La PGR elaboró un documento valioso sobre la situación actual de los grupos delictivos en México. Sin embargo, analistas consideran que es un mapa incompleto presentado por el gobierno y sería más útil realizar una radiografía que cruce cártel por cártel y región por región.
Ciudad de México, 20 de mayo (SinEmbargo).– La estrategia de guerra para descabezar a los cárteles de la droga en México, comandada por el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, generó la creación de 80 nuevos cárteles, células o pandillas vinculadas con ocho grandes organizaciones criminales, según un documento elaborado por la Procuraduría General de la República (PGR), donde se observa que Los Zetas es el cartel con menos divisiones.
En el informe fechado en marzo pasado, que es parte de un diagnóstico de seguridad elaborado por la administración del gobierno federal actual, se observa cómo la Procuraduría General de la República considera “grandes organizaciones del narcotráfico” a Los Zetas, al Cártel del Pacífico, al grupo de los Arellano Félix, a La Familia, a Los Caballeros Templarios, al Nuevo Cártel de Juárez, a “La Barbie” y a las escisiones de los hermanos Beltrán Leyva. En la información no se menciona al Cártel del Golfo.
El informe completo fue solicitado por medio de la ley de transparencia con base en declaraciones realizadas por el Procurador Jesús Murillo Karam, en diciembre de 2012, cuando dijo que la estrategia del gobierno anterior provocó que se descabezaran los cárteles y se crearan entre 60 y 80 nuevas células.
En un principio la dependencia se negó a proporcionar los datos, asegurando que es información reservada porque pondría en riesgo la seguridad nacional. Sin embargo, al interponer un recurso de revisión en el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), la Procuraduría General de la República proporcionó a este medio el listado de las organizaciones y el mapa respectivo pero sin revelar el diagnóstico completo.
Antes de enumerar las células y su relación, el documento –fechado al 25 de marzo de 2013– muestra la siguiente advertencia: “A continuación, se enumeran los grupos, células y/o pandillas, vinculadas a las ocho grandes organizaciones del narcotráfico en México que se tienen identificadas. Es de hacer notar que algunas de ellas pudieran encontrarse inactivas u operan a través de una estrategia de ‘bajo perfil’, o bien, es posible que se hayan desarticulado”.
En la información se destaca que el grupo criminal llamado La Oficina está vinculado a los Beltrán Leyva en la zona de Aguascalientes y Baja California Sur, pero a “La Barbie” en Guerrero.
LA DISPERSIÓN
En el listado de división de células se informa que el cártel con más grupos afines es el de Edgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, con 23 organizaciones entre las que están El Indio, Los Canchola, La Oficina, el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), El Cabezas, El Panda, El Güero Guetamo, El Comandante 8, Los Pelones, El JJ y/o Batman, Los Marquina, El Yey, El Javi, Santana Ríos Bahena, Iguala, El Pelón, El Pelos, El Coyote, El Mudo, La Nueva Administración, Cártel del Centro, Irving Eduardo Solano Vera y El Banda.
Le siguen las escisiones de los Beltrán Leyva con 19 divisiones, como El Chico Malo, el H2, Los Mazatlecos, Los Tigres, El 2 mil, Los Granados, Los Rojos, Morelos Unidos, Nuevo Cártel de la Sierra, Los Pineda, Los Zafiros, Cártel del Pacífico Sur (CPS), La Oficina, La Mano con Ojos, El Mosco, Los Gilos, El Tigre, Los Ardillos y Los Arturos.
Los Arellano Félix son el tercer cártel con más células a su servicio y suma un total de 14 organizaciones entre las que se encuentran Don Balas, El Mario, El Melvin, El Chan, El Jorquera, grupos dirigidos por una persona de apellido García, grupos dirigidos por una persona de apellido Barranco, Pelioni, El Kieto, Chikaka, El Bibi, El Licenciado, El Turbo y Los Zamudio.
Con 12 células a su servicio, el Cártel del Pacífico o de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, es el cuarto cartel que más células mantiene. Entre éstas se hallan Gente Nueva, Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Cabrera, La Barredora, El Comando del Diablo y/o Comando del Diablo, Cártel del Poniente, Cártel de La laguna, Los Mata-Zetas, El Aquiles, El Tigre, Los Artistas Asesinos (AA) y los Mexicles.
El cártel de La Familia opera con cinco grupos, como Guerrero(s) Unido(s) y/o La Nueva Empresa, La Resistencia, Champis y/o Champis Crew, Brown Side Family (BSF) y La Empresa; al grupo criminal Los Zetas se se les vincula con tres células del crimen: Los Talibanes, Los Legionarios y Los Hijos del Diablo.
A los Caballeros Templarios se les ubica con dos células: Guardia Morelense y Los Troyano. El mismo número de grupos, dos, se le adjudican al llamado Nuevo Cártel de Juárez, con La Línea y Los Aztecas.
LOS CÁRTELES CUATRO AÑOS ATRÁS
El lunes 23 de marzo de 2009 el Diario Oficial de la Federación publicó el acuerdo A/123/09 donde se ofrecen recompensas de 30 millones de pesos a quienes ayuden a dar con el paradero de los principales integrantes de los cárteles mexicanos.
En ese momento la administración calderonista tenía detectados a seis cárteles, dos organizaciones menos de las ocho que se informan hoy en día.
Los cárteles de los que se informó son el Cártel del Golfo-Zetas, con Heriberto Lazcano “El Lazca”, a la cabeza; el Cártel del Pacífico, con Joaquín “El Chapo” Guzmán como el más buscado; el Cártel de Los Beltrán Leyva, con Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, al frente; el Cártel de los Carrillo Fuentes, con Vicente Carrillo, “El Viceroy”, en primer lugar; el Cártel de La Familia, con Nazario Moreno, “El Chayo”, a la cabeza, y el Cártel de Los Arellano Félix, con Teodoro García Simental, “El Teo”, como su líder.
