Grindhouse ni siquiera se estrenó completa en Reino Unido, donde Death Proof, la parta de Tarantino, llegó a la gran pantalla como una única cinta. Tarantino también recordó en la entrevista cómo fue la proyección en Londres.
Madrid, 20 de abril (EuropaPress).–Desde su debut como director con Reservoir Dogs, pasando por Pulp Fiction, Kill Bill, Malditos Bastardos o la reciente Once Upon a Time in Hollywood, Quentin Tarantino es un director que ha contado con gran reconocimiento tanto de crítica como de publico en todos sus trabajos. Pero en 2007 esta tendencia se rompió con Grindhouse, una sesión doble formada por Death Proof y Planet Terror de Robert Rodriguez. A pesar de que la colaboración entre ambos directores parecía ser suficiente reclamo, el proyecto fue un fiasco de taquilla. Ahora el realizador ha echado la vista atrás para analizar las causas de su fracaso.
"Con Grindhouse, creo que Robert y yo creímos que la gente tenía un poco más de conocimiento sobre la historia de las sesiones dobles y el cine de explotación... No, no lo tenían. En absoluto. No tenían ni idea de qué estaban viendo. No significaba nada para ellos lo que estábamos haciendo", explicó Quentin Tarantino en una entrevista concedida a Empire.
Grindhouse ni siquiera se estrenó completa en Reino Unido, donde Death Proof, la parta de Tarantino, llegó a la gran pantalla como una única cinta. Tarantino también recordó en la entrevista cómo fue la proyección en Londres.
"Estuve en Londres haciendo prensa de la película antes del estreno el fin de semana. Y fui a ver a Edgar Wright. 'Vamos a verla tú, yo y tus amigos el viernes por la noche en Piccadilly'. Entonces Nira Park, su productora, Joe Cornish y todo el grupo de Edgar nos fuimos a Piccadilly Circus para ir a ver Death Proof el día del estreno. Entramos en la sala y había alrededor de 13 personas. En el estreno de las 8:30. Fue una experiencia bastante humillante. Pero nos sentamos, la vimos y lo pasamos bien", rememoró.
El relato de Tarantino reafirma los datos de taquilla. Grindhouse recaudó poco más de 25 millones de dólares en todo el mundo a partir de un presupuesto de 67 millones.