El estudio, destacado como uno de los primeros en identificar una relación entre la obesidad infantil y el lenguaje, considera que presumiblemente una de las razones es que la falta del inglés representa una barrera para entender los materiales de educación sobre una sana alimentación.
Los Ángeles (EU), 20 de marzo (EFE).- Los niños y jóvenes de habla hispana en Estados Unidos, como también aquellos de escasos recursos, presentan índices de obesidad mayores que aquellos que hablan inglés, muestra un estudio presentado este sábado.
El reporte dado a conocer en la conferencia anual de la Sociedad de Endocrinología destaca que los niños y los adolescentes la prevalencia de obesidad de quienes hablan español es 24.4 por ciento, aproximadamente 50 por ciento más alta de la de quienes sólo hablan inglés.
Al señalar que la obesidad infantil "está asociada con múltiples enfermedades en la edad adulta", Hang-Long Li, autor de la investigación, pidió acciones para prevenir estos resultados adversos a la salud.
"Se deben implementar medidas de salud pública especialmente diseñadas para los niños de familias de habla hispana, para aumentar la concientización sobre la obesidad infantil al igual que acciones correctivas de salud", dijo el investigador de la Universidad de Hong Kong.
El estudio, destacado como uno de los primeros en identificar una relación entre la obesidad infantil y el lenguaje, considera que presumiblemente una de las razones es que la falta del inglés representa una barrera para entender los materiales de educación sobre una sana alimentación.
Li indicó que los programas actuales diseñados para combatir la obesidad infantil deberían promoverse más ampliamente entre las familias de habla hispana "y deben ser sensibles a las diferentes tradiciones culturales".
Adicionalmente, señaló que las etiquetas sobre los contenidos de los comestibles, "que juegan un importante papel en los esfuerzos de prevención de la obesidad", están solamente en inglés.
La obesidad igualmente está relacionada con el estatus socioeconómico y el nivel de educación, según el reporte presentado en la Asamblea virtual ENDO 2021.
Así, el índice de obesidad fue de 23.8 por ciento en niños de familias de bajos ingresos en comparación con 11 por ciento de menores en hogares con ingresos altos.
De la misma forma, la obesidad "fue de 26.2 por ciento en familias con bajo nivel de educación comparado con 9.4 por ciento en familias altamente educadas".
Los investigadores utilizaron estadísticas de 1999 a 2018 referentes a niños y adolescentes de 2 a 19 años de edad, encontrando que el promedio de obesidad entre estos grupos aumentó de 14.7 por ciento en 1999 a 19.2 por ciento en 2018.
La obesidad severa (por encima del percentil 120 para la edad y el sexo) en el período y las edades estudiadas se incrementó de 3.9 por ciento a 6.1 por ciento, lo que representó un aumento de más del 55 por ciento, indicó Li.