En ese mismo listado aparecía Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, como el número dos del Cártel de La Familia. Sin embargo en ese entonces aún no se hacía referencia a lo que tiempo después se conocería como Los Caballeros Templarios, organización que sería liderada por el mismo Servando Gómez.
Tampoco se consideraba a “La Barbie” como un cártel, sino como el hombre número cuatro de la organización de los Beltrán Leyva. Sin embargo, en el diagnóstico actual de la PGR, el cártel con más grupos afines es el de Edgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, con 23 organizaciones, pese a que el narcotraficante está detenido desde agosto de 2010.
EL FRACASO DE LA GUERRA DE CALDERÓN
Tras analizar el documento de la PGR, el especialista en temas de seguridad pública y delincuencia organizada, Martín Barrón Cruz, advierte que el listado sobre la segregación de los cárteles producto del descabezamiento de las organizaciones deja muchas dudas por resolver.
En su oficina del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), el académico menciona que si algo queda claro, es que la estrategia del gobierno anterior fue un error.
El investigador expone que es muy probable que la información entregada por la PGR haya sido recabada en el sexenio pasado, porque entonces no hubo un diagnóstico certero y el informe entregado registra graves inconsistencias como la ausencia del Cártel del Golfo (CDG).
“Lo único que nos puede explicar (la ausencia del CDG) es que los hayan debilitado y que no los consideren una fuerza importante”, comenta.
Además resalta la ausencia de Los Zetas en Veracruz o del Cártel de Sinaloa en Sonora, entre otros estados donde se sabe que hay presencia de diversas células delictivas.
El gobierno federal, dice, detenía a personajes de bajo perfil dentro del narcotráfico que ni siquiera sabían con veracidad a qué organización pertenecían y con esos datos hacían sus reportes. “Llegaba gente haciéndose pasar por el otro cártel”, recuerda.
Además pone en duda que se pueda hablar de una fidelidad o pertenencia de estas células o grupos delictivos a los grandes cárteles de la droga, porque aunque pueden trabajar con ellos, existe la probabilidad de que no sean subordinados.
El Maestro en Ciencias Penales destaca que el documento deja claro que Los Arellano Félix siguen siendo un cártel con fuerte presencia, que La Familia y Los Caballeros Templarios son considerados dos cárteles distintos y que hablan de un “Nuevo Cártel de Juárez”.
“¿Por qué llamarle a un cártel ‘el Nuevo Cártel de Juárez’? ¿Acabamos con los hermanos Carrillo Fuentes o qué sucedió? O en la lucha que se dio entre los hermanos Carrillo Fuentes con la organización que encabeza ‘El Chapo’ Guzmán, el Cartel del Sinaloa… ¿quién ganó?”, pregunta.
LOS ZETAS: INTACTOS
Para Raúl Benítez Manaut, especialista en temas de seguridad, el mapeo de las células del crimen organizado refleja que los cárteles más fragmentados son aquellos que han perdido a su líder, ya sea porque lo han capturado o ha sido abatido.
Como ejemplo menciona a los Arellano Félix con 14 organizaciones, “La Barbie” con 23 y los Beltrán Leyva con 19 células. A Los Zetas, en cambio, se les identifica con sólo tres grupos: Los Talibanes, Los Legionarios y Los Hijos del Diablo.
“Con pocas células, (el cártel) está intacto y el líder tiene el control. Si se dispersa en muchas células, es que se pierde el eje central del cártel y se producen hechos muy violentos”, explica en una entrevista a través de correo electrónico.
El académico del Centro de Investigación sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), precisa que en los estados donde no se advierte presencia de cárteles no significa que no los haya, sino que no son violentos.
Benítez Manaut coincide con Martín Barrón cuando subraya la ausencia del Cártel del Golfo.
El documento, resume el también Presidente del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, tiene relevancia a pesar de las evidentes deficiencias.
–¿Qué lectura general le da al documento?
–El documento de la PGR es descriptivo, no analítico. Sin embargo refleja que tanto la guerra entablada entre las organizaciones, como el esfuerzo militar y de inteligencia del gobierno ha fragmentado los carteles, sobre todo aquellos los cuales perdieron a su principal líder.
–¿Cree que el documento demuestra alguna hipótesis sobre el narco en México?
–Que las organizaciones tratan de dispersarse para que sus enemigos de los otros cárteles no concentren sus esfuerzos contra ellos, y también que si construyen liderazgos independientes es más difícil su detección por el gobierno.
–¿Qué nos indica esta dispersión de grupos criminales?
–Están pasando de la organización vertical, típica, a una organización de despliegue territorial expansivo-horizontal.
–¿Qué pasa en los estados donde no aparece ninguna célula como Campeche o Yucatán, por ejemplo? ¿No hay narco?
–Tienen muy poca presencia los cárteles, no son lugares de paso de drogas. Esa región parece ser dominada por Los Zetas, pero es de muy baja violencia.
–¿Se podría interpretar que si no se menciona al CDG es porque no tiene células y trabaja sin ellas, o porque consideran que ya no es un cártel?
–Es difícil saber, pero el CDG sigue siendo muy poderoso según toda la documentación existente.
–¿Cuáles serían sus conclusiones sobre el documento entregado por la PGR?
–Es muy valioso, pero es un mapa incompleto presentado por el gobierno. Sería más útil el análisis que cruce cártel por cártel y región por región.