes destinados a replicar situaciones de la vida real. En el primer experimento, no se colocaron mascarillas quirúrgicas entre los hámsteres; mientras que, en el segundo, se colocó una mascarilla cerca de las jaulas que albergaban a los animales infectados, para imitar su uso. Y en el tercero, una mascarilla protegía las jaulas que contenían a los roedores sanos.
RESULTADOS DEL EXPERIMENTO
Tras una semana, 10 de 15 hámsteres sanos (el 66.7 por ciento), colocados en jaulas sin protección, se habían infectado. Asimismo, solo 2 de los 12 animales (16.7 por ciento), dieron positivo en las jaulas con las barreras de mascarillas quirúrgicas en el lado de los hámsteres infectados. Ese número aumentó a 4 cuando la protección se colocó solo en la jaula con roedores sanos.
“En nuestro experimento se muestra muy claramente que si los hámsteres o humanos infectados, especialmente los asintomáticos o sintomáticos, se ponen mascarillas, en realidad protegen a otras personas. Ese es el resultado más contundente que mostramos aquí”, comentó Yuen.
De ese modo, el científico instó a las personas a “seguir usando mascarillas en lugares con gran afluencia de público y en áreas interiores cerradas para ayudar a contener la transmisión invisible”.
“Hasta esta etapa, no tenemos una vacuna segura y efectiva. Lo que sigue siendo práctico son las medidas de distanciamiento social o el uso de mascarillas”, concluyó.