Iwata, una de las primeras voces que saltó la voz de alarma sobre la gestión de la cuarentena en febrero del crucero Diamond Princess, dice ser "muy pesimista" con este asunto. "A no ser que organicen los Juegos con un formato muy distinto, sin público o con una participación muy limitada, no creo que vayan a celebrarse", expuso.
Tokio, 20 abr (EFE).- El médico japonés y experto en enfermedades infecciosas Kentaro Iwata cree que los aplazados Juego Olímpicos de Tokio 2020 no podrán celebrarse en el verano de 2021, según lo previsto, debido a la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2.
"Hay dos factores necesarios para que se celebren los Juegos: que Japón tenga bajo control la COVID-19 y que el resto del mundo la tenga bajo control. (...) Japón podría controlar la enfermedad, pero no creo que eso vaya a pasar en todos los países de la Tierra", dijo este lunes el epidemiólogo nipón en una rueda de prensa telemática.
Iwata, una de las primeras voces que saltó la voz de alarma sobre la gestión de la cuarentena en febrero del crucero Diamond Princess, dice ser "muy pesimista" con este asunto. "A no ser que organicen los Juegos con un formato muy distinto, sin público o con una participación muy limitada, no creo que vayan a celebrarse", expuso.
A diferencia de otros eventos deportivos en los que participan varios países, a unos Juegos Olímpicos asisten cientos de naciones, "tienes que invitar a muchos atletas de muchos países, lo que no es muy compatible con esta COVID-19, que es una pandemia".
Así opinó el epidemiólogo, con experiencia de campo en los brotes del SARS o el ébola, en una comparecencia para tratar la gestión de la pandemia en Japón, donde los casos han aumentado progresivamente desde que se aplazara la cita deportiva hasta superar los 11.000 contagiados y unos 250 muertos..
Las cifras están lejos de las contabilizadas en ciertos países de Europa o Estados Unidos, una diferencia que Iwata atribuye a que Japón "fue muy afortunado porque fue muy exitoso en su estrategia inicial de control de focos", aunque no en todo el país, como muestra el gran número de casos en Tokio u Osaka (oeste).
"El número de casos nuevos es relativamente estable y mi temor es que haya una explosión de casos, lo que no ha pasado, a pesar de que el número de test está por debajo de lo adecuado", dijo el doctor.
Ante las teorías de la conspiración que señalan que Japón podría estar encubriendo casos y muertes por el patógeno, Iwata señaló que considera que los datos gubernamentales son "relativamente fiables", pese a su restrictiva política de pruebas.
"El Gobierno nunca ha tratado de contar todos los casos, desde el principio. No hay que considerar el número oficial como un número preciso, (...) si no como un indicador de la tendencia" sobre la aceleración o la desaceleración de la propagación.
Pese a que el epidemiólogo considera que a Japón le funcionó bien su estrategia inicial, también cree que el país debió prepararse antes y mejor para cambiarla en caso de que dejara de ser efectiva, como señala que ha pasado.
"Japón, históricamente hablando, no es muy rápido cambiando de estrategia. Le lleva mucho tiempo cambiar a un plan B, porque hacerlo es admitir que el primero falló. (...) El aumento de tests, las habitaciones de hotel para pacientes asintomáticos y leves son el tipo de medidas que necesitábamos desde febrero", consideró.