La detención de Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba en Italia ha girado la atención hacia otros ex gobernadores priistas de Tamaulipas que arrastran señalamientos de corrupción, como son los casos de Manuel Cavazos Lerma, Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú; este último mandatario tamaulipeco gobernó la entidad del 1 de enero de 2011 al 30 de septiembre de 2016 y, como sus antecesores, no quedó lejos de la controversia. Una de sus decisiones fue gastar alrededor de 30 millones de pesos en guardaespaldas para Yarrington y Eugenio Hernández, ambos acusados en Estados Unidos, de lavado de dinero. La corrupción en Tamaulipas ha dejado huella en las instituciones , y el político, quien recientemente entregó el Gobierno de esa entidad, tiene muchas explicaciones pendientes.
Ciudad de México, 20 de abril (SinEmbargo).- A los dos meses de haber dejado su cargo, el ex Gobernador Egidio Torre Cantú fue señalado de tener una mansión en San Pedro Garza García, Nuevo León. Y aunque el Presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Enrique Ochoa Reza prometió indagar, el caso quedo en eso, una promesa.
Francisco Chavira Martínez, candidato independiente en las últimas elecciones por la gubernatura de Tamaulipas, esperó dos meses, una vez instalado el nuevo Gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, para dar detalles sobre la mansión.
La propiedad, con número 310 sobre la avenida Santa Bárbara, de 8 mil 357 metros cuadrados atribuida a Torre Cantú habría sido valuada en 340 millones de pesos, de acuerdo con Chavira.
El propio Chavira Martínez estuvo preso en enero de 2012 por un presunto robo, que tardó nueve meses en absolverse; un paso por el entramado del sistema de justicia del que culpó a Torre Cantú.
Sobre la casa, Enrique Ochoa Reza aseguró que Cantú sería cuestionado. “Habrá que verificar si efectivamente dichas acusaciones son veraces y esperar a la explicación del ex Gobernador de Tamaulipas”, dijo al termino de un evento en Culiacán, Sinaloa.
La protección de Torre Cantú a los ex gobernadores del PRI se extendió durante su mandato, entre 2010 y 2016.
En noviembre, el programa de Televisa, 10 en Punto, expuso que una docena de policías de la Fiscalía de Tamaulipas eran destinados a proteger a los ex Gobernadores Eugenio Hernández Flores y Tomás Yarrington Ruvalcaba, por un costo de 30 millones de pesos.
La protección se extendió, aun, a niveles explícitos. Una orden de captura que pesaba sobre Hernández Flores, detuvo a Torre Cantú de extenderle una invitación a la presentación de su Informe de Gobierno.
“Aprecio mucho que me acompañen los ex Gobernadores de nuestro estado”, dijo Torre desde el escenario, en referencia a Manuel Cavazos Lerma y Hernández Flores. “’Geño’, como siempre”, saludó Torre.
Tanto Hernández, como Yarrington, cargan con cargos en su contra en cortes de los Estados Unidos por lavado de dinero. Un tema, que sumado a acusaciones por narcotráfico, le valieron a Yarrington ser detenido en Italia el pasado domingo.
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No obstante, la administración de Torre Cantú no está exenta de señalamientos por este delito.
El 24 de diciembre de 2014, el FBI (siglas en inglés para Buró Federal de Investigaciones) informó haber asegurado una cuenta bancaria al entonces Secretario de Desarrollo Social del estado, Homero de la Garza Tamez.
El funcionario no es un puente entre el gobierno de Torre Cantú y Hernández Flores, ya que fungió como director del Instituto Tamaulipeco de Vivienda y Urbanismo (ITAVU) durante la gestión de este último.
El dinero incautado se queda en el país que lo investiga. Luis Gerardo de la Garza Flores, hijo de Homero de la Garza, acordó en marzo de2016 con fiscales de la Corte de Distrito Sur en Corpus Christi entregar el 90 por ciento de una cuenta proveniente de posible dinero ilícito de 1.1 millón de dólares.
La corrupción predominó en Tamaulipas. Las becas que entregó Torre Cantú de hasta 25 mil pesos no llegaron al 90 por ciento de los estudiantes que las necesitaban, según denunció Alejandro Porras Cervantes, director de Promoción y Servicios Educativos en el Instituto Tamaulipeco de Becas.
En cambio, quienes aparecían en las listas eran hijos de los funcionarios de la administración de Torre, dijo Porras.
EGIDIO Y SEÑALAMIENTOS DEL NARCO
Hasta el primer trimestre del presente año la Procuraduría General de la República reiteró la presencia del narcotráfico en Tamaulipas. Los Zetas y el Cártel del Golfo se reparten el territorio con 10 células delictivas.
Una mezcolanza entre políticos y cárteles pudieron estar detrás del asesinato del priísta Rodoldfo Torre Cantú, hermano de Egidio Torre.
Pese a que la muerte de su hermano hizo que Egidio ganase popularidad, una vez en el cargo, la procuración de justicia no resolvió este caso.
Apenas esta semana el actual Gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca atribuyó a Yarrington una posible participación en este crimen.
“Más allá de donde sea encarcelado a nosotros lo que nos interesa es que se haga justicia, que se le de seguimiento a las otras líneas de investigación que se tienen, muchas de ellas sumamente dolorosas, como es el caso precisamente del asesinato cobarde de Rodolfo Torre Cantú, entre muchas otras líneas de investigaciones que se tienen”, dijo García a Radio Fórmula.
La presencia del narcotráfico no fue repelida por Egidio Torre. En junio de 2015, el Gobernador priísta inauguró una calle en la ciudad de Reynosa con el nombre del fundador del Cártel del Golfo: Juan Nepomuceno Guerra.
Guerra inició el contrabando de licor y el tabaco en la década de 1930 y terminó con el control de toda la actividad de contrabando y bares de la zona.
La presencia del crimen organizado en Tamaulipas ganó fuerza con el paso de las décadas. Con la era del internet un espacio de denuncias se abrió por medio de las redes sociales, en particular de la cuenta “Valor por Tamaulipas”.
En el 2013 la revista Proceso fuentes cercanas a la Fiscalía de Tamaulipas denunciaron que personal se dedicó a bloquear los reportes que llegaban a la página de Valor por Tamaulipas.
Entrevistado por la revista, bajo anonimato, el administrador de la página denunció que el narco gobernaba en el estado, sin resistencia de la administración de Torre Cantú. Una situación que siempre fue negada por las autoridades estatales